Contaminación
del Atoyac un problema grave de salud pública
Aumentan considerablemente los casos
de enfermedad renal crónica (ERC) en jóvenes y de leucemias agudas infantiles
en municipios de la CAA.
Reportaje
de: Rodolfo Herrera Charolet
2
de julio de 2024
Un
estudio realizado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y
Tecnologías (CONAHCYT), dado a conocer en octubre de 2023, reveló que Puebla y
Tlaxcala tienen las tasas más altas de mortalidad por enfermedades renales en
jóvenes, producto de los contaminantes del río Atoyac.
Los
casos de enfermedad renal crónica (ERC) en jóvenes y de leucemias agudas
infantiles se relacionan con la exposición a tóxicos y procesos contaminantes,
de acuerdo con el Primer informe estratégico cuenca del alto Atoyac (Tlaxcala y
Puebla): considerada una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA).
Sumado
a esto, informaron que las sustancias que se encuentran en el Atoyac, también
provocan leucemias agudas en las nuevas generaciones.
Estudios realizados:
Un
biomonitoreo realizado por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados
del Instituto Politécnico Nacional entre adolescentes radicados en el centro de
Tlaxcala se detectó que 66% de los afectados fueron expuestos a altas
concentraciones de arsénico, 39% a níquel, 37% a plomo, 81% al plaguicida
malatión y 76% a los herbicidas glufosinato y picloram.
Otro
análisis, elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México en los
municipios tlaxcaltecas de Españita y Apizaco, se encontró que 50% de la
población se encuentra expuesta a altos niveles de cadmio, plomo y cromo.
El
biomonitoreo más, efectuado por el Instituto Mexicano del Seguro Social entre
alfareros de Españita, San Pablo del Monte, San Salvador Tzompantepec y La
Trinidad Tenexyecac, se encontró que 86% están expuesto a concentraciones de
plomo que exceden el máximo permitido.
Los
investigadores ambientales sostienen que la mezcla de esos elementos y
sustancias causa efectos nefrotóxicos, neurotóxicos, de disrupción endocrina y
carcinógena.
Municipios con mayor incidencia
El
Río Atoyac nace en la Sierra Nevada del volcán Iztaccíhuatl y se prolonga a lo
largo de 200 kilómetros de longitud hasta terminar en la presa de Valsequillo.
Pasa por 47 municipios de Tlaxcala y 22 de Puebla.
La
población en la Cuenca Alta del Atoyac (CAA) asciende a un millón 133 mil 149
habitantes de 47 municipios de Tlaxcala (79.5% de la población total de la
entidad) y dos millones 844 mil 364 habitantes de Puebla, lo que equivale a
casi la mitad de la población total poblana.
La
enfermedad renal crónica es uno de los focos rojos de la región, atribuido
directamente a la alta contaminación. En esta zona, la ERC ha afectado, sobre
todo, a los jóvenes de entre 20 y 24 años. Para este grupo etario, la tasa de
mortalidad se incrementó 58% en la última década.
En
los municipios con mayor incidencia de leucemia aguda en población menor de 20
años son; San Pedro Cholula, San Pablo del Monte, San Martín Texmelucan, Tlahuapan,
Acajete, Amozoc, Chignahuapan, Teziutlán, Tlatlauquitepec y Chiautempan. En
donde el 41% de los afectados son menores de 20 años por leucemias agudas en
Puebla y Tlaxcala, residen en la CAA.
·
San Pedro Cholula.
·
San Andrés
Cholula
·
Ocoyucan
·
Coronango
·
Juan C. Bonilla
·
Puebla
En
el vecino estado de Tlaxcala:
- ·
Papalotla de
Xicohténcatl
- ·
Tenancingo
Esta
enfermedad, es causada principalmente por contaminantes como arsénico, plomo,
cromo, cadmio y mercurio.
En
cuanto a un estudio poblacional donde se proyectan municipios de Puebla con
mayor incidencia en población menor de 20 años con Leucemias Agudas.
En
esta lista, el 58% de la población presenta leucemias de alto riesgo, mismas
que se identificó en las siguientes localidades:
·
San Pedro Cholula.
·
San Martín
Texmelucan.
·
Tlahuapan.
·
Acajete.
·
Amozoc.
·
Chignahuapan.
·
Tlatlauquitepec.
·
Teziutlán.
Casos
de ERC por contaminantes en el Atoyac
En
el caso de enfermedades renales crónicas (ERC), que son causadas por sustancias
tóxicas de la CAA, los municipios más afectados son pertenecientes al estado de
Tlaxcala, donde se reportaron 65 sustancias orgánico-sintéticas detectadas en
el río:
·
Acuamanala de
Miguel Hidalgo
·
Mazatecochco de
José María Morelos
·
San Francisco
Tetlanohcan
·
Teolocholco
·
Papalotla de
Xicohténcatl
·
Tenancingo.
