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Prolifera prostitución en Centro Histórico de Puebla

2013-09-09 | En el Centro Histórico se desarrolla la prostitución y la trata de personas en viejas vecindades y hoteles con costo por hora. La zona se caracteriza por albergar estos centros, desde la 4 hasta la 18 Poniente y de la 6 Norte hasta la 11 Norte.
Las vecindades, en su mayoría ocupadas por familias de escasos recursos, son el lugar ideal para colocar los prostíbulos.
Sin grandes letreros ni ostentosas entradas, estos sitios se han vuelto el lugar más recurrente de obreros, estudiantes y personas que buscan compañía por poco dinero.

Sin importar que haya edificios públicos o policías, estas casas operan de manera clandestina en las zonas de más afluencia, como la 11 Norte, por donde pasa el 60 por ciento de todas las rutas de transporte público.

Frente a la Casa de la Juventud, en la esquina de la 8 poniente y 11 Norte, se ubica una casona con una puerta azul abierta de par en par. Cualquier persona puede entrar e ingresar por un pasillo que lleva a un patio. Ahí, alrededor de una decena de sexoservidoras esperan a los clientes, sentadas en sillas de plástico.

Con insinuaciones sexuales, las mujeres de entre 19 y 45 años, ofrecen sus servicios a los hombres que acuden al lugar, quienes son personas de escasos recursos. Algunos acudieron en pants y uniforme de fútbol este domingo.

Las sexoservidoras en todo momento son custodiados por hombres vestidos de negro, de aspecto descuidado, algunos con tatuajes y malencarados, que no pierden detalle de cada movimiento en el lugar.

El servicio cuesta desde 85 hasta 150 pesos de acuerdo a la juventud, delgadez y simpatía de las mujeres que visten minifaldas y shorts de colores amarillos, verdes y rojos.

Afuera del lugar, un par de jóvenes de entre 25 y 29 años, con barba de candado y gorra en la cabeza, vigilan y reciben indicaciones del personal de adentro, además de que invitan a entrar a quienes pasan por ahí: "hay chavitas buenas", dicen.

Según datos de la Secretaría de Normatividad Comercial, durante la actual administración municipal han sido clausuradas 10 casas de citas en el Centro Histórico, pero calculan que operan alrededor de 15 más.

Ese dato se queda corto frente a la aseveración del integrante de un mariachi ubicado en la 12 Poniente: "en esta zona, por lo menos en 50 vecindades hay prostitutas. Todo el día puedes encontrar mujeres por 100 pesos, y en las noches hay travestis parados en las calles, las autoridades lo saben. Las patrullas pasan por su lana".

Con o sin consentimiento de los dueños, los hoteles de la zona se han convertido en lugares donde se ejerce la prostitución. Sobre la 8 Poniente, con el número 318, el Hotel La Providencia recibe a mujeres contratadas por 200 pesos "más el cuarto".

El  Hotel Sevilla, ubicado en la 6 Poniente 908, y el Hotel Lux, de la 4 Poniente 906, son constantemente revisados ante llamados de que en sus habitaciones se ejerce la prostitución. Incluso existen algunos, como el de la 4 Poniente 906, que no tienen destacada su razón social y sólo ostentan una "H" de hotel.


Manuel Domínguez Gabián, vicepresidente de Hoteles y Moteles de Puebla denunció la presencia de seudohoteles que fomentan de manera clandestina esta actividad y únicamente se prestan para ejercer la prostitución y la trata de personas, aunque no detalló cuáles son.

Prostitución en vecindades
Un triciclo en el patio de la vecindad marcada con el número 110, de la calle 12 poniente, en pleno centro histórico de Puebla, es lo primero que aparece cuando se ingresa a lo que por años operó como un prostíbulo.

En ese lugar, cuya entrada es ocupada por compradores de desperdicio industrial, este fin de semana fueron liberadas 17 mujeres que eran obligadas a prostituirse, además se detuvo a cuatro personas, una de ellas identificada como funcionario del poder judicial.

Los vecinos se acostumbraron a vivir en medio de hombres que entraban y salían en menos de media hora. También se habituaron a las pláticas y risas de las mujeres de entre 17 y 35 años que trabajaban ahí.

Según Juan “N”, un adolescente que vive en ese lugar desde hace 10 años, las mujeres eran tranquilas y normalmente no hacían desmanes, aunque de vez en cuando había peleas entre ellas que eran terminadas por un par de sujetos que siempre las cuidaban.

Juan prefirió que se le cambiara el nombre, porque en la calle donde vive, dice, al menos "20 chavos" se dedican a la trata de personas y vigilan que no se les escapen sus víctimas.

"Los 'vatos' que están en las esquinas vendiendo discos, que traen su celular, avisan de lo que pasa en la calle. Si viene la 'tira' ellos, avisan. Y ya los 'polis  acá' pues no se meten... vez que sólo andan de a dos y luego es 'un wey y una vieja' y pues ni le entran", relató mientras encaminaba hacia la calle.

