Alfonso Ponce de León - Porqué los Muertos Corren Rápido
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) prepara una respetable partida económica para las nuevas oficinas del flamante encargado de Asuntos Internos de la Policía Judicial del Estado (PJE), Manuel Méndez Marín; van a quedar ubicadas a unos metros de donde se encuentra la estación de radio de don Enrique Montero Ponce, por la 3 Sur, en el centro de la ciudad; dicen que es para que opere con toda “autonomía”.
Las oficinas van a contar con el mobiliario y equipo más exquisito en materia de oficinas; ahí va a despachar el exdirector de la PJE, quien durante nueve años sumió a la corporación en el más profundo retraso, quien en nueve años se le inflaron las cifras de secuestros y de narcotráfico; en otras palabras, el responsable de que el fenómeno del “narcomenudeo” sea en esta época imparable.
Don Manuel Méndez Marín regresa a la PJE en medio de un costoso capricho del procurador Rodolfo Igor Archundia Sierra, quien de entrada dejó en claro que su equipo de trabajo, en Conducta Individual y Supervisión Técnica, no ha dado el rendimiento suficiente, además de que también pone en entredicho el trabajo que realiza la Fiscalía Anticorrupción y la misma Sedecap, sólo así se explica que en medio de una crisis económica que afecta al gobierno del estado de Puebla se provoque una duplicidad de funciones, sólo para “darle chamba a un cuate”.
Un golpe de estado, el verdadero motivo
Al regresar a Méndez Marín a las filas de la PJE, el procurador persigue una doble intención: infiltrar a la corporación de investigadores como lo hizo la actual juez de lo Penal de Tepeaca, Blanca Laura Villeda Martínez, al colocar primero a su compadre de grado Leandro Román Martínez Ponce como subdirector operativo; luego, en ese mismo cargo, a Gabriel Gaspariano, para que los dos no sólo le quedaran mal, sino que denigraran a la corporación; y la segunda, prepararlo para que tome las riendas de la PJE, ya que piensa arrancarle el cargo al actual director Hugo Isaac Arzola Muñoz.
Al procurador no le importaron las recomendaciones que hizo el gobernador Mario Marín Torres por el pobre desempeño de Méndez Marín durante nueve años en la corporación, tampoco las múltiples quejas que se encuentran archivadas en la Comisión de los Derechos Humanos, mucho menos la opinión de la sociedad, luego que durante la mitad de la administración de Manuel Bartlett Díaz como gobernador y la administración completa de Melquiades Morales Flores —quien fue “chamaqueado”—, se registraron infinidad de secuestros que pusieron a Puebla en los principales estados con mayor incidencia delictiva en este rubro y otros más.
¿Qué pensarán las familias de quienes fueron secuestrados y ejecutados acerca del regreso de don Manuel Méndez Marín?
Correo de los muertos
¿Pacto con el diablo?
“Desde la semana próxima pasada se están realizando una serie de cambios y permutas de agentes del Ministerio Público federal en la Delegación Estatal de la Procuraduría General de la República de Puebla, y esto, por supuesto, es lógico, ya que es necesario una constante rotación y saneamiento de los diversos integrantes de esta delegación, a fin de evitar que se creen barras de corrupción y vínculos o compromisos con la delincuencia.
”De estos cambios podemos mencionar a Alberto Diz, el cual se fue a Tabasco, Mari Carmen Castillo a la Delegación de Guerrero; Malagón, que ahora despachará en Veracruz; Rita Navarro al DF, Guadalupe Bernal “La Chacala”, Héctor Ángeles a Morelos, y otros agentes que fueron separados de sus puestos en esta delegación de Puebla, para ocupar otras agencias en diversos estados de la República.
”Hasta ahí todo está bien, pero acaso no es lógico que los altos mandos, como la delegada y la subdelegada también sean rotadas de sus puestos, o éstas son intocables e impunes a la ley como hasta la fecha se ha demostrado, pues es sabido por todos que la delegada Imelda Castillo Tello tiene como consentido a un exagente del Ministerio Público, de nombre Horacio Rodríguez Pamanes, con el cual está coludida a todo tipo de corruptelas y venta de protección a todo delincuente que cuente con los recursos necesarios para obtener su venia y amparo.
”Asimismo, tenemos al prófugo de la justicia y exagente del Ministerio Público Armando del Río, el cual es protegido de la subdelegada Lorena Anaya López.
”Por último, les digo que hoy y siempre, el talón de Aquiles de la delegación lo conforma la Agencia Primera Especializada en Delitos Contra la Salud, o sea, la que se encarga de vigilar, perseguir y castigar todo lo que tenga que ver con el ‘narco’, y esta agencia, como siempre, está al mando del inamovible, incólume y casi casi eterno licenciado Juan Manuel Martínez Rivera y su mancuerna, pero no menos inamovible Pablo Alejandro Ramos Cervantes. La pregunta es, ¿por qué estos funcionarios que llevan muchos años en la delegación y el primero de ellos es casi parte del inmobiliario de la Agencia de Delitos Contra la Salud, no son removidos o cambiados a otras agencias? ¿O tendrán pacto con el diablo?”
Nos vemos cuando nos veamos.
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