Excesivo el cobro a comerciantes
humildes en Cholula
Rodolfo Herrera Charolet
- · MĆ”s de 4 mil pesos por metro cuadrado y por 15 dĆas, deben pagar los vendedores de artesanĆas.
Contradictorio es el
discurso y la forma de conducirse del aĆŗn presidente municipal de San Pedro
Cholula y aĆŗn militante del Movimiento de RegeneraciĆ³n Nacional (Morena), JosĆ©
Juan Espinosa Torres, quien aparentemente desde el pasado primero de septiembre
de 2017, habrĆa dejado de promocionar al partido del tabasqueƱo y utilizar sus
colores institucionales. En virtud de que no fue electo coordinador de
organizaciĆ³n para la gubernatura del Estado, ni para la primera fĆ³rmula del
Senado. Igual suerte lo acompaƱaron; su esposa, la tambiƩn ex diputada local,
Nancy de la Sierra ArƔmburu; y el mƔs cercano de sus colaboradores, el
multipartidista y titular de Desarrollo Social del municipio, Luis Alberto
Arriaga Lila.
Las quejas de cientos de
vendedores de artesanĆas y ambulantes itinerantes, han provocado el aumento del
malestar de la ciudadanĆa, tras enterarse que nuevamente la tradicional feria
cholulteca fue concesionada a una particular, la misma que ha usufructuado el
espacio pĆŗblico al margen de la ley de ingresos del municipio y las leyes
fiscales, realizando actos de comercio por medio de una organizaciĆ³n de la
sociedad civil que se duda de su existencia y que presumiblemente representa
legalmente una seƱora, que tiene un local en el mercado municipal, de nombre
Martha Montes Mancilla.
La queja se deriva del
acoso, persecuciĆ³n y cobros excesivos que realiza dicha mujer, como
concesionaria del espacio pĆŗblico durante la feria cholulteca, quien pretende
cobrar entre 3 mil y 5 mil pesos por metro cuadrado a los pequeƱos comerciantes
de artesanĆas. En el caso de los comerciantes de comunidades indĆgenas deberĆ”n
pagar entre 300 y 500 pesos diarios por cada metro que utilicen del espacio
pĆŗblico por dĆa que dure el trueque. Importes que resultan excesivos, tomando
en cuenta que al terminar la jornada, duermen en la vĆa pĆŗblica y en el Portal
Guerrero, junto a sus puestos entre el frĆo y la humedad que invade sus
puestos. Escasamente guarecidos con bolsas y lonas de plƔstico, unos, sobre
petates y tablas para evitar el agua acumulada en el piso, los humildes
comerciantes sobreviven a su tradicional trueque que se remonta desde la Ć©poca
prehispƔnica.
MarĆa una mujer humilde que conocĆ en una reuniĆ³n con artesanos itinerantes, me contĆ³ que hace un aƱo trajo a su hijo pequeƱo al trueque, ella vendĆa frutas de temporada y como los del gobierno de Espinosa Torres le cobraron 300 pesos diarios, algunas veces ella y su vĆ”stago comĆan un solo dĆa, uno de esos dĆas, los comerciantes fueron muchos y no cupieron en el portal, ni bajo las lonas de los puestos, cuando callĆ³ una tremenda tormenta. AsĆ que con sus ropas hĆŗmedas durmieron bajo el portal, frente a la entrada del Hotel Calli, en donde don Isaac les regalĆ³ unas cajas de cartĆ³n y una ropa seca para el niƱo. PasĆ³ la policĆa y les exigiĆ³ que mostrara el brazalete de pago y se los mostrĆ³ y la dejaron dormir en paz. Su hijo a consecuencia de esa humedad, enfermĆ³ dĆas despuĆ©s. Se agravĆ³ y lo llevĆ³ al hospital, pero no tenĆa dinero para las medicinas. En esta feria cholulteca, la que hoy toca, su hijo no la acompaƱa y ya empeĆ±Ć³ lo tele que le regalĆ³ el gobierno para pagar el derecho de piso. Para vender lo Ćŗnico que tiene, frutas de temporada esperando que un Ć”ngel en el cielo le haga un milagro.
La falta de sensibilidad
del aĆŗn alcalde cholulteca, contrasta y es ajena a los principios ideolĆ³gicos
con los cuales se conduce el aspirante presidencial de la repĆŗblica AndrĆ©s
Manuel LĆ³pez Obrador, puesto que lejos de apoyar y ser solidario con la gente
del pueblo que se encuentra en condiciones de pobreza y pobreza extrema, los
maltrata y despoja de lo mĆ”s preciado y Ćŗnica forma de sobrevivencia. Puesto
que, aquellos que no pagan a la concesionaria, deben sufrir las consecuencias,
de arresto o despojo de sus mercancĆas.
AsĆ entre frutas de
temporada, tapetes y canastas de palma, platos de barro y nueces. Las oficinas
pĆŗblicas lucen entre los papeles de expedientes. Porque dichos productos
incautados, forman parte del botĆn de funcionarios que sin escrĆŗpulos sucumben
a la tentaciĆ³n que les ha enseƱado su alcalde, despojar a los que menos tiene.
Hay voces en el gobierno
cholulteca que afirman que “esos” comerciantes no son cholultecas y no tienen derecho a exigir un espacio para vender sus
productos, los mismos que al realizar su venta pueden mitigar el sufrimiento de
su existencia. Sea legal, componenda o un acto de insensibilidad, sigue siendo excesivo
el cobro a comerciantes humildes en Cholula.
¿O no lo cree usted?
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