Mujer parió en un jardín frente a hospital por negligencia médica

  • 2016 Sigue siendo noticia fotografía y hecho.
  • 2014 Hospital cobra servicios a mujer indígena pese a que dio a luz en el jardín.
  • 2013 Una semana después, atienden a mujer que dio a luz en jardín de hospital.
  • 2013 Exoneran a médicos por partos en patio porque "fueron casualidad".
  • 2013 Salud investiga parto de mujer en patio de hospital.

2016 0526 | Sigue causando indignación fotografía de mujer indígena a quien le negaron la atención médica en un hospital y pario en un jardín frente a la unidad hospitalaria. Algunos medios replican la noticia eliminado el año, para darle actualidad. 

Estos son los hechos:
La joven de 28 años acudió la madrugada del 2 de octubre 2013, al centro de salud de San Felipe Jalapa de Díaz, en el Estado sureño de Oaxaca, con dolores de parto. Los médicos la valoraron pero, pese a lo avanzado del proceso, nadie la ingresó ni la atendió. La mujer se vio obligada a salir del hospital para tener a su hijo sin ayuda.

El personal del centro de salud solo actuó una vez que supo, a través de alguno de las personas que atestiguaron la escena, que el niño había nacido y que yacía sobre la hierba, todavía unido a su madre por el cordón umbilical. El pequeño pesó 2,400 kilogramos y se encuentra en buen estado de salud.

La presidenta municipal de la localidad, Silvia Flores Peña, denunció que esta no es la primera vez que pasa algo parecido. Hace un mes y medio otra mujer indígena tuvo que tener a su hijo frente al hospital, que está en paros parciales, porque en el mismo centro de salud se negaron a abrirle la puerta. Entonces, pese a que las autoridades sí conocieron el caso, la noticia no trascendió ni se hizo nada al respecto.

Esta vez, la imagen de Irma López Aurelio, subida a la red social Facebook por Eloy Pacheco López y multiplicada a través de Internet, ha dejado al desnudo la situación a la que se enfrentan miles de indígenas en el país. La Comisión Nacional de Derechos Humanos ya ha enviado a Oaxaca a una delegación para investigar las “presuntas violaciones de derechos humanos” cometidas contra la mujer, informa en un comunicado.

La fotografía, además de la indignación que ha levantando por el maltrato hacia la mujer, también es origen de un debate sobre si su publicación podría atentar contra la privacidad de López. Diversos diarios de la capital mexicana reproducen la imagen este sábado en sus portadas.

El caso de mujeres que dan a luz sin atención médica no es un hecho aislado ni solo sucede en zonas rurales de México. Este año dos madres tuvieron a sus hijos en el metro del Distrito Federal al no llegar a tiempo al hospital público que atiende a personas sin seguro social, situado a kilómetros de distancia de sus domicilios.

La negligencia médica en la atención recibida por Irma López Aurelio en el centro de salud de San Felipe Jalapa de Díaz ha sido previa y posterior a que pariera en el patio de esa institución. Contrario a lo asegurado por la Comisión de Arbitraje Médico de Oaxaca, Irma y su hijo no han sido atendidos de manera oportuna ni profesional.

La atención médica no llega para la mujer que parió en un patio de hospital
2013 11-20 | Durante su embarazo, Irma López Aurelio sólo recibió dos consultas médicas prenatales: el 29 de enero y el 27 de junio de este año, porque la enfermera del centro de salud de San Felipe Jalapa de Díaz, Oaxaca, le dijo que no había más citas ni médico que la atendiera.

El pasado 2 de octubre, Irma llegó al centro de salud a las 6:00 de la mañana con contracciones. La enfermera, de nombre Juliana, la recibió media hora después, se limitó a tomarle la presión y le ordenó que saliera a caminar. No revisó la frecuencia de las contracciones ni cuántos centímetros llevaba de dilatación. No la vio un médico. Ante la insistencia de Irma respecto a los dolores que sentía, la enfermera le reiteró que tenía que caminar, la condujo fuera del centro de salud y le cerró la puerta. Irma alcanzó a dar unos pasos hacia el jardín cuando su bebé nació.

No obstante lo anterior, la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca (CEAMO) decidió este miércoles 30 de octubre que el personal médico del centro de salud de San Felipe Jalapa de Díaz no tiene responsabilidad en el caso de Irma ni en el de Cristina López Durán, cuyos bebés nacieron en el patio de esa instalación. El argumento del presidente del CEAMO, Mario Constantino Bustamante del Valle, es que no hubo negligencia médica. Para él se trataron de “eventos fortuitos que salen de la competencia; los médicos tienen que dar un servicio eficiente, de calidad, oportuno y profesional, suceden estos detalles, bueno, hay niños que nacen en taxis, en las escaleras, en la puerta del hospital, porque son eventos fortuitos y esperamos que no se repitan”.

