MURAL DE LOS BEBEDORES DE PULQUE

INICIAN VISITAS A LOS MURALES DE LOS BEBEDORES Y ESTRELLAS
2014-06-10 | Se realizan recorridos en mayo y junio Los días lunes, miércoles y viernes únicamente a las 12:15 horas, totalmente gratuito, con grupos de 8 a 10 personas, quienes en aproximadamente 40 minutos conocen de esta riqueza arqueológica. Así lo informó el licenciado en Artes Visuales de la Universidad Juárez del estado de Durango y miembro del área de Arte y Difusión de la Coordinación Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) México ofreció detalles de dichos murales.


La travesía para los visitantes comienza con el ingreso a los túneles que están aproximadamente a cuatro metros bajo tierra, pero en realidad son murales que estaban al exterior para que fueran observados como fachada de la pirámide, como algo decorativo.

En el mural de "Los Bebedores" se puede observar a cerca de 164 personales, se cree que dos son mujeres y el resto hombres.

Parece indicar que se trata de una ceremonia, posiblemente una fiesta, donde las personas están sentadas en pareja. Se observa a casi todos sentados de una manera muy relajada. Entre ellos hay grandes recipientes, que se cree son vasijas, que utilizan para beber pulque, una bebida que se extrae del maguey y se fermenta.

La paleta cromática se conforma únicamente de los colores rojo, amarillo, verde, negro y blanco, y se tiene registro que este mural data del año 200 después de Cristo.

Se visualizan hombres pintados en color amarillo con taparrabos y orejeras. Algunos con máscaras de animales como jaguares, conejos y aves que posiblemente eran guerreros o de una jerarquía más alta.

También se aprecia una cenefa en la parte de arriba del mural con un diamante y en otra parte una flor de pétalos sumamente anchos. Algunas vasijas aparentan ser de un material traslucido.

Enrique Muñoz, junto con el diseñador Alfonso Osorio, guían a los espectadores a la superficie para conocer el área del Mural de Estrellas que tiene una temporalidad de 300 a 400 años después del Mural de los Bebedores. En éste se refleja el cambio de estilo pictórico.

"Se hace un comparativo de los estilos en ambos murales, de cómo fue evolucionando el pensamiento mesoamericano de las civilizaciones. En el primero se observa como ellos se representaban a sí mismos como personas, y ya después ellos representaban otras cosas como la naturaleza o el cosmos", explicó Muñoz.

El mural de "Estrellas" su nombre se le atribuye porque la pintura forma barras de colores y estrellas de cinco puntas. Esta pintura mural tiene un carácter más abstracto, una línea vertical con una riqueza cromática en color rojo, amarillo, verde y blanco.

En sus costados tiene algunas estrellas dibujadas con cinco puntas, con un círculo concéntrico en color blanco.

El mural está soportado sobre taludes que tienen grecas en forma de T que son representativas de la zona de Cholula. Sólo en esta zona arqueológica pueden ser admiradas.

Lamentablemente, en este segundo mural se puede observar en algunas partes manchas de grafitis, nombres de parejas de enamorados, corazones, y parte de su estructura talladas con algún artículo con filo.

El arqueólogo Martín Cruz Sánchez, administrador de la zona arqueológica de Cholula, explicó en entrevista con Notimex que esta zona tiene una de las muestras de pintura mural más grandes de las que se hayan encontrado en México porque el Mural de los Bebedores mide aproximadamente 60 metros de largo por 2.50 metros de altura que es la representación de la pintura mural.

Este mural fue descubierto durante la segunda temporada de exploraciones de la gran pirámide de Cholula que se llevó a cabo en 1967 y terminó en el año 1971, pero de manera formal no ha estado abierta al público.

"La idea de las visitas es que el público conozca estos espacios, de manera organizada a fin de conocer los estilos decorativos en la pintura mural en la zona arqueológica de Cholula. Lo que menos se ha trabajado en el caso de la pintura mural de Cholula es lo que tiene que ver con la iconografía que quiere decir lo que representa la pintura mural, sino la técnica de manufactura, cómo es que fueron construidas, cómo fueron pintadas" , indicó.