El
Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) en su primer
informe estratégico CAA (Tlaxcala y Puebla): Región de emergencia sanitaria y
ambiental; problemática socioambiental y recomendaciones para su atención
integral, Dichos tóxicos, emitidos por las industrias asentadas en la cuenca,
principalmente del ramo automotriz, eléctrico, químico y textil, entran en el
organismo de los pobladores por agua, tierra y aire. Advierte que en los
últimos años, se prendieran las alarmas por el incremento en la mortalidad de
jóvenes de la región debido a casos de ERC.
Dichos
tóxicos, emitidos por las industrias asentadas en la cuenca, principalmente del
ramo automotriz, eléctrico, químico y textil, entran en el organismo de los habitantes
por agua, tierra y aire.
Un problema conocido
El
origen de la contaminación parte de la creación de los corredores industriales
y en una planta petroquímica, fuente de trabajo para algunas personas de la
región, que antes se dedicaban a la agricultura, indica un estudio realizado
por el Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental, del Instituto
de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.
Antes
de la llegada de esas empresas, a principios de los años 90, el cuerpo de agua
ya estaba dañado, principalmente por las descargas municipales; sin embargo,
desde hace algunos años la contaminación de la región se diversificaron con las
descargas industriales.
Las
empresas textiles derraman aguas de un colorante que se utiliza en el teñido de
la mezclilla, llamado índigo, así como de hipoclorito de sodio, sustancia con
la que la blanquean.
El
estudio indica que en el río había concentraciones muy altas de cloroformo, de
diclorometano y tolueno.
El
origen de cada sustancia es diferente. Una viene de la industria petroquímica y
de la pintura, en la que emplean solventes. El diclorometano se utiliza también
como solvente, desengrasante, para extraer otros compuestos, en la industria
del plástico, y en general, tiene un amplio uso.
A
decir de las empresas, afirman que no utilizan cloroformo, sin embargo se encontró
en las aguas del río. Esto se debe a que el hipoclorito de sodio usado para
blanquear las telas al ser arrojado a las aguas del río reacciona químicamente
y forma cloroformo.
En
el 2004 el Centro fray Julián Garcés, solicitó a la UNAM documentar la
situación del río. El equipo de investigadores hizo un estudio en el que
emplearon biomarcadores de genotoxicidad para ver si había un efecto. La población
que está expuesta a los contaminantes podría experimentar daños en las células,
en su ADN.
Los
biomarcadores son útiles para prevenir el cáncer. Empezaron a usarse en
ambiente ocupacional porque los trabajadores están expuestos a compuestos
cancerígenos que se usan en la industria. Bajo reglamentaciones internacionales
se utiliza extensamente en la Unión Europea y se ha trasladado su análisis del
ámbito ocupacional al ambiente externo.
En
un terreno ocupacional, la medicina del trabajo implementó medidas de seguridad
con el uso de señalamientos de sitios donde se manejan sustancias peligrosas o
tóxicas, con el etiquetado de los compuestos para prevenir accidentes, con
cursos de capacitación y concientización, además de proveer a los obreros el
adecuado equipo de protección para evitar la exposición por cualquier vía:
dérmica, respiratoria o ingerida.
En
otras empresas, particularmente las textiles, no nos reportaron el uso de
dispositivos de seguridad para el trabajador.
El
problema surge en el momento que estos compuestos químicos abandonan el
ambiente ocupacional y llegan al general en donde no hay señalamientos ni
entrenamiento para su uso, ni siquiera información de su presencia en el aire,
el suelo o el agua, en donde los animales y las plantas son las víctimas
adicionales.
Estudio de la IIBm de la UNAM
Los
investigadores de la IIBm de la UNAM realizaron el estudio de genotoxicidad en
poblaciones cercanas al cuerpo de agua para establecer cómo es la exposición en
sus habitantes.
Tomaron
muestras de sangre a un grupo de las comunidades más alejadas del río
(población A) y a otro que residía cerca (población B). También incluyeron a
uno de estudiantes de la UNAM en el D.F. (población C). “Éste fue el grupo
control”.
Se
hicieron cultivos de células sanguíneas, y se encontró una frecuencia elevada
de micronúcleos, que son rompimientos cromosómicos. Al romperse un cromosoma se
pierde material genético. Si es un gen necesario para la sobrevivencia de la
célula, ésta muere, pero si no lo es, sigue viva pero con una mutación, que
puede ser el inicio de un proceso cancerígeno.
Se
observó que la frecuencia más baja de este tipo de daño fue en la población C.
La B presentaba una frecuencia tres veces mayor que la C, y la A, ligeramente
menos daño que la B.
Según
los resultados, la gente que vive en la zona tiene más daño de micronúcleos,
pero el más fino, los rompimientos de cromosomas, que establecen un ciclo que
se relaciona mucho más con el proceso de cáncer, se origina cerca de donde
descargan las industrias.
Los
habitantes de esta región están expuestos crónicamente, de cuerpo entero, a
estos contaminantes, lo que incrementa su riesgo de enfermar, en principio de
cáncer, pero recientemente se ha comprendido que la exposición a tóxicos puede
dañar no sólo al ADN, sino a todo el mecanismo de expresión de genes.
