¿Homicidio o muerte natural?

Muere escritor y cronista poblano
2013-09-18 | El escritor poblano y cronista de fútbol, Isaac Wolfson, fue encontrado sin vida la noche de este miércoles, dentro de su departamento, ubicado en un edificio de la avenida Reforma y 11 Norte.

De acuerdo con los reportes policiacos, los paramédicos de la ambulancia de 295 de Cruz Roja arribaron al domicilio minutos antes de las 21:00 horas y, al ingresar confirmaron el deceso del ex catedrático de la BUAP, quien ya presentaba signos de descomposición, por lo cual se presume que llevaba aproximadamente tres días de fallecido.

Al parecer, el químico tuvo una muerte natural, pero debido al estado en el que se encontró fue complicado determinarlo. Sin embargo, de inicio se descartó que presentara lesiones o indicios de violencia.

La ex esposa del cronista deportivo confirmó la identidad a los elementos de la Policía Municipal y autoridades que acudieron al auxilio, pero hasta el momento no hay mayores datos sobre esta muerte.

El agente del Ministerio Público se trasladó al sitio y después de recabar las diligencias correspondientes ordenó el levantamiento de cadáver, el cual fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) para que se le practique la necropsia de rigor.

Presentó Isaac Wolfson el libro Dos cines en la vida de Puebla en el siglo XX

2007-03-01 | En el marco del 475 aniversario de la fundación de la ciudad de Puebla, Isaac Wolfson presentó, la noche del miércoles pasado, en el salón de Protocolos del Palacio Municipal, el libro Dos cines en la vida de Puebla en el siglo XX, en el que narra la historia de los cines Variedades y Coliseo, dos de los más antiguos y populares de la Angelópolis.

Isaac Wolfson presentó, la noche del miércoles pasado, en el salón de Protocolos del Palacio Municipal, el libro Dos cines en la vida de Puebla en el siglo XX / Foto: Abraham Paredes
En el texto, de lectura sencilla, Wolfson comenta que ambos cines cerraron sus puertas desde hace 19 años, por el auge de los videoclubes y de las videograbadoras. Citó que en febrero de 1988 las instalaciones del Variedades y el Coliseo fueron donadas al gobierno del estado, supuestamente para construir un teatro y un centro de convenciones, respectivamente.

Los emblemáticos cines son almacenes de tela

Sin embargo, estos edificios hoy están ocupados por grandes almacenes de telas que en nada hacen honor a lo que fueron originalmente, y que pusieron punto final a una historia de casi medio siglo en el caso del Coliseo y de ocho décadas en el del Variedades. 
El día de la última función, el domingo 21 de febrero de 1988, se exhibieron en estos cinemas muestras del cine corriente y de ficheras que predominó en la cinematografía mexicana de los años 80, según narra el cronista en la obra de 72 páginas, ilustrada con fotografías y programas de la época.
Para saber a qué se refiere Wolfson con la historia escogió un epígrafe del cronista Salvador para explicarlo: “…Estos lugares (los cines) de vasta y pública concurrencia son fundamentales e importantes en la vida de una ciudad, la expresan, la contienen, la manifiestan, la condicionan a tiempo que se subordinan a ella. Son, en más de un sentido, y sin que expresarlo así implique la menor irreverencia, templos modernos, a que acude la gente para entregarse a una silenciosa, oscura catarsis…” 
Isaac Wolfson acucioso como es, da un breve pero interesante repaso por la historia de los dos cines emblemáticos de la cotidianidad de los poblanos. 
Para ello no escatima en presentar imágenes de hemerotecas y bibliotecas de la Universidad Autónoma de Puebla, imágenes de su propio archivo y de diversas fuentes. 
En la presentación del libro el presidente municipal Enrique Doger Guerrero expresó que “Isaac Wolfson nos lleva de la mano a un viaje agradable y enriquecedor por la Puebla del siglo pasado, que proyecta una singular manera de señalar paso a paso los acontecimientos cronológicos y puntuales”.
Sin duda, Dos cines en la vida de Puebla en el siglo XX, editada por el ayuntamiento de Puebla, será del agrado de todos los cinéfilos y de aquéllos poblanos interesados en la historia de nuestra ciudad.