Conquista y Colonización de CHOLULA
Por ING. JULIAN ROMERO
TEHUITZIL
Recopilación
BibliogrƔfica
18 de Octubre 1519:
HernÔn Cortés recibió información de La Malinche,
que los pobladores de Cholula preparaban una celada. El conquistador espaƱol
reunió a los señores en la plaza mayor, a una señal, los soldados atacaron a
los cholultecas, provocando la "Matanza de Cholula", como es conocida
en la historia de MƩxico.
PƔrrafos como aparecen en las
diferentes referencias.
Los chololteca recurrieron:
-como última esperanza-a la argucia mitológica
religiosa.
Ya en pleno combate cuerpo a
cuerpo, los sorprendidos habitantes de Cholollan –
Que como bien menciona,
Torquemada no mostraban mucha destreza en la guerra "porque eran mƔs
mercaderes y lapidarios que soldados" (REF 1), fueron siendo arrinconados a los muros de la gran pirƔmide. De acuerdo con
la cosmovisión nahua, los teocaltin principales no sólo eran centros
cósmicos que unĆan los cuatro rumbos del universo con las potencias celestes y
el inframundo (lo alto y lo bajo), sino que eran las obras sacras que evitaban
la fuga de las aguas primordiales del seno de la tierra.
La trayectoria histórica de la
pirƔmide de Cholollan que se enraizaba en la sombra de los tiempos,
tenĆa todas las condiciones para exaltar estos atributos.
Con esta
ciega confianza se comenzó la pelea sin hacer mucha resistencia; y estando: en
lo mƔs fuerte de ella y viendo los
indios lo mal que pasaban y que no podĆan
librar de las manos de los enemigos pusieron por obra de su abuso y
descostraron, la mayor parte del sumptuosĆsimo templo (para'
anegar a sus adversarios), pero no salio agua de Ʃllas como Ʃllos pensaban; Y, turbados de este engaƱo
y viéndose matar sin remedió, cómenzaron a combatir con gran fuerza "(REF 2).
El desconsuelo de los chololteca
por el malogramiento de este dispositivo sagrado, a pesar de haberse
expuesto con valentĆa ellos mismos al desequilibrio cósmico, al desbordamiento
de las fuerzas divinas y a su propio desasimiento del universo, debió causarles
tal trauma psicológico que los agotados defensores de la ciudad prefirieron
arrojarse de cabeza desde lo alto de las torres, - todo habĆa terminado y asĆ
lo dispuso la indiferencia y abandono de sus Dioses-.
Esta acometida espaƱola
significó no sólo la derrota militar del seƱorĆo de Cholollan, desde entonces y a partir de aquĆ
Cholula, sino la progresiva merma territorial y poblacional aunada a la
desvalorización cultural de esta unidad etnotriba, '
Los frailes evangelizadores
que ingresaron a la ciudad indĆgena a travĆ©s de los escombros hechos por los
soldados, se alistaron de inmediato a "exorcizar" a la sociedad
vencida, cuya magnÔnima cultura les era incomprensible del todo. No sólo eso,
sino que en un intento por desligar las admirables muestras de la civilización chololteca
de su valor histórico, los frailes que bendecĆan la empresa conquistadora
pronto sometieron el espectĆ”culo a una traducción bĆblica.
Fray Toribio Motolinia -ese
"humilde" pastor de almas indĆgenas que vio con anuencia la matanza
de millares de chololteca como escarmiento y ejemplo a toda la población
del altiplano- despuĆ©s de sobresaltarse parla magnitud y la hĆ”bil ingenierĆa en
la edificación de la gran pirÔmide, comparó a sus constructores con el soberbio
pueblo que levantó la torre de Babel. No obstante, Dios castigó distintamente –escribió
Ʃl- el vanidoso deseo de los chololteca en alcanzar el cielo, no con una
confusa multiplicación de idiomas, sino con una densa nube de tempestad de la
'que cayó una enorme piedra en forma' de sapo que detuvo su contumaz
construcción. Asà se explicó el religioso la apariencia derruida del monumento
y le atribuyó Una imanacion demoniaca por la reiterada destrucción de cruces
encajadas en su cima, quebradas en tres ocasiones por rayos"divinos".(REF 3).
