Diputado Huerta: De la Curul a la una Celda 4-1

 La Celda 4-1 será el “hogar” de Saúl Huerta durante el tiempo que se desarrolle su juicio por abuso sexual y violación a un menor de edad; en ella, otros personajes importantes de la política, el deporte y la delincuencia, pasaron sus días tras las rejas, aislados del resto de los presos de Reclusorio Oriente para evitar que agredidos.


En aquel espacio que tiene una dimensión aproximada de 15 metros cuadrados, el exgobernador de Sonora, Guillermo Paredes; el futbolista Renato Ibarra y uno de los capos de la Unión Tepito, Roberto Moyado Esparza “el Betito”, pasaron sus días tras las rejas en un área del penal conocida como “Ingreso”.

El periodista Óscar Balderas logró contactar a algunos ex presos del Reclusorio Oriente para que detallaran cómo será la vida de Saúl Huerta los próximos meses mientras se determina cuál es su estatus legal, mostrando la cruda realidad al interior del penal en donde impera la corrupción, la soledad y el frío.

Los pensamientos suicidas son inevitables, según relata Pedro N. un ex convicto del penal. Durante los primeros días de prisión es cuando se presentan con más frecuencia ante el golpe de realidad que representa el saber que tus conocidos, familiares y amigos seguirán con sus vidas mientras la tuya se ve pausada en un pequeño cuarto.

Según relatan que, en particular, la celda 4-1 es demasiado fría durante el invierno pues debido a que se encuentra en un área especial del reclusorio no recibe ni un rayo del sol a lo largo del día, por lo que las temperaturas suelen sentirse aún más bajas de lo que marca el termómetro, haciendo imposible dormir si no es con chamarras y botas.

Matar el tiempo es lo mejor que pueden hacer mientras están encerrados, pero en el caso de Saúl Huerta será una labor compleja ya que debido a su condición de diputado y también al hecho de que fue detenido por la supuesta violación a un menor de edad corre un mayor riesgo de ser agredido por los reos.

Esto conlleva a que el poblano se encuentre en una especie de aislamiento al interior de la prisión, en donde no se le permitirá tomar clases, talleres o participar en alguna actividad que hay en el penal y solo podrá hacer ejercicio en su celda o recibir libros por parte de su familia para poder hacer que el tiempo pase más rápido tras las rejas.