Martín Cruz Sánchez apuntó que para la conservación de un sitio como éste, la problemática estriba en que si sus pobladores no conocen de ello y no lo entienden, es muy difícil conservar. Para la mayoría de los cholultecas este sitio es solo un cerro, cuando en la realidad se trata de una pirámide que fue oculta a propósito.

Precisó que los túneles son un sistema de exploración trazado y perforado por los arqueólogos de 1931 a 1956 con la idea de saber cuántas etapas constructivas están contenidas en el interior, es decir, formas, estilos y dimensiones. Los túneles no son prehispánicos, no son descubiertos por los arqueólogos, ellos fueron quienes los hicieron. 

En la zona arqueológica de Cholula no se puede hablar de una sola cultura, sino de la presencia de varias como cholultecas, olmecas-chicalancas, toltecas-chichimecas y otras, ya que en Cholula se tiene la presencia de muchos grupos culturales, por el hecho de que se considera que ciudad milenaria era la ciudad más activa de América, en medida que nunca ha tenido despoblamiento.

El área donde se encuentra el túnel de la pintura mural de Bebedores presenta una serie de complicaciones porque está en un desnivel, los núcleos de adobe que cubren a esos edificios están sujetos a las condiciones medio ambientales.

"Un inmueble arqueológico enterrado, no liberado, tiene condiciones de estabilidad más adecuada, pero una vez liberado comienza a presentar situaciones Ahora, con motivo de la temporada de lluvias, el núcleo capta el agua y se filtra la humedad y llega a los espacios, es decir, era más estable mientras no estaba descubierto" , dijo.

La intensión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en relación a la conservación de ese mural, es la integración de un proyecto a cargo de tres áreas técnicas como lo son: conservación, arquitectura y arqueología.

Conservación se encargará del rescate de la pintura mural. Arquitectura interviene para la propuesta estructural para el arreglo del espacio y evitar el riesgo; mientras que Arqueología controla lo que se va hacer.

"Se requieren de estas tres áreas para participar en la propuesta de intervención para la solución de este espacio", señaló.

"La propuesta es integral ya que no tiene sentido arreglar nada más el espacio del túnel y arreglar la pintura, sino se resuelve la problemática exterior que tiene que ver con los núcleos expuestos en la parte de arriba, la captación de agua y la acumulación del líquido producto de la lluvia y en consecuencia la filtración de la humedad", detalló.

Dada la complejidad del espacio, este proyecto se está integrando y se someterá al Consejo de Arqueología del INAH para contar con la autorización para su ejecución, desarrollo que evidentemente tendría que ser por etapas.

En la primera etapa se llevaría a cabo el monitoreo de la intervención que, de resultar favorable, se continúa con la segunda etapa; de lo contrario, tendría que replantearse la propuesta inicial.
Propuesta de conservación total e integral de la pintura mural y el edificio que la cubre. A finales de 2014 quedará integrado el proyecto con la intensión de arrancar este mismo año.

En este proyecto se conforma entre el Centro INAH Puebla y la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH México. Además, paralelamente a este proyecto se lleva a cabo un trabajo de intervención a cargo de gente de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH a cargo de la restauradora Dulce María Grimaldi.

13/08/2013 | RESTAURAN BEBEDORES DE CHOLULA

*** Con resultados satisfactorios expertos del INAH han logrado retirar 80 por ciento de las sales que presentaban cuatro áreas de este mural prehispánico del año 200 d.C.

*** A lo largo de 2010 continuarán los trabajos en esta obra pictórica, en el marco del Programa Nacional de Conservación de Pintura Mural Prehispánica

Tras cuatro décadas de su descubrimiento, algunas de las alucinantes escenas del mural Los Bebedores de la Zona Arqueológica de Cholula, en Puebla, se veían envueltas por un velo blanquecino de sales, una situación que especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) han logrado revertir en 80 por ciento en las áreas de mayor afectación.

