Entre el ambulantaje y el comercio informal sí existen diferencias

Alfonso Ponce de León - Porqué los Muertos Corren Rápido

 

Ocurrió en una de las calles del Centro Histórico; una niña de no más de diez años de edad ofrecía tunas que llevaba en varias bolsas, un hombre vestido de civil y portando un radio en la cintura se las arrebató, le dijo que no había permiso para vender en la vía pública y la menor comenzó a llorar y buscó a su madre quien oculta en una zapatería seguía pelando las tunas que le quedaban en un cajón de madera, entonces la mujer y la niña se escondieron.

Este mismo hombre llevó las bolsas de tunas decomisada a donde se encontraba una camioneta del ayuntamiento de Puebla, el hombre iba apretando los puños, tenía vergüenza de la gente que observó la escena, antes de meter lo decomisado a la unidad oficial dijo casi en silencio, “que poca madre” y después regresó para seguir decomisando mercancía, justo cuando la niña de las tunas regresaba a su lado para darle una moneda de 10 pesos, pero el inspector ni siquiera la miró siguió su paso en busca de infractores.

Escenas como esa ocurrieron durante el viernes y el sábado.

Un hombre que se gana unos pesos tocando la flauta fue conminado a retirarse del portal Morelos, bajo la advertencia de que le iban a decomisar su instrumento musical, lo mismo pasó con unos mimos y con otro que cantaba entonándose con una guitarra. La cultura suburbana también será eliminada por decreto.

Alguien dijo que los nuevos mercados benefician a los que venden ropa, zapatos, pilas, antenas de televisión y fundas para las mismas, pero que afectan a quienes compran un cajón de fruta o de hortaliza y la venden en manojos, a quienes se les considera “toreros” porque no le entran ni con los líderes de comerciantes ambulantes ni con las autoridades municipales, como la niña de las tunas.

No falta quien opine que la ley beneficia a la delincuencia organizada, a los que venden “piratería” o contrabando en negocios establecidos, ¿Cuántos negocios de venta de discos compactos “pirata” existen en el primer cuadro de la ciudad?

Quien combate la “piratería” dice que lo de los discos sí son delitos federales y por lo tanto no los atienden, luego entonces ¿el “narcomenudeo” no es un delito federal?

¿De verdad se va a acabar el ambulantaje o sólo se trata de una medida que en esta temporada va a beneficiar a papelerías y todos los negocios donde se expenden artículos escolares y qué va a volver a ocurrir durante las jornadas electorales?

Luego le digo.

 

En los juzgados calificadores todos son culpables por prescripción

Los otros cambios por conveniencia ocurren en los cinco juzgados calificadores de la ciudad de Puebla, y es que por mandato divino se eliminaron los inocentes, en otras palabras el que llega a pisar esas instalaciones tiene que pagar su multa, tenga o no tenga la culpa.

A los jueces les cortaron su poder de decisión, tienen órdenes expresas para multar y castigar, las aclaraciones no existen, ni vale ni siquiera que el detenido niegue los cargos o acuse a quienes los detuvieron por fabricarlos o por abusos, en otras palabras “primero le entras, luego averiguamos”.

Una breve carta enviada a esta columna indica que doña Alma Orduña, exsubprocuradora de Justicia, exdirectora de Averiguaciones Previas, excandidata frustrada a una diputación local y actual directora de los juzgados calificadores, tiene mucho que ver, aunque si a ella le preguntaran diría que el autor intelectual de todos estos excesos es el síndico municipal, Román Lazcano.

Otros incluso dicen que Lazcano ya metió a trabajar de juez a uno de sus amigos, Ricardo García Romay, quien no es abogado, esto por aquello de los requisitos para aspirar a ser juez calificador, además Brenda Cabañas González, que de secretaria paso a ser juez, vaya usted a saber por qué.

De todo lo malo debe de haber algo bueno con estos dos personajes, tal vez sería que el primero aunque no sabe de leyes sí de cobrar multas y vaya que se aplica, sólo que no todo ese dinero termina en las arcas municipales.

 

Nos vemos cuando nos veamos

porquelosmuertos@gmail.com.