78 suicidios en los que del año

Puebla, 78 suicidios en lo que va del 2007
Poblanerías

De acuerdo con las cifras de la Procuraduría General de Justicia de Puebla, cada tres días una persona se quita la vida. Los suicidios han disminuido respecto al 2006, cuando se registraron 192 en todo el año; hasta el mes de septiembre, ha ocurrido el 40 por ciento de los del año anterior.

El suicidio responde a múltiples causas que pueden ser sociales, familiares, psicológicas, económicas o emocionales, pero todas pueden ser detectadas y corregidas a tiempo.
Suicidios en el tiempo

En 1993, la Revista Mexicana de Psiquiatría Infantil realizó un estudio de 13 casos de adolescentes que intentaron quitarse la vida. La muestra arrojó que el 85% de estos fueron mujeres con un rango de edad de 15 años. El intento de suicidio más recurrente fue durante la tarde, las causas principales se debieron a problemas disciplinarios y el método más frecuente para intentar suicidarse fue la ingesta de tabletas.

Comparando estas cifras, en el 2005 la Procuraduría General de Justicia realizó un estudio similar pero con suicidios exitosos en el Estado de Puebla. Los datos arrojaron que el 80% de ellos fueron hombres, contrario a poco más de diez años atrás; que la edad más frecuente se dio entre los 14 y los 30 años; que el 50% de los casos presentó cuadros depresivos; que las horas más frecuentes del suceso fueron las cinco de la mañana y las once de la noche y que el método más utilizado fue el ahorcamiento.

Con respecto a la situación actual de suicidios en Puebla, se destaca que aquellos con mayor índice de suicidios en el Estado son los adolescentes. Al respecto la Mtra. Margarita Huerta Espinoza, coordinadora de atención psicológica del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del Municipio de Puebla, comenta que de los 880 casos recibidos hasta junio de 2007, el 55% de ellos presentaba ideas suicidas.

En caso de... ¿qué se puede hacer?

De acuerdo con el Dr. Sergio González Bonilla, psiquiatra de niños y adolescentes por más de 28 años, las causas más comunes del surgimiento de ideas suicidas son la depresión, los estados de angustia, las decepciones amorosas, los fracasos escolares, los conflictos con los padres y la pérdida de seres queridos. El doctor comenta que las personas con estas características generalmente tienen baja autoestima, sienten soledad e inseguridad, tienen una falta de relaciones familiares afectuosas, han sufrido de agresiones físicas o sexuales, o tienen algún problema de origen biológico.

Para poder detectar si un adolescente tiene ideas suicidas, es necesario llevar una comunicación verbal adecuada con manifestaciones de afecto hacia él, comenta el doctor González. Cuando el hijo comienza a cambiar sus rasgos de personalidad y se torna solitario, taciturno, preocupón, temeroso; si se le ve llorando o enojado, es necesario acercarse a él y preguntar qué es lo que está pasando, “no siempre se puede esperar una respuesta directa”, comenta el Dr. Sergio González, sino que “los padres deben interpretar los silencios, los gestos y actitudes de sus hijos y a veces preguntarles directamente si han tenido deseos de morir. Si se llega a descubrir que un adolescente se encuentra deprimido o con ideas suicidas debe considerarse como una urgencia que necesita del acercamiento de los padres y de la búsqueda de profesionales de la salud como psicólogos y psiquiatras”.

Existen diversas maneras para prevenir un suicidio adolescente. El Dr. González está de acuerdo en que “la mejor prevención del suicidio comienza con una familia sana, afectuosa, expresiva, tolerante, que maneje los conflictos de manera abierta, que no busque culpables sino soluciones”. Menciona que algunas formas de prevención son la reducción del acceso a los métodos y medios de suicidio en el hogar, la ocupación de líneas telefónicas de orientación disponibles las 24 hrs. y la asistencia a centros de atención a crisis psicológicas.

Destaca que lo más importante es “que los jóvenes practiquen deportes o actividades artísticas, que tengan relaciones de pareja sanas y no tormentosas, que los padres, amigos y maestros se involucren y apoyen al adolescente y que exista una ayuda terapéutica psicológica y psiquiátrica”.