Ejecutan a tiros a un pastor homosexual

Entre el crimen organizado y las bajas pasiones está el móvil del crimen
Alfonso Ponce de León Salgado/Intolerancia
El crimen organizado podría estar tras la muerte del pastor de la Iglesia bautista y médico especialista en atención de problemas de várices, Rury Eugenio Ruiz Sarmiento, ejecutado de tres balazos a 300 metros de su domicilio, en el fraccionamiento Arcoiris, en Coronango, del municipio de San Andrés Cholula, la madrugada del 16 de abril pasado.
Carlos Alcázar Martínez, primero arraigado como principal sospechoso y ahora interno del Centro de Readaptación Social Regional de Cholula y pareja sentimental de Rury Eugenio, sostiene que el médico se dedicaba, además de curar problemas de várices, a la importación de productos médicos, al grado de estar a punto de fundar dos negocios más, uno de importaciones y el segundo una droguería.
El día que Ruiz Sarmiento fue asesinado participaron al menos dos tiradores en dos vehículos, uno de éstos sirvió para detener la marcha de la camioneta Voyaguer de color blanca donde viajaba, el otro para impedir que pudiera escapar, luego los tiradores se colocaron a los costados de la unidad —a la altura de ambas puertas— e hicieron varias detonaciones hacia el interior.
El primer impacto se alojó en el muslo derecho de Rury Eugenio, el segundo en el tórax, aquí fue cuando el religioso se bajó de la camioneta y se arrastró unos metros para luego ser rematado de un tiro en la sien de lado izquierdo, cuando el cuerpo fue encontrado a la orilla de la carretera estatal Puebla-Coronango, ya se había desangrado.
Investigaciones realizadas por criminalistas de la Dirección de Servicios Periciales, radicadas en la averiguación previa 499/2008/SACH, indican que en la camioneta iba una segunda persona al momento del atentado, ésta sufrió lesiones ya que localizaron dos tipos de sangre, lo que aún se desconoce es si los sicarios se lo llevaron o si el herido se retiró por su propio pie y en alguna clínica particular recibió atención médica.
Pese a todos los datos con los que cuenta la Procuraduría General de Justicia (PGJ), a través de la Mesa Vespertina de Trámite del Ministerio Público a cargo de Gerardo Reyes Meza, las investigaciones de manera misteriosa se han abandonado, pese a que el arraigado y ahora procesado, Carlos Alcázar Martínez, dos veces estuvo a punto de ser silenciado, cuando se encontraba arraigado en el hotel Siver, por desconocidos, unos de éstos se identificaron incluso como miembros de un grupo de inteligencia.
El caso fue tomado como un homicidio por robo, luego de que en la camioneta del pastor detectaron sus familiares la falta de un equipo especial para atención de enfermedades de las piernas con un costo de 35 mil dólares, sin reparar que éste pudo haber sido robado por las decenas de curiosos que después llegaron a la escena del crimen.
Un arraigado con miedo a ser ejecutadoCarlos Alcázar Martínez, licenciado en Administración de Empresas, de 42 años de edad, soltero, originario de Obregón Sonora, con domicilio en Segundo Retorno A, número 3004, del Infonavit Santiago, declaró que era pareja sentimental del doctor Rury Eugenio Ruiz Sarmiento, al grado de que le rentaba un departamento en privada Aquiahuac, de San Pedro Cholula, con costo de mil 500 pesos, además le daba 2 mil pesos a la semana para sus gastos personales.
Alcázar Martínez fue ubicado por agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE), luego de que la esposa y ahora viuda del doctor, Marisela Cortes Joaquín, lo señaló como un de los sospechosos de la muerte de su marido, ya que recientemente lo había despedido y lo había acusado por el robo de una computadora, con todo e impresora, del interior del Centro Médico de Várices, ubicado en 14 Oriente 212, ampliamente conocido en todo el país.
Carlos negó haber cometido el robo, dijo que si fue despedido es porque la esposa de Rury Eugenio ya sospechaba de la doble vida de su marido y estaba molesta, al grado de que ante el agente del Ministerio Público de San Pedro Cholula fue acusado por el delito de robo, dentro de la averiguación previa 178/2008/SPCH, quien formuló la denuncia fue el doctor Jesús Salas Rico.
De acuerdo al contenido de esa averiguación previa, Josefina Xochihuilt Romero, encargada de la limpieza, fue quien descubrió a Carlos Alcázar en el interior del consultorio la mañana del 3 de marzo, vio cómo se apoderó de la computadora y de la impresora y le dijo que el doctor Rury lo había enviado para preguntarles si no les ofrecía nada.
La denuncia fue apoyada por Rury Isaac Ruiz Cortes, hijo del médico ejecutado, señalando que Carlos Alcázar no tenía contrato. Al ser presentado a declarar al respecto, Carlos Alcázar dijo a su favor que Rury Eugenio padre no lo había denunciado, todo lo contrario le había pedido que se saliera del Centro Médico porque lo iba a colocar al frente de dos empresas que iba a fundar, una de importaciones y la otra droguería, pero antes le dio dinero para que fuera a pasear a Tijuana.