El servicio médico “eficiente, de calidad, oportuno y profesional” del que habla Bustamante del Valle no es el que recibió ni el que sigue recibiendo Irma. Es más, desde ese 2 de octubre, que fue enviada a su casa con su hijo, no ha podido obtener una cita para que revisen a su bebé, a quien por lo menos ese día le pusieron las vacunas que le tocaban. No sabe si tiene buen peso o estatura, aunque confía en que todo esté bien.

Tampoco ha podido obtener una consulta para evaluar los métodos de control natal, porque después de tres hijos ella y su marido ya no quieren tener más, informa Irma en entrevista telefónica. “En una de las dos consultas con el doctor me habló de una operación, pastillas o ponerme algo para no tener más hijos, pero la enfermera no me dice para cuándo me darán la cita, sólo me dice que no hay”.
Lo que sí ha obtenido Irma del personal médico del centro de salud de San Felipe Jalapa de Díaz ha sido amenazas. Una de las enfermeras le hizo saber que si continúa con su demanda en contra del personal médico “la pueden dar de baja de Oportunidades”, programa por el que Irma recibe mil 350 pesos al mes, que es con lo que vive la familia en lo que se da la cosecha. Irma es asesorada legalmente por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) porque quiere que algo cambie en su comunidad.

“Un día mi familia, mis hijos, van a necesitar atención médica y no quiero que pasen por lo que yo pasé. No es justo la forma en que vivimos ni cómo nos tratan. Por eso insisto”, expresa. “No quiero que la enfermera y los médicos del centro de salud se zafen de su responsabilidad. Les pagan para atendernos, no es justo que se queden tan contentos con el servicio que dan”.

La hija mayor de Irma, de 5 años, nació en una clínica del IMSS cercana a su comunidad, sin ningún problema. Con su segundo hijo, de 3 años, ya no tuvo derecho a ser atendida en el Seguro Social por lo que fue asistida en su casa por la enfermera de un consultorio cercano de la Secretaría de Salud. Con el tercer embarazo no tuvo suerte, porque a eso se remite la atención médica en su comunidad.

No quiere exponerse a un cuarto embarazo y parto, pero nada garantiza que recibirá la atención médica que requiere y eso es lo que Irma quiere cambiar.

Por ello se reunirá el próximo lunes 4 de noviembre con el equipo jurídico de GIRE, a fin de presentar una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Oaxaca, independientemente de la investigación de oficio que esta instancia ya sigue. La estrategia legal busca que se reparen los daños cometidos en contra de los derechos sexuales y reproductivos de Irma, al tiempo que la Comisión determine medidas de no repetición y el estado de Oaxaca se vea forzado a hacer cambios estructurales en sus centros de salud y hospitales para que ninguna otra mujer pase por algo así. No se tomará en cuenta la decisión de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico, de la cual existen numerosas quejas por defender mayoritariamente al personal médico denunciado, de acuerdo con GIRE.

Queda pendiente la decisión de Irma de presentar una queja administrativa en contra del personal médico del centro de salud. Esta medida tiene el inconveniente de que el procedimiento se inicia dentro del mismo centro, que se convierte así en juez y parte de la investigación.

En marzo de 2014 el gobierno de Oaxaca ofreció una disculpa por la negligencia
El gobierno del estado de Oaxaca ofreció una disculpa el lunes a una mujer indígena que se vio forzada a alumbrar en un jardín afuera de un centro de salud después de que una enfermera le negó la atención médica.

El caso de Irma López, una indígena mazateca de 29 años, atrajo la atención nacional debido a una fotografía en la que aparece en cuclillas recargada a una pared y aún ligado a ella por el cordón umbilical y su bebé en el pasto. La imagen fue ampliamente circulada por medios sociales originó que otros casos salieran a la luz en los últimos meses con fotos y videos de alumbramientos, principalmente en el estado de Oaxaca, pero también en Puebla y Chiapas.

El secretario de Salud de Oaxaca, Germán Tenorio reconoció la responsabilidad "por la inadecuada atención médica" a Irma Lopez y a su bebé durante el parto en octubre en el poblado de San Felipe Jalapa de Diaz.

"El estado de Oaxaca pide perdón a Irma López Aurelio y a su menor hijo", dice el comunicado.

Tenorio dijo que la disculpa se debe a la recomendación que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió en enero para reparar el daño a López. La comisión además recomendó al estado que los hospitales y clínicas capaciten a su personal sobre los derechos humanos.

López llegó una hora y media antes de dar a luz con fuertes contracciones pero relató que una enfermera le dijo que aún no estaba lista porque sólo tenía ocho meses de embarazo. Se le rompió la fuente poco después.

Activistas han reclamado la falta de acceso a recursos de salud para comunidades indígenas. La semana pasada, defensoras de los derechos de las mujeres que representan a López acudieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, para denunciar lo que calificaron como un patrón de rechazo a indígenas embarazadas en hospitales, clínicas y centros de salud que las obliga a dar a luz en la calle.

El Grupo de Información en Reproducción Elegida ha informado que se tiene documentado al menos 20 casos de mujeres que alumbraron justo afuera de hospitales o centros de salud debido a que no había espacio o personal capacitado.