La restauradora Dulce María Grimaldi Sierra, responsable de la conservación de esta obra pictórica que data aproximadamente del 200 d.C., dio a conocer los resultados de la aplicación de diversos métodos para rescatar cuatro de las partes con mayor acumulación de sales de este bien cultural que alude a un rito en el que dioses y hombres se conectan por medio de la ingesta del pulque.
    
Fue a partir de una serie de estudios, realizados en 2009 por expertos de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, como se definió el tratamiento específico para intervenir este mural de más de 1,800 años de antigüedad, además de aplicar un tratamiento de emergencia en las áreas con mayor riesgo de pérdida.  

De esa manera —explicó Grimaldi—, la remoción de la capa de sales que afectaba los murales se realizó mediante la aplicación de carbonato de amonio, en ese sentido, “la eliminación del velo blanquecino en las superficies de las cuatro áreas tratadas y que suman alrededor de 20 metros cuadrados, ha sido de 80 por ciento, a reserva de aplicar el tratamiento varias veces en las mismas partes”.

“Para la consolidación y fijado de la pintura al muro se han empleado las nanopartículas (la milmillonésima parte de una partícula) de hidróxido de calcio; la evaluación también ha sido satisfactoria, lo que ha permitido que la capa pictórica haya recuperado su cohesión, y las escamas que antes se observaban ahora sean mínimas”.

En lo que respecta a la reducción de la capa de resinas sintéticas o polímeros que fueron aplicados a Los Bebedores en sus primeras intervenciones hace varias décadas, la especialista del INAH anotó que el uso de microemulsiones (mezcla de solvente) posibilitó la remoción de éstas y otros materiales ajenos a la obra.

El uso de dichas microemulsiones aún se encuentra en fase de prueba debido a que los polímeros están distribuidos irregularmente sobre la superficie, en ocasiones combinados y, por supuesto, con sus propiedades envejecidas.

En consecuencia, dijo la experta del INAH, “actualmente se están probando nuevas fórmulas pensadas para la mejor preservación de Los Bebedores. Los resultados de esta intervención seguirán monitoreándose en el futuro para asegurar el desempeño positivo y a largo plazo. Uno de los aspectos en los que hay que seguir trabajando es la estabilización de las condiciones ambientales”.

La atención de los murales cholultecas por parte del INAH cuenta con la asesoría de diversos especialistas, entre ellos los doctores Piero Baglioni y Rodorico Giorgio, de la Universidad de Florencia, quienes han ofrecido opciones para el tratamiento de la pintura mural mediante el uso de la nanotecnología.

Los Bebedores están distribuidos en una superficie aproximada de 120 metros cuadrados, al interior de la subestructura del llamado Patio sur, por lo que tras su descubrimiento en los años 70 se creó un túnel para acceder a ellos sin necesidad de desmontar el edificio prehispánico.

A lo largo de 2010 continuarán los trabajos en esta obra, la más característica de Cholula, en el marco del recién anunciado Programa Nacional de Conservación de Pintura Mural Prehispánica, en el que convergen los esfuerzos del INAH, y de las universidades Nacional Autónoma de México y de Florencia, Italia.

Grimaldi abundó que la pintura de Los Bebedores fue ejecutada sobre muros de adobe y tierra, empleando pigmentos de origen mineral aglutinados con un adhesivo natural que se ha perdido con el paso del tiempo. Además, su ubicación por debajo del nivel del suelo provoca la recepción de agua de lluvia y humedad del subsuelo.

Fue  a partir de 2004, con la colaboración del Instituto Getty de Conservación, que inició el registro y análisis de las pinturas, a la par que se detectaron los factores de deterioro y se evaluó el desempeño de los materiales sintéticos que se aplicaron en décadas anteriores.  

Cuarenta años después de su descubrimiento, “las pinturas muestran un estado de condición variable, hay sectores en donde se observa en un estado similar al registrado en 1970, mientras que otros presentan deterioro que actualmente atienden los especialistas.

El mural Los Bebedores es conocido como la representación más temprana de un ritual con pulque en Mesoamérica, muestra un ceremonial relacionado con la práctica agrícola, en la que una serie de figuras humanas integradas en grupos ingieren dicha bebida en honor de Octli, deidad del pulque.