La versión fue confirmada por este medio, ya que justo en la esquina se encuentra un puesto de venta de discos piratas que cuidan dos jóvenes, de entre 20 y 25 años, quienes preguntan si se te ofrece "un servicio con una dama".

Además de Juan y su parentela, al menos otras 12 familias viven en la vieja casa ubicada entre calle 5 de Mayo y 3 norte, donde pagan una renta de 400 pesos por cuatro o cinco cuartos grandes sin pintura y en malas condiciones.

Pese a la detención de tres hombres y una mujer mediante un operativo coordinado entre la Procuraduría General de la República (PGR) y autoridades estatales, las familias continúan viviendo en el lugar.

"Pues ya no están... pero acá viven dos que se dedican a eso", alcanzó a decir Juan, quien fue el único vecino en contar detalles.

En el lugar se encontraba una señora con dos menores de edad, quien prefirió guardar silencio sobre el tema: "no joven, para qué me meto en problemas", dijo a este reportero cuando se le intentó preguntar sobre el prostíbulo.

En la zona abundan vecindades y tiendas que venden todos sus artículos a tres pesos. Los clientes de los prostíbulos en ocasiones les llevan regalos a las mujeres que contratan por 85 pesos y el obsequio es comprado en las tiendas "de a tres pesos".

Lucía, la joven que atiende un negocio cercano al lugar, dice que muchos "señores" pasan a comprarle un regalo que es llevado en una bolsa de plástico junto con una "Coca de 600" mililitros. En total se gastan 10 pesos entre el regalo de tres pesos y su bebida.

La verdad aquí en la calle no nos molesta la presencia de las "chavas", ni las vemos y pues todos pasan a comprar para llevarles algo, dice mientras despacha una pulsera.

La casona se ubica en una calle donde circulan siete rutas de transporte público a un costado de tiendas de ropa, tenis, desperdicios industriales, y se encuentra en paralelo a la entrada principal de la Plaza de la Computación.

Por el lugar circulan patrullas de modelo reciente de la policía estatal, los policías municipales realizan rondines y hasta las familias conviven con la prostitución.

Aprehende PGJ a presuntos explotadores sexuales de Tlaxcala, que obligaban a poblana a ejercer la prostitución en el Distrito Federal
2013-08-29 | La Procuraduría General de Justicia (PGJ) informa que como resultado del trabajo de inteligencia, que la Policía Ministerial del estado realiza en favor del combate a delitos que atentan contra la integridad sexual de las personas,
se logró la aprehensión de Jaquelina Bonilla Marcial y Sergio Nicolás Pérez  Zepeda, de 28 y 29 años de edad respectivamente, presuntos explotadores sexuales originarios de San Pablo del Monte, Tlaxcala, acusados de privar de la libertad a una mujer poblana y obligarla a ejercer la prostitución en el Distrito Federal.

De acuerdo con el proceso penal 248/2010, a principios de 2009 la hoy agraviada quien actualmente cuenta con 25 años de edad inició una relación de amistad con Sergio Nicolás Pérez Zepeda, sin embargo, meses después éste trató de convencerla para que trabajara como sexoservidora pero ante la negativa de la mujer, el hoy detenido la interceptó afuera de su domicilio, y tras someterla de forma violenta la subió a una camioneta tipo Pick up, para después trasladarla a un hotel del Distrito Federal.  

Cabe señalar que al llegar al lugar, Pérez Zepeda golpeó a su víctima y la obligó a sostener relaciones sexuales, asimismo, horas más tarde el sujeto mencionado y Jaquelina Bonilla Marcial le dijeron que tenía que trabajar para ellos como sexoservidora en diferentes hoteles de la ciudad, exigiéndole la cantidad de 15 mil pesos a la semana y la amenazaron con hacerle daño a ella o a algún miembro de su familia en caso de que quisiera escapar.

Es de resaltar que para mantenerla tranquila, los hoy indiciados obligaban a la mujer a que fumara marihuana, sin embargo, después de dos meses de haber sido víctima de este ilícito, la hoy agraviada logró fugarse de sus agresores.

Una vez que el agente del ministerio público especializado en la investigación de delitos sexuales tomó conocimiento del hecho, realizó indagatorias y diligencias en coordinación con la Policía Ministerial del estado, y con base en diversos elementos de prueba, se consignó la averiguación previa ante la autoridad judicial quien a su vez otorgó la orden de aprehensión correspondiente.

Cumplido el mandato de captura, Jaquelina Bonilla Marcial y Sergio Nicolás Pérez  Zepeda fueron internados en el Centro de Reinserción Social de San Miguel, quedando a disposición del Juez cuarto penal por su probable responsabilidad en los delitos de violación, lenocinio y trata de personas en su modalidad de explotación sexual.