Baches

Fauna Política
Caer en un bache les costó una llanta y la vida
Por Rodolfo Herrera Charolet

La noche del domingo 3 de diciembre, en la ciudad de Puebla, dos jóvenes; Jesús de 28 años y Karina de 25 perdieron la vida, cuando pretendían cambiar una llanta de su auto que se averió tras caer en un bache en el periférico ecológico, el mismo que meses antes recibió una inversión millonaria del anterior gobierno.
La pareja circulaba a bordo de su auto a la altura de la colonia Chapultepec, con sentido a Valsequillo, cuando repentinamente cayeron en un bache oculto bajo el espejo de agua que se había formado. Cuando intentaban cambiar el neumático otro auto que esquivó el bache los atropelló para matarlos instantáneamente. Sus cuerpos sobre el asfalto mojado fueron recogidos por el SEMEFO después de la media noche.
Un fatal accidente, que pudo ser evitado, desde luego si la millonaria inversión que se realizó en la construcción de una ciclo pista en dicha vía, se hubiera destinado en recarpetear o cambiar a concreto asfáltico algunos de sus tramos. Sin embargo la vanidad y el descaro de hacer obras de relumbrón de un gobierno preocupado por la apariencia resultaron ser monumentos a la ineficiencia, al abandono y un ejemplo de irresponsabilidad pública.
Con datos por ahora no oficiales, el gobierno estatal invirtió más de 800 millones en 61 kilómetros de ciclo vías, aunque en la Ciudad de México se hicieron con menos inversión más de 140 ciclo pistas. Poco importa ahora si resultaron obras caras, si son bonitas o simplemente fueron medios para canalizar recursos públicos para otros asuntos. Lo cierto, lo que importa, es saber si existe una forma de evitar estos abusos en el futuro, porque la justicia en su lento caminar y su débil brazo, está sujeto a la oportunidad y acuerdo político.
Por ahora, lo único que queda es sumar las dos muertes al guarismo que lleva la cuenta de la tragedia, la misma que pudiéndose ser evitada sigue nutriendo las cifras de la injusticia. Pero el comentario favorable a las obras de relumbrón y otras mentiras se alimenta por el comentario tonto de algunos que afirman “que bonito”, mientras los deudos entierran a sus muertos, alguna vez, seres queridos, cuando caer en un bache les costó una llanta y la vida.

¿O no lo cree usted?