A más de 57 millones de pesos la fortuna del JJ

  • Corrupción, impunidad y descaro el aspirante a gobernador por MORENA y presidente municipal de San Pedro Cholula.

Este día los periodistas Mario Galeana, Ignacio Juárez y Mario Alberto Mejíam del periódico 24 Horas Puebla documentaron más de 50 millones de pesos en propiedades que no fueron reportadas en el 3x3.

Espinosa omitió en su declaración 3de3 que sus predios reportados son contiguos por formar parte de un polígono de más de 36 mil m2, así como la existencia de infraestructura que incluye un hotel, jardín de fiestas y el colegio Montessori de Atlixco, revela investigación.

El alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, habría ocultado una fortuna de 54.3 millones de pesos a través de una intrincada estrategia que incluiría el uso de documentos apócrifos, ocultamiento de infraestructura física, cesiones de derechos, compras millonarias en efectivo y hasta reportes contradictorios en las declaraciones patrimoniales de la plataforma 3de3.

En esta estrategia de ocultamiento, en la que se encontraría involucrada Nancy de la Sierra Arámburo, su esposa, el alcalde consiguió que en sus reportes de patrimonio no exista conexión entre cuatro propiedades: el Colegio Montessori de Atlixco, un exclusivo hotel con temazcal, un jardín de fiestas y un predio de uso agrícola, de acuerdo con un voluminoso expediente que documenta todas las supuestas anomalías del presidente municipal al que tuvo acceso 24 Horas Puebla.

En 2013, Espinosa Torres reportó un patrimonio de 4.5 millones de pesos. Tres años más tarde, enquistado en la presidencia de San Pedro Cholula y en la puja por la candidatura de Morena al gobierno de Puebla en 2018, el edil reconoció que su riqueza se había multiplicado casi tres veces, al contabilizarse en 12.2 millones de pesos.
De no ser por una declaración que dio tan sólo dos meses atrás y por los documentos a los que tuvo acceso a este diario, su fortuna se estimaría en el reporte oficial y no en lo que la investigación descubrió: 54.3 millones de pesos.

Las cuatro hectáreas

Corría el fin del mes de enero de 2017. José Juan Espinosa Torres abría a los medios su santuario: una finca que “se divide en tres partes que abarcan una extensión de aproximadamente cuatro hectáreas”, según dijo al portal Municipios Puebla, tras otorgar al medio un recorrido por la propiedad.

La finca, reconoció, incluye “un área de jardines llamada La Reunión” y una superficie para el desarrollo agrícola con “árboles de aguacate, fresno, jacarandas y laurel; además de unos corrales con 92 borregos”, detalló.

Era, sí, un santuario. En las fotografías que acompañaron el recorrido, José Juan posaba sonriente, montado sobre Baluarte, su caballo favorito, o recorriendo los corrales junto a Rojo y Spot, los dos perros que ayudan al pastoreo.

Lo que no declaró entonces –ni nunca– es que en la finca de casi 40 mil metros cuadrados se encuentran un hotel de lujo, un jardín de fiestas y, por si fuera poco, el Colegio Montessori de Atlixco.

En realidad, el presidente municipal y su esposa son propietarios de un polígono con una superficie de 36 mil 226.9 metros cuadrados, que tiene un valor comercial total de 54.3 millones de pesos, de acuerdo con el expediente al que tuvo acceso esta casa editorial.

La intrincada estrategia del matrimonio Espinosa-De la Sierra habría consistido en la fragmentación del polígono en cuatro predios distintos, para así reducir el valor de la superficie y minimizar la riqueza que poseen ante sus declaraciones patrimoniales.

Y la historia inicia cuando un presunto defraudador aparece en escena.

Un fraude sostiene un colegio

El 12 de agosto de 2008, Espinosa Torres compró a Gerardo Manzur Yadeun Angulo un terreno de tres mil 516 metros cuadrados donde sería inaugurado tres años más tarde el Colegio Montessori de Atlixco, de acuerdo con el expediente que incorpora copias del contrato de cesión de derechos.

Según el acta notarial, el ex diputado local por Convergencia pagó a Yadeun Angulo un millón 200 mil pesos en efectivo por el terreno. Sí, en efectivo.

Ese mismo terreno sufriría, cuatro años más tarde, el único caso reconocido de depreciación de plusvalía, pues en la declaración patrimonial de 2012, Espinosa Torres asegura que el metro cuadrado del terreno es de 97.99 pesos: 250% menos que en su primera transacción.

Además, el destino pintaría cursos distintos para el comprador y el vendedor. Muy distintos: Espinosa Torres repetiría en el Congreso del estado en 2010, mientras que Yadeun Angulo fue detenido el 14 de mayo de 2009 por el delito de fraude, según consta en el proceso 102/2009 radicado en el Juzgado Penal de Cholula.

Pero detrás de la compra de este terreno también se encuentra otro pasaje oscuro. Para conseguir el aval de la SEP y obtener la clave educativa del Colegio Montessori Atlixco, el alcalde y su esposa Nancy de la Sierra habrían simulado una donación sólo de una fracción del predio cuya superficie asciende a nueve mil 684 metros cuadrados.

