Del sexo en cine a la butaca

2017 0119 | La vieja sala cinematográfica de la 17 poniente, en el Barrio de Santiago, se ha vuelto referente para los encuentros ocasionales en Puebla
  
“Alguna pareja o chico (a) que me acompañe al Cine Teresa”, es una de las invitaciones que se lanzan a través de las redes sociales–como twitter- por parte de quienes acuden a esta sala dedicada a la proyección de películas pornográficas en la ciudad de Puebla.


El “Teresa” se ubica en la calle 17 poniente, entre 23 y 25 sur, en el Barrio de Santiago, y se ha vuelto referente de aquellos que buscan un encuentro ocasional, debido a que no prohíben mantener relaciones sexuales en su interior.

Hace varias décadas, este inmueble que está a media calle del panteón de La Piedad, fue utilizado como un cine convencional en donde películas como El Exorcista, La Sombra del Amor o La Guerra de las Galaxias, se proyectaban para las familias que gustaban del séptimo arte.

Con la llegada de los corporativos cinematográficos, el Teresa vio su decadencia. Sin embargo, en la pornografía encontró su forma de sobrevivir y hoy en día es uno de los pocos sitios en ofrecer este tipo de contenido en la Angelópolis.

30 pesos por la función en pantalla y en butacas

La tarifa para entrar al cine es de 30 pesos, sin embargo existe una promoción de 50 pesos para aquellos que vayan en pareja.

Al ingresar al sitio, salta a la vista que el inmueble ha sido víctima del paso de los años y del olvido. Un póster de la película Mujer Bonita se encuentra en medio de la pared principal.

La sala en la que se proyectan las películas pornográficas tiene dos accesos que están cubiertos por una cortina de color negro. La permanencia es voluntaria ya que no se exige salir a una hora en específico.

Mantienen relaciones sexuales al interior del inmueble

Aunque también acuden parejas heterosexuales, en su mayoría son hombres quienes ingresan a la sala y mantienen relaciones sexuales en el inmueble.

Este martes dos hombres practicaban sexo oral sin importar que a su alrededor otros varones los observaran.

Hay quienes se acercan con cautela a los que permanecen solitarios para preguntarles si quieren tener algún encuentro, sin embargo algunos desisten de las propuestas.

A pesar de la actividad fuera de la pantalla, la sala mantiene un ambiente tranquilo y parte de los asistentes sólo acude a observar la proyección.

Después de asistir a las funciones, los mismos que lanzaron las invitaciones en redes sociales presumen sus experiencias en twitter e intentan encontrar a una nueva pareja.

Común para los vecinos

Durante el recorrido, se observó que para los vecinos de la zona es común la entrada y salida de personas al Cine Teresa, ya que la mayoría no presta atención a los visitantes que entran a este sitio. Los que acuden pasan desapercibidos entre los peatones que caminan por la 17 poniente.