Esta interpretación teñida de
tradición éscriturista medieval, debió haber sido incorporada en el
adoctrinamiento indĆgena de una forma tan subliminal y eficaz que los
·cholultecas de nuestros dĆas -me refiero a los que saben que el cerro situado
a un lado de la ciudad es la ruina de un grandioso templo- aseguran que Ʃste
fue alzado por sus antepasados para conocer el cielo.
“Con tal motivo Construyeron el
Tlamachiuhatepetl ("como hoy se conoce"). Pero
cuando apenas llegaran a oĆr los cantos de los gallos y ver la luz del cielo.
Dios pregunto quiƩn es el atrevido que intenta llegar a mi reino; Mando a San
Rafael para que viera que era lo que sucedĆa este a su retorno informo que eran
los indios que ya se acercaban a su morada.
Entonces,
el Señor mandó al hermano de Rafael, a San Gabriel, quien descendió con la
espada en la mano y dio fuerte golpe a Tlamachiuhaltepetl, levantando con la espada a la punta del cerro artificial, que
al desprenderse fue a caer en San Pedro Atlixco; lugar en donde se encuentra la
otra, parte del cerro hecho a mano" (REF 4).
AsĆ, los factores
prehispƔnicos de identidad Ʃtnica poco a poco fueron dejando de tener validez.
El cambio era rotundo y
alcanzó todos los órdenes de la vida indĆgena.
En 1531, los espaƱoles le
desagregaron una amplia porción oriental de territorio para el establecimiento de
la jurisdicción española de Puebla. A partir de ese año, la región de Cholula,
asĆ como todo el valle, estarĆan sujetos a los intereses de esta nueva ciudad
española en expansión." (REF 5).
De igual forma que se ha
hablado de Cholula como la ciudad mƔs antigua del continente en el sentido de
su ininterrumpida ocupación (desde el lejano asentamiento olmecoide en el
horizonte preclĆ”sico anterior a nuestra era, hasta nuestros dĆas), o como el
complejo religioso-ceremonial mĆ”s grande de la AmĆ©rica precolombina (REF 6)., “asĆ mismo, se comentaba a finales del siglo XVII que
".ninguna otra provincia de la AmƩrica se verƔ mƔs reducida que Ʃsta de
Cholula".(REF 7).
Desde que la
región fue supeditada a encomiendas, la ciudad se enfrentó a una nueva
organización espacial: tanto la Suma de Visitas de 1548 (REF 8)..Como la visita concreta hecha a la
ciudad en 1564 (REF 9), y la descripción que de ella nos dejó su corregidor en
turno en el año de 1581 (REF 10) coinciden en que la población de la ciudad se compactó en
torno a seis barrios, en concordancia con la antigua distribución prehispÔnica
de grupos Ʃtnicos y linajes. De esta manera, los barrios fueron bautizados bajo
las advocaciones de Santos Patronos de la religión conquistadora, sobreponiendo
el nombre cristiano al topónimo indĆgena. AsĆ los Barrios -significativamente
llamados Cabeceras en el mapa elaborado en 1581 por el corregidor Gabriel de
Rojas- eran a saber:
1)
San Miguel
Tianquiznahuac
2)
Santiago Mizquitla
3)
San Juan Texpolco.
4)
Santa MarĆa Quauhtlan
5)
San Pablo Tecama
6)
San AndrƩs Colomoxco.
Esta división
respondió al seguimiento que los españoles hicieron de las demarcaciones
habitacionales prehispƔnicas, pertenecientes a los distintos linajes tolteca-chichimeca
que se asentaron en la ciudad después de su migración desde las llanuras septentrionales.
Utilizando
Información que Paul Kirchhoff obtuvo del anÔlisis de uno de los mÔs completos
documentos indĆgenas sobre el poblamiento del valle se puede inferir que los
barrios mencionados correspondieron a los espacios ocupados por cinco de los
once. Grupos tolteca-chichimeca que se trasladaron de la parte norteƱa
del altiplano central.
Los Tianquiznauaca se concentraron en el Primero, los Mizquiteca en el
Segundo, los Texpolca en
el Tercero, los Quauteca en
el Cuarto y Tecameca en el Quinto respectivamente. (REF 11).