En el documento, signado el 3 de abril de 2009 –cuya copia notarial obra en el expediente–, Espinosa Torres “cede” tres mil 516 metros a De la Sierra Arámburo en un contrato privado, y, así, consigue que las autoridades avalen su colegio, que tiene como propietarios –según el acta constitutiva– a la ex delegada de Prospera en Puebla, a su hermano Óscar de la Sierra Arámburo, su mamá Lilia Arámburo Agüera, y a Alicia Romero Díaz, vocal “A” del plantel educativo. También aparece el hoy alcalde de San Pedro Cholula.

Paradojas. Para 2016, Espinosa Torres diría en su declaración patrimonial que su esposa no percibe ningún tipo de ingresos: es sólo “voluntaria” y no dueña de un colegio donde los gastos por alumno pueden ser de 68 mil pesos para preescolar y de 93 mil pesos para nivel secundaria, si se contempla inscripción, material didáctico requerido a padres de familia, 11 meses de colegiatura, uniforme obligatorio, alimentos y un campamento anual.

Sin embargo, en abril de 2011, De la Sierra Arámburo logró la escrituración del predio total de nueve mil 683 metros cuadrados, por una transacción de dos millones de pesos, es decir, 206.52 pesos por metro cuadrado, según se desprende de la declaración patrimonial que José Juan rindió en 2012 siendo diputado local por el partido Convergencia.

Para complicar aún más el rastro de la propiedad del predio, en mayo de 2016, poco antes de que Espinosa Torres presentara su segunda declaración patrimonial, su esposa donó a sus dos hijos menores de edad 75% de esta superficie y sólo reconoció un terreno de dos mil 500 metros cuadrados, que es donde se encuentra la escuela Montessori.

Escabulléndose entre las lagunas de la declaración 3de3, Espinosa Torres omitió por completo dar a conocer que en este terreno propiedad de su esposa se encuentra, precisamente, el colegio educativo.

Y que la institución, la donación a sus hijos y otros tres terrenos más forman, en realidad, un solo polígono: su santuario de casi cuatro hectáreas.

El jardín de fiestas y el hotel

En el expediente atisbado por quienes esto escriben, se indica que Espinosa Torres es también propietario de dos terrenos, pero omite señalar que allí se encuentra un jardín de fiestas denominado La Reunión y un exclusivo hotel llamado El Rancho, donde la renta de habitaciones supera los mil 800 pesos.

Sumado al terreno donde se ubica el colegio educativo, los tres predios tendrían un valor de 46.7 millones de pesos, y poseen cancha de futbol, temazcal y alberca, de acuerdo con el valor comercial contabilizado en dicho expediente.

El matrimonio Espinosa-De la Sierra renta el jardín de fiestas por 15 mil pesos; sin embargo, si se requiere el uso de la alberca y el temazcal, el costo sube a 25 mil pesos.

En el expediente se recoge el testimonio de un usuario que solicitó información del jardín de fiestas, y al que Lorena Acevedo Lobato, administradora del colegio Montessori, le ofrece la posibilidad de expedir una factura por la contratación de los servicios, pero bajo la razón social de la institución educativa y no por el salón de fiestas o el hotel.

En su más reciente declaración patrimonial, Espinosa Torres omite por completo dar a conocer que en estos terrenos se encuentran un hotel y un jardín de fiestas.

En su listado de bienes, el alcalde reconoce un terreno de tres mil 42 metros cuadrados adquirido en 2012 por 300 mil pesos.

También asume la propiedad de un terreno de seis mil 643 metros cuadrados, que supuestamente adquirió en 2013 por 651 mil 14 pesos.

Sobre esta última propiedad pesan inconsistencias, pues su declaración patrimonial indica que se encuentra en San Pedro Cholula, pero su declaración de intereses señala que se encuentra en Atlixco.

Pero son, en todo caso, reportados como lotes baldíos pese a que allí se encuentra la lujosa infraestructura para el esparcimiento.

El rompecabezas

El rompecabezas que el matrimonio Espinosa-De la Sierra convirtió su santuario finaliza con un terreno de desarrollo agrícola de 17 mil 112 metros cuadrados que tiene hoy un valor comercial de 7.6 millones de pesos, de acuerdo con estimaciones registradas en el voluminoso expediente.

El alcalde de San Pedro Cholula, sin embargo, reduce al máximo la valía del terreno y, en su declaración patrimonial de 2016 –disponible en el sitio web del Ayuntamiento– indica que tiene un costo de 500 mil pesos, es decir, 29.21 pesos por metro cuadrado.

Espinosa Torres declaró a los medios que en este predio se cosecha lo que da de comer a su ganado, además de que hay árboles de aguacate, fresno, jacarandas y laurel.

Fotografías aéreas de la propiedad prueban que la superficie no posee rastros de producción agrícola y que, inclusive, un camión distribuidor entrega, de manera semanal alimento marca Ganador, para sus cinco yeguas, cinco potros y tres caballos.

Allí, el munícipe construyó la morada de Artista, Visión, Fenómeno y Baluarte, a los que sí incluyó en su declaración patrimonial.

Las pruebas

Un expediente de más de 100 hojas documenta con testimonios, copias de escrituras, fotografías aéreas, la revisión de las declaraciones de bienes de Espinosa Torres y su esposa el patrimonio millonario de esta pareja: