Familia pierde todo tras incendio en casa nueva en Cuautlancingo
Tragedia en Galaxia Almecatla: madre e hija mueren en incendio, el gobierno de Cuautlancingo llega tarde… otra vez
El incendio de una vivienda en el Fraccionamiento Galaxia Almecatla, en el municipio de Cuautlancingo, dejó un saldo devastador: una madre y su hija perdieron la vida, junto con varios animales de compañÃa. Más allá del dolor de la pérdida, la tragedia expone —una vez más— el abandono institucional y la falta de capacidad del gobierno municipal encabezado por Omar Muñoz Alfaro.
Según relataron vecinos del lugar, la familia apenas se habÃa mudado a la casa. No contaban con servicio de energÃa eléctrica, por lo que usaban veladoras para alumbrarse, lo que habrÃa provocado el siniestro. Las llamas consumieron rápidamente el interior de la vivienda. Aun asÃ, lo más alarmante no fue el fuego, sino la demora de los servicios de emergencia: Protección Civil, bomberos y policÃa municipal llegaron tarde, en una respuesta que muchos calificaron de negligente.
➡️ El fuego se propagó mientras los gritos de auxilio eran ignorados por un sistema que, en Cuautlancingo, parece colapsado.
Videos grabados por los propios vecinos muestran cómo el fuego se extendÃa mientras pedÃan ayuda desesperadamente. Al llegar, las autoridades poco pudieron hacer: madre, hija y al menos cinco animales domésticos —a quienes los vecinos llamaban “peluditos”— ya habÃan muerto.
No es un hecho aislado. En Cuautlancingo las tragedias se repiten y el patrón es el mismo: respuestas tardÃas, servicios colapsados, y una autoridad municipal más interesada en operativos recaudatorios que en salvaguardar vidas.
El presidente municipal, Omar Muñoz Alfaro, ha priorizado operativos como los alcoholÃmetros —que sà dejan recursos al erario—, pero no ha sido capaz de garantizar lo mÃnimo: personal certificado en seguridad y unidades suficientes de Protección Civil. De hecho, varios elementos de su cuerpo policial no cuentan con el Certificado Único Policial (CUP), requisito básico para operar con legalidad.
La ausencia de polÃticas preventivas, la precariedad de la infraestructura de respuesta y el desinterés institucional matan. Esta vez, las vÃctimas tenÃan nombre, hogar recién estrenado y el deseo de comenzar una nueva vida. Hoy son estadÃsticas de una administración negligente.
En Cuautlancingo, parece que no hay tragedia si no hay recaudación. Pero los ciudadanos no olvidan, y cada acto de omisión deja una huella: una silla vacÃa, una casa calcinada, un duelo que pudo evitarse.
Es tiempo de exigir responsabilidad, dignidad y memoria. Porque mientras el gobierno de Omar Muñoz Alfaro continúa en la simulación, las llamas —literalmente— consumen vidas.
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