No pueden enterrar a muertos por explosión en Tlahuelilpan

Una superstición impide que los habitantes de Tlahuelilpan, Hidalgo, entierren los cuerpos de las víctimas de la explosión en una ampliación del cementerio municipal.

12 de febrero de 2018

Los habitantes de Tlahuelilpan creen que si entierran en los nuevos terrenos del cementerio municipal los cuerpos de las personas que murieron en la explosión, fallecerán todos los integrantes de la familia del que lo haga o que ocurrirá una tragedia en la localidad.

Hasta el momento, los reportes indican que han muerto 130 personas debido a la explosión de una toma clandestina en un ducto de Petróleos Mexicanos.

Las autoridades municipales aseguran que en el panteón municipal ya no hay lugar para ningún cuerpo y que los últimos 30 lugares ya fueron ocupados.

El gobierno municipal consiguió un nuevo terreno para construir una ampliación del cementerio, pero debido a sus creencias la gente se niega a enterrar a sus familiares.

Juan Pedro Cruz, alcalde de Tlahuelilpan, aseguró que ya tiene la autorización de los dueños del terreno para comenzar a utilizarlo como cementerio.

“Tengo la autorización verbal de los dueños de ya poder empezar a sepultar. Estamos hablando de una ampliación”.

En una nota que publicó el noticiero En Punto, de Denise Maerker, de Televisa, se indica que los nuevos terrenos ya están listos para ser utilizados.

Juan Pedro Cruz, alcalde de Tlahuelilpan, le dijo a Televisa que las creencias de la gente no han permitido enterrar a ninguna persona en los nuevos terrenos.

“Las partes que están rayadas, por ejemplo aquí donde yo estoy caminando, va a ser un andador, de esa manera lo hemos distribuido”.

“Lamentablemente los ideales o las creencias de la gente no han permitido sepultar a ninguna persona porque tiene la creencia que el primero que caiga ahí se lleva a toda la familia, algunas peticiones de que no era un campo santo”.

El alcalde pidió al sacerdote de la comunidad que hablara con los habitantes para convencerlos de utilizar los nuevos terrenos del cementerio, pero hasta el momento nadie ha aceptado.

José Marcelino Valdez, sacerdote de Tlahuelilpan, indicó que invitaron al obispo y que bendijeron el lugar y le explicaron a la gente que no era un nuevo cementerio, sino que sólo se había ampliado.

“Primero le indicamos a la gente que se iba a hacer la bendición, que no es un nuevo panteón puesto que está junto al otro. Invitamos al señor obispo, recorrió todo el predio, con la bendición de agua bendita”.

“Hasta ahorita las más de 30 personas que se han sepultado han sido tumbas que se han vaciado y ahí metido los restos, de hecho a la gente se le dice que ya para tumbas nuevas ya no hay cupo”.

“Existe la creencia de que el primero tiene que ser al centro, tiene que ser de pie, que si no se va a llevar a la familia, pasa otra desgracia. Dejemos de lado todas esas creencias que llegan casi a una superstición”.