Con respecto a los
demÔs grupos, no se sabe su ubicación precisa: como pudieron establecerse en
otras regiones del seƱorĆo, pudieron haberse asentado en otras comarcas del
valle o, aun pudieron ser englobados por estos cinco “clanes geogrĆ”ficos",
siendo esta última hipótesis la mÔs aceptada y la que sugiere el equipo de
etnohistoriadores al que debemos la edición mÔs reciente y facultada de la Historia
Tolteca-Chichimeca. (REF 12).
En relación a San
AndrƩs Colomoxco, es probable que estƩ relacionado con Colomochcatl,
jefe de una de las ramas étnicas chololteca (REF 13). Según la crónica
indĆgena del siglo XVI, este noble seƱor desterró a un grupo mixteca-popoloca
de las Ôridas sierras del sur y lo estableció en la ciudad de Cholollan
.alrededor del siglo XIII (no se sabe si como esclavos, tributarios o
colonizadores). Se ha supuesto que ocuparon el Ɣrea al sur de la gran pirƔmide,
precisamente donde se encuentra el barrio de San AndrƩs Colomoxco (REF 14).
El hecho de
referirse a estos barrios como "cabeceras" en la primera mitad del
siglo XVI, hace pensar en un gobierno indĆgena compartido, donde los caciques
locales de cada porción de la ciudad mantenĆan autonomĆa con su población. Por
su parte el hecho de abandonar tal denominación y adoptar el generalizado
tĆtulo de "barrios" en los documentos de fines de ese siglo y
subsiguientes, nos delata que la progresiva implantación de la estructura
municipal para el gobierno indĆgena dio unidad a esta atomización de poderes
locales: por un lado la sede del cabildo indio localizada en el centro y los barrios sujetos por otro; No
obstante los barrios mantuvieron su jurisdicción territorial proyectado desde
el mismo barrio mismo, integrante de la ciudad, hasta la frontera del distrito
español, asà cada barrio siguió siendo cabecera de barrio pueblos sujetos
rotÔndose sus dirigentes en el gobierno de toda la república.
Una escisión en el
ensamble Ʃtnico de Cholula hizo que los descendientes de un linaje denominado Tenenquihua obtuvieran
canonjĆas espaƱolas y predominio polĆtico sobre todos los demĆ”s cacicazgos
locales. Se sabe que ubicaba en la
cabecera -barrio de San Juan Texpolco-.Consta en un lienzo indĆgena
elaborado en la segunda mitad del siglo XVI (Mapa Cholula) que formaba
parte de la fracción chololteca aliada a los españoles en contra de la Triple Alianza. Otra fracción hostil
habrĆa de sufrir la represión del conquistador.
La leyenda dice -y el mapa corrobora- que los nobles y guerreros chololteca
habĆan hospedado a las huestes de CortĆ©s en su avance a Tenochtitlan con
la condición de que permanecieran sus aliados tlaxcalteca acampados
fuera de los lĆmites de la ciudad, y con la intención de tenderles una
emboscada dentro de ella.
Los seƱores de Tenanquiahuac -rencorosos por su
sometimiento al poderĆo mexica- no sólo se abstuvieron en cooperar en la
celada, sino que alertaron a los espaƱoles de la treta de los dirigentes indios.
El resultado fue lo que se ha llegado a
acuñar en la tradición popular como "la matanza de Cholula", de
la que Torquemada cita seis mil indios
victimados. El famoso lienzo de Tlaxcala y el mismo de Cholula dedican un
espacio donde los tlacuilos consignaron
el acontecimiento con cuerpos desmembrados y teocallis en llamas.
Pero la "legendaria traición" no paró ahĆ. La anciana esposa
de un seƱor de la otra nobleza chololteca, la que desconfiaba de la
amenazante tropa española, lo instigó a secundar a los de Tenanquiahuac;
Ć©l se negó y ella no sólo fue·la voz
que puso en alerta a Cortés a través de Malintzin sino que apuñaló al tozudo, esposo
EI Mapa Cholula; en la
descripción
pictogrƔfica de lo sucedido, coloca a la vieja india al centro: en dialogo con
el capitƔn y su doncella intƩrprete.
