8 de julio de 2025
Los hechos ocurridos en el mercado Cosme del Razo, en San Pedro Cholula, son una alerta que no puede ni debe minimizarse. La irrupción violenta de un grupo de supuestos extorsionadores, la agresión al personal administrativo, la destrucción de cámaras de videovigilancia y mobiliario, asà como la exigencia de “espacios” como si se tratara de botÃn polÃtico, no son hechos aislados: configuran un episodio que apunta directamente a un posible acto de corrupción y colusión dentro del propio ayuntamiento.
Los señalamientos no son menores. Comerciantes y fuentes internas acusan al sÃndico municipal, Iván Cuautle Minutti, de estar vinculado con los agresores. En redes sociales circulan audios donde supuestamente admite haber pactado con grupos de presión provenientes de San MartÃn Texmelucan, entre ellos personas ligadas a la organización 28 de Octubre. Uno de los sujetos identificados en el operativo es conocido como “El Sombrerudo”, presunto operador polÃtico que habrÃa intentado tomar control del mercado con respaldo de un exaspirante a la alcaldÃa cholulteca, adversario declarado del actual gobierno y asesor polÃtico en las sombras.
El pasado martes por la mañana, elementos de la PolicÃa Municipal y de la Guardia Nacional intervinieron tras el reporte de una tentativa de extorsión en el área administrativa del mercado. Comerciantes alertaron sobre la presencia de individuos ajenos al lugar que ingresaron con violencia. Dos de ellos fueron detenidos en flagrancia. Se les señala como cobradores de piso que intentaban apropiarse de equipos de videovigilancia y computadoras.
La presidenta municipal y su administración no pueden cerrar los ojos ni guardar silencio ante estos hechos. Tienen la responsabilidad legal, polÃtica y ética de ordenar una investigación exhaustiva, imparcial y pública para esclarecer la participación de funcionarios y deslindar responsabilidades. La ciudadanÃa merece explicaciones claras. Los locatarios, garantÃas. Y las instituciones, salvaguarda de su legitimidad.
Permitir que estos actos queden impunes equivaldrÃa a normalizar el uso de la violencia como herramienta de negociación polÃtica. SerÃa convertir a la autoridad local en rehén –o cómplice– de intereses oscuros que operan al margen de la ley. Porque cuando el poder se tuerce para servir a facciones, y no a la ciudadanÃa, el tejido democrático comienza a romperse.
Lo ocurrido en el mercado Cosme del Razo no es solo un problema de orden público: es un reflejo de las tensiones polÃticas y los pactos inconfesables que, de no ser contenidos, pueden extenderse como una metástasis institucional. San Pedro Cholula merece una administración que actúe con firmeza, no con simulación.
Porque en Cholula, como en cualquier parte del paÃs, nadie puede estar por encima de la ley. Mucho menos quienes juran defenderla.
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