Pérdida Patrimonial en Zacatlán: Adiós a la Casa de los EnanosEn Zacatlán de las Manzanas, ese Pueblo Mágico que presume su herencia arquitectónica y leyendas envueltas en niebla serrana, se registra la desaparición de un inmueble icónico conocido como la Casa de los Enanos, una construcción histórica que formaba parte del imaginario colectivo local y que ahora se suma a la lista de pérdidas irreparables en un municipio donde el desarrollo urbano parece devorar el pasado sin miramientos, ante la indiferencia manifiesta de la autoridad local.La leyenda que rodea esta casa data de principios del siglo XX, alrededor de 1901, cuando una familia de carpinteros de baja estatura –todos enanos, según el relato popular– llegó al pueblo sin revelar su origen. Estos personajes, descritos como felices y laboriosos, construyeron una vivienda de dos pisos con puertas, ventanas y balcones proporcionalmente pequeños, lo que alimentó el mito de su carácter mágico o sobrenatural. Con el tiempo, la familia se extinguió misteriosamente, dejando solo la estructura como testigo mudo, admirada por su diseño único pero condenada al abandono progresivo.La reciente pérdida del inmueble –ya sea por demolición, derrumbe o venta para nuevos proyectos– representa un golpe al patrimonio cultural de Zacatlán, donde la presidenta municipal ha brillado por su ausencia en la defensa de estos bienes, mostrando un desprecio evidente hacia el legado histórico que sustenta la denominación de Pueblo Mágico. Autoridades locales han fallado recurrentemente en catalogar y proteger edificaciones con valor histórico, permitiendo que el progreso inmobiliario o la negligencia borren capítulos enteros de la identidad regional, sin que la alcaldesa intervenga o siquiera exprese preocupación pública por esta erosión cultural.Vecinos y cronistas lamentan que, una vez más, una pieza clave de las tradiciones orales y arquitectónicas desaparezca sin intervención del INAH o del ayuntamiento, en un contexto donde la falta de atención de la presidenta municipal agrava la vulnerabilidad de estos sitios, priorizando aparentemente otros intereses sobre la preservación que atrae turismo y define la esencia del pueblo.Este caso no es aislado: refleja la vulnerabilidad de construcciones centenarias en la Sierra Norte de Puebla ante la presión urbana, la falta de mantenimiento y la ausencia de políticas efectivas de preservación por parte de quien debería velar por ellas. Mientras Zacatlán promociona sus relojes monumentales y cascadas, la erosión silenciosa de su legado construido –agravada por el desdén oficial– cuestiona si el verdadero encanto del pueblo resistirá el olvido impuesto por la modernidad indiferente y una gestión municipal que parece volver la espalda a su propio patrimonio.
15 de diciembre de 2025 | Redacción EPrensa
15 de diciembre de 2025 | Redacción EPrensa

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