Graffiti

Grafiti relacionado con asesinatos y prostitución.
En diciembre de 1994, bándalos iniciaron pintas con diferentes mensajes en muros de la ciudad. Se creé que forman parte de señalización de territorios de bandas juveniles. Leyendas y rasgos similares fueron pintados en Puebla y Tehuacan, entre otras importantes ciudades. En marzo de 1995, fueron encontrados asesinados en su hogar, degollado después de haber sido atado de pies y manos Miguel Grados Galindo de 36 años de edad y de igual forma su abuela de 85. Murieron por la noche del día anterior. Se desconocen los móviles del asesinato, se presume que fueron más de tres los asesinos.
Similar asesinato ocurre días después en la ciudad de Tehuacan, el matrimonio fue atacado mientras dormía, fueron más de tres los asesinos, la esposa gravemente herida. Otro asesinato similar se presentó en la ciudad de Puebla el 15 de marzo, en donde el cadáver presentaba señas de violencia, mujer de 75 años, que se encontraba atada de pies y manos, fue degollada y presuntamente en el ilícito participaron más de dos personas.
El 10 de abril de 1995, grupos sociales y Clubes de Servicio de Cholula piden, la destitución del comandante de la Policía Municipal, mayor seguridad pública y el esclarecimiento de los asesinatos, secuestros, asaltos y robos, mismos que han aumentado considerablemente. El Dr. Alfredo Toxqui Fernández de Lara, Presidente Municipal, no destituye al comandante, ni tampoco concedió audiencia a los quejosos.
El 8 de abril de 1995, una pandilla juvenil de 17 jóvenes, la mayoría de ellos bajo los efectos del alcohol, fueron detenidos y posteriormente puestos en libertad por ordenes del comandante de la policía municipal, no fueron puestos a disposición del Juez Calificador y mucho menos fueron consignados.
El 11 de abril de 1995, una pandilla de 7 individuos después de pretender pagar su cuenta con billetes quemados y rotos, golpeó, amagaron y balearon al dueño de la tienda y a sus familiares.
Entre abril de 1995 y febrero de 1996, por lo menos 5 jovencitas de la cabecera municipal, fueron violadas por grupos de más de dos individuos, en ninguno de los casos el comandante de la policía tomó alternativas de solución, por el contrario se permitieron la apertura de prostíbulos y antros de vicio.
Fuente: Rodolfo Herrera Charolet. Cholula 2000. 2a. Edición, México 2002.