El
estudio indica que si la exposición a sustancias químicas altera a este último,
entonces el riesgo de enfermedad, no sólo de cáncer, es infinitamente mayor,
por lo que es necesario monitorear a estas poblaciones permanentemente, para
establecer cuáles son las afecciones que deben ser atendidas en sitios que
surgen en el país a raíz de la intensa industrialización de las zonas rurales.
Declaratorias oficiales:
Aunque
en 2011, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) publicó una Declaratoria de
Clasificación de los ríos Atoyac y Xochiac, estableciendo metas de calidad del
agua para limitar la descarga de contaminantes a la red fluvial. 13 años
después la contaminación de los afluentes continúa.
En
el año 2015, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la
Conagua clausuraron 27 industrias establecidas en la CAA, en Puebla y Tlaxcala,
debido a descargas contaminantes y el manejo indebido de los residuos peligros.
En
2017, el estudio realizado por la IIBm de la UNAM, durante seis años, fue de
utilidad para que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitiera
la recomendación 10/2017 respecto a la contaminación del Atoyac.
El
documento de la CNDH dice que la falta de saneamiento y el tratamiento
inadecuado de desechos industriales, además de un desordenado e intenso
crecimiento industrial, influyen directamente en la salud humana.
De
acuerdo con el más reciente monitoreo de aguas superficiales de la Conagua
(2022), el río Alto Atoyac se encuentra entre los más contaminados del país, en
semáforo rojo en materia de contaminación, pues no cubre uno sólo de los
criterios que implica su monitoreo, ya que recibe un alto volumen de descargas
industriales y municipales que convierte sus aguas en veneno.
Empresas contaminantes:
Una
de las causas es que alrededor de 22 mil empresas del corredor industrial que
se extienden en los 200 kilómetros de longitud descargan clandestinamente sus
desechos en este cuerpo de agua. Esto ha provocado que los residentes de las
comunidades cercanas desarrollen enfermedades como leucemia infantil,
insuficiencia renal y cáncer.
El
cáncer es la tercera causa de muerte en Puebla y en general en México, donde
cada año se detectan 195 mil casos nuevos de la enfermedad, según un estudio
difundido por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Los
informes añaden que el sector económico con más emisiones en la CAA es el
químico, mientras que la zona con mayor cantidad de emisiones y diversidad de
contaminantes es el Zahuapan, subcuenca del Atoyac ubicada en Tlaxcala.
El
mismo tiene un acumulado alto en emisiones de halocarbonos a la atmósfera del
Zahuapan; cianuro al agua en Nexapa y Zona Metropolitana de Puebla; además de
metales y metaloides en esta última demarcación, Zahuapan y Nexapa.
El
sector textil, de fibras e hilos, tiene el acumulado más alto de cianuro
reportado al agua y alcantarillado de la zona de Texmelucan, con un total de
123.19 toneladas; y también tiene reporte de metales y metaloides, por 54.8
toneladas al suelo en ese municipio y Zahuapan.
Por
otra parte, se indicó que de acuerdo al Registro de Emisiones y Transferencia
de Contaminantes (RETC) la industria automotriz tiene un acumulado histórico de
más de 613.76 millones de toneladas de bióxido de carbono emitidas a la
atmósfera en la Zona Metropolitana de Puebla;
y la química, de 8.29 millones de toneladas.
En
Tehuacán, las empresas de cemento y cal han emitido 24.92 millones de
toneladas; en Texmelucan, han sido 4.56 millones de toneladas de la emitidas
por la industria del petróleo y la petroquímica; y 4.76 millones de toneladas
por parte de empresas metalúrgicas en Nativitas, Tlaxcala.
Recomendaciones:
Éstas
son algunas de las sugerencias de las instituciones que han realizado los
estudios que evidencian la contaminación de la (CAA):
·
Actualización de
la declaratoria de clasificación que incluya los contaminantes considerados en
la Renameca e identificados en la cuenca en el periodo 2012-2020, y emprender
procedimientos legales de largo plazo, es decir reformas legales, con el diseño
de instrumentos de aplicación dirigidos a la actualización de las sustancias
tóxicas sujetas a reporte de la NOM-165-Semarnat-2015 y las sustancias sujetas
a planes de manejo especial de la NOM-161-Semarnat-2013, además de reajustar la
NOM-165-Semarnat-2013, misma que debe ampliar el número de sustancias de
acuerdo con los criterios más estrictos vigentes internacionalmente.
·
Crear un
organismo para el diagnóstico de la salud pública ambiental.
·
Crear una red de
monitoreo ambiental en la zona.
·
Declaración de
región como zona prioritaria de investigación y atención sanitaria, ambiental y
social.
·
Diseñar un plan
de respuesta ambiental a partir de la información acumulada hasta ahora y con
la que arroje el monitoreo de la red fluvial, la atmósfera y el suelo.
·
Establecer
unidades médicas móviles enfocadas en la detección temprana de enfermedades
como leucemias y ERC.
·
Implementar un
programa de tamizaje para la detección temprana de enfermedad renal crónica
(ERC).
·
Instaurar un
programa de análisis químico atmosférico para sustancias orgánicas sintéticas,
plaguicidas y partículas suspendidas.
·
Vigilar la
presencia de metales pesados y plaguicidas en hortalizas y otros alimentos.
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