De hecho el agente del Ministerio Público le dijo que debido al hecho de que podría salir del estado era necesario que se quedara arraigado en el motel Silver, ubicado en la zona de Cholula, custodiado por elementos de la PJE, en tanto continuaban las investigaciones, le explicó que el arraigo iba a durar un mes y éste les pidió que lo dejaran dos meses, pero que no lo dejaran de cuidar.
Dos intentos fallidos de llevarse al sospechosoDurante el arraigo, que no duro más de dos semanas, en dos ocasiones desconocidos trataron de llevarse a Carlos Alcázar Martínez, primero llegaron sujetos que vestían lujosos trajes a bordo de al menos tres camionetas de modelo reciente, las cuales estacionaron a unos metros del motel, caminaron y llegaron hasta donde estaban los agentes que lo custodiaban, pidieron hablar con el detenido, dijeron ser abogados pero los agentes les pidieron que se retiraran antes de que llamaran refuerzos.
El segundo intento de sacar al testigo de la habitación 66 donde estaba confinado fue por parte de un grupo de sujetos que también iban en lujosas camionetas, se identificaron como elementos de un grupo de inteligencia, no dijeron de dónde y los agentes se asustaron, les advirtieron que se fueran al mismo tiempo que por radio se comunicaban con su base, por lo que éstos se fueron rápidamente.
Ante el temor de que la tercera visita fuera de un grupo armado entonces la PGJ determinó integrar de inmediato la denuncia por robo en contra de Carlos Alcázar e internarlo en la cárcel de Cholula por el ese delito, el presunto vio con buenos ojos que un numeroso grupo de elementos de la PJE lo sacara del motel y lo llevara al Cereso, donde dijo sentirse mas tranquilo. Le iniciaron el proceso 134/2008.
Los orígenes de un hombre asesinado de tres balazos
De acuerdo a una carta vía internet enviada al reportero por Violeta Delgado Sarmiento, media hermana del doctor Rury Ruiz, su hermano era un sobreviviente de la guerrilla de Nicaragua, pese a ser de nacionalidad hondureña, donde “combatió en defensa de la revolución, se hizo médico y luego cristiano”.
Al llegar a México Rury se estableció en Puebla, en la ciudad de San Pedro Cholula, en la 14 Oriente 212, estableció el prestigiado Centro Médico de Várices, donde se dio a conocer por su labor altruista al no cobrar un solo peso a quienes no tuvieran dinero, salvó a muchas personas desahuciadas, a quienes les dijeron que les iban a cortar las piernas, a su muerte el consultorio pasaría a poder de su esposa y ahora viuda Marisela Cortes Joaquín.
Acompañado de Carlos Alcázar Martínez, de quien decía era su auxiliar, llegó a varias comunidades de la Sierra Norte del estado donde realizó visitas en su calidad de pastor de la Iglesia bautista, además atendía en forma gratuita a quienes presentaban problemas de várices y no tenían dinero para pagar, incluso realizó varias intervenciones quirúrgicas gratis. Sobre su labor filantrópica existen muchos testimonios.También trabajo en el hospital La Paz, como médico internista, era ampliamente conocido en todo el estado y fuera de éste.
Revelaciones oscurasDos veces, ante el agente del Ministerio Público de la Mesa Vespertina de Trámite de Cholula, Gerardo Reyes Meza, dentro de la averiguación previa 499/2008 y desde la reja de prácticas del antiguo juzgado, dentro del proceso 134/2008, Carlos Alcázar sostuvo que el pastor asesinado era su pareja sentimental.
Que para reunirse, sin que nadie los molestara, Rury le había rentado un departamento en privada Aquiahuac, en San Pedro Cholula, donde llegaba a verlo utilizando varios vehículos de su propiedad, entre estos un Ford K, un Monteo y la camioneta Voyaguer blanca.
Marisela Cortes Joaquín dijo ante el representante social, tras identificar el cadáver de su esposo, que éste le había llamado a la una de la mañana del miércoles 16 de abril para informarle que había estado con unos amigos tomando y que ya se regresaba a su casa, que le abriera el portón.
De acuerdo a la carta enviada al reportero por Violeta Delgado Sarmiento, media hermana de Rury, éste no ingería bebidas embriagantes, no fumaba ni consumía drogas, hecho que fue probado por el médico legista que se encargó de la necropcia al cuerpo del galeno.
Las mismas declaraciones de Alcázar Martínez involucran a un personaje que hasta el momento no tiene nombre, es el chofer de la ahora viuda, contratado por el ahora occiso para que la acompañara y no le negara nada de lo que le pidiera, dice que se enteró porque en una reunión familiar de un diciembre se supo todo.