AsĆ esta singular
visionaria de la insalvable tragedia histórica, por suceder, es proclamada “Reina de Cholula'', bautizada con
el nombre de daƱo MarĆa IlIamantecuhtli y mercedada con vastas tierras: "
... nuestra abuela lIamateuhctli; ella sola recibió a
Cortés ... e lIamateuhctli descubrió la traición por allÔ en 1521 (sic)",
escribĆan los seƱores de Tenanquiahuac al reversa del lienzo. (REF 15),
En consecuencia y gracias a esta delación, los hijos de
dicho seƱorio fueran los que se alternaran el gobierno de la ciudad por lo menos hasta
fines del siglo XVI; los Acapixahuatzin,
los Chichimecayotl, los Tecuanhuehuetzin y, clara ... los
lIamatecuhctli; (REF 16).
La inquietante
presencia del ejército español fue entonces el catalizador que rompió el
equilibrio -seguramente precario- de la jerarquización del poder en la nación
mesoamericana.
En recompensa a las favores prestadas en la guerra de
conquista, el Rey ordenó en 1535 se reconocieran los gobiernos de Cholula, es decir, la
dirigencia de las referidas familias. Dos
aƱos despuƩs, el conglomerado de indios fue honrado -por el misma
personaje- con el otorgamiento de la categorĆa jurĆdica y nobiliaria, de Ciudad
Real, bajo la advocación protectora de San Pedro Apóstol y la asignación de un
escuda de armas.
La misma cƩdula
real concedĆa la medición de una legua de tierra por cada viento -desde su
iglesia- para ejidos y propios de su comunidad.
AdemƔs, decretaba
con el fin de propiciar "buena
Administración de justicia y buen Gobierno para que estĆ©n (en) policĆa las
indios, " se nombrase y confirmase
por el Virrey''' ... cada aƱo un Gobernador, Alcaldes .ordinarios, Alguaciles, Mayor, Escribano y demƔs
.oficiales de RepĆŗblica para que entren en consejo y hagan sus Cabildos y Ayuntamientos (en) la forma
acostumbrada". Mandaba por Ćŗltima,
que las oficiales fueran caciques y principales electos a satisfacción y
confianza para prestarse a " … nuestra Real y Servicio" (REF 17).
En otras palabras, las dirigentes de la nobleza
prehispƔnica (los pocos sobrevivientes de la masacre) que
gobernaban de antaƱo una inmensa superficie del otrora imperio chololteca, se tenĆan que conformar ahora con el
gobierno de un Ôrea de diez kilómetros cuadrados!.. y eso en premio por las
favores ofrecidos a la hazaƱosa empresa conquistadora. La unidad Ʃtnica que
mantuvo la comarca antes de la llegada de las europeas, sufrió la misma
fractura contundente que propició la división polĆtica inspirada en el
municipio ibƩrico, sobre las antiguas Ɣreas tribales de MesoamƩrica.
Sólo la institución española del corregimiento tuvo
lĆmites mĆ”s abarcadores en la región, pero siempre menares al gran dominio
tribal.
El porquĆ© obtuvieran canonjĆas espaƱolas en el siglo XVI, San Miguel Tianquiznahuac y/o Tianguisnahuac
ó TianguisnÔhuetl)
DoƱa MarĆa
Ylamateuhtli, la misma que descubriera a los oĆdos
de doña Marina la traición fraguada en Cholula contra los españoles.
Como natural desta ciudad fue descrita por CortƩs, al
momento de susurrar el secreto de su confidencia a la intƩrprete india sobre
“cómo muy cerquita de allĆ estaba mucha gente de Muctezuma junta [...] para nos
matar a todos. Códice de Cholula —Ćŗnicas fuentes que
refieren su existencia—, se acercó a Malintzin para advertirle del ataque
cholulteca hacia los conquistadores y ofrecerle su casa y la mano de su hijo
para salvarla.
Bernal DĆaz del Castillo escribió en su texto Historia verdadera de
la conquista de la Nueva EspaƱa lo siguiente:
Una
india vieja, mujer de un cacique(…),
como sabĆa el concierto y trama que tenĆan ordenado, vino secretamente a doƱa
Marina, nuestra lengua [...] y aconsejó que se fuese con ella [a] su casa si
querĆa escapar la vida, porque ciertamente aquella noche y otro dĆa nos habĆa
de matar.
En el documento se encuentra una frase manuscrita que se lee
textualmente:
“Ylamateuhtli, seƱora de Cholula, amiga de los nuestros”. Es lógico que la Ćŗltima palabra en esta oración aduladora se
haya referido a los conquistadores espaƱoles.
Ya anciana cuando los espaƱoles arribaron, Ylamateuhtli era
la esposa de Quetzalcouatzin según la interpretación paleogrÔfica del
códice original en papel de amate. (REF 18).
Gobernante
de una unidad seƱorial secundaria de Cholula o parcialidad llamada
Tenanquiahuac, no obstante, a la facción que desconfió
profundamente de la presencia amenazante de los invasores.
Esta historia continuara……..
(REF 1),
Torquemada,op. cit., V.I, p. 278.
(REF 2), Ibid., Vol. 11, p. 138; Luis Reyes
Garc(a, "La visión cosmológica y la organización del imperio mexica
(REF 3). Fray Toribio de Benavente, Memoriales.
Libro de las cosas de Nueva EspaƱa y de los naturales de ella, MƩxico,
UNAM, 1971..
(REF 4). Documento de una Entrevista realizada a
Rafael Cuatlacuatl y Santiago Xique de San Francisco Cuapan, Cholula, Puebla,
en 1970; Guillermo Bonfil Batalla, Cholula. La ciudad sagrada en la era industrial,
MƩxico, 1973,
(REF 5).Simplemente digamos que en el aƱo de la
fundación de Puebla, los macehuales de Cholula fueron obligados -con la
mediación de sus caciques- a prestar su servicio para la construcción de la
ciudad. La primera cuadrilla se compuso de mƔs de medio millar de indios
distribuidos entre los futuros residentes para construir sus casas (de 2 a 6
por espaƱol). Los periodos de trabajo forzoso acordados se prolongaron una y
otra vez debido a
la titƔnica tarea de "construir una
ciudad", a tal grado que la mayor(a de los cholultecas ya no regresó a su
comunidad. De ahĆ (que surgiera el barrio indio de Santiago en la periferia de
la Angelópolis, poblado por los naturales de Cholula y teniendo ahora la
función de suministrar permanentemente de brazos y artesanas a la demandante
ciudad. El mismo año de 1531, el Virrey ordenó al corregidor de Cholula
disponer el "alquiler" de indios a los labradores espaƱoles del
vecino y fértil valle de Atlixco; Francois Chevalier, "Significación
social de la fundación de la Puebla de los Angeles", en Revista del
Centro de Estudias Históricasde Puebla, México, 1957,. Zarón Zapata de La
Puebla de los Angeles en el siglo XlI, MƩxico; ed patria 1953.
(REF 6). Gerhard, op. cit.,
(REF 7). Altepetl ciudad indĆgena. Cholula en el siglo XVI", tesis de MaestrĆa en
Ciencias Antropológicas, México, ENAH, 1976.
(REF 8) Francisco del Paso y Troncoso, Papeles
de Nueva EspaƱa, 2a. Serie, Vol. 1, Madrid 1905.
(REF 9), Citado en F. Sholes y E.B. Adams, Sobre
el modo de tributar de los indias de Nueva EspaƱa a su Majestad, MƩxico, JosƩ
PorrĆŗa e Hijos, 1968.
(REF 10) Rojas, op. cIt.
(REF 11). Kirchhoff, Los pueblos de la historia.
(REF 12). Kirchhoff, et. al, Historia
Tolteca-Chichimeca ...
(REF 13) M. Olivera asevera que la
tradicional reivindicación autonomista de esta cabecera puede remontarse a la
Ʃpoca del dominio olmeca-xicalanca; Mercedes Olivera, "La
importancia religiosa en Cholula".
(REF 14), C. Reyes Garcia,
(REF 15) Luis Reyes, "El mapa de Cholula" (traducción y paleografĆa),
mecanoescrito citado en Cayetano Reyes Garcla.
(REF 16)..Cfr. Slmons, op. cito
(REF 17). Agripina DĆaz GarcĆa, "Las mayordomĆas en MĆ©xico, el caso especifico:
San Pedro Cholula", Tesis de MaestrĆa en Ciencias Antropológicas, MĆ©xico,
ENAH, 1979.
(REF 18). Francisco
GonzĆ”lez-Hermosillo Adams y Luis Reyes GarcĆa, op. cit., en prensa
Se despide su amigo ING JuliƔn Romero Tehuitzil, colibrifuerte2001@yah