Perforó Cuautlancingo un pozo en terrenos de Coronango para Ara

Las anomalías que existen sobre dicho proyecto inmobiliario, no son solamente por la construcción del pozo, sino que las viviendas están a un costado de lo que fue el antiguo tiradero de ese municipio, donde no se ha mitigado la contaminación que existe por la presencia de desechos.
Javier Puga Martínez/La Jornada de Oriente

“De esto tendrá que dar explicaciones el actual presidente municipal de Coronango, Salvador Coyotécatl Xochimitl”, dijo el diputado local por el Distrito VIII y ex edil de ese municiopio, Avelino Toxqui Toxqui, durante un recorrido por la zona que ofreció a La Jornada de Oriente.


Pues el legislador sostuvo que las actuales administraciones de Coronango y Cuautlancingo son los responsables de las anomalías que se registran en torno a este proyecto.


La empresa Ara no es la primera vez que es cuestionada en sus proyectos, pues construyó casas en un bosque de encinos en la zona de La Calera, en Puebla, además de levantar fraccionamientos en terrenos irregulares como en Hacienda de Santa Clara, al sur de la capital.


El hoy legislador fue alcalde de Coronango de febrero de 2005 a agosto de 2007 cuando dejó el cargo para competir por la diputación, y fue señalado por su sucesor en la alcaldía de ser el responsable de haber permitido la perforación del pozo, así como de haber cambiado los usos de suelo de más de 40 hectáreas de tierras agrícolas para beneficio de los consorcios inmobiliarios.


“El pozo es el principal reclamo de los vecinos de Coronango inconformes con la extracción de agua sin permiso, y ese se comenzó a excavar hace dos semanas, en terrenos que son parte de las más de 100 hectáreas que recuperamos para nuestro municipio del conflicto limítrofe que teníamos con Cuautlancingo”, afirmó Toxqui.


A un costado del pozo está una manta que indica que la obra de perforación en el predio Tlalzayanca, a la altura de la salida del Periférico Ecológico hacia San Francisco Ocotlán, está a cargo del Sistema Operador del municipio de Agua Potable y Alcantarillado de Cuautlancingo, y que está “apegado a la Norma Oficial Mexicana NOMOO3CNA1996”. Esta norma, de acuerdo a la Conagua, hace referencia sólo a los requisitos durante la construcción de pozos de extracción de agua para prevenir la contaminación de acuíferos. En ningún lugar se muestra el número de autorización de la dirección local de esta dependencia federal.

Junto al pozo se observan ya los trazos de cimientos, así como las líneas de drenaje de lo que serán un nuevo desarrollo inmobiliario de Ara; los terrenos fueron vendidos por los ejidatarios de Coronango cuando se permitió el cambio de uso de suelo, por lo que, al parecer, no habrá marcha atrás.

A unos 100 metros de distancia de lo que serán las casas está lo que fue el tiradero de Coronango, un lugar que fue clausurado durante la pasada administración priista, cuando se constituyó el servicio de limpia; desde entonces todos los desechos son llevados al relleno sanitario intermunicipal de Huejotzingo, recordó Toxqui. El olor de los cientos de toneladas de basura ahí enterradas a penas es soportable.

“Durante mi gobierno no dimos permisos para construir ni para perforar el pozo en terrenos de Coronango. Cuautlancingo no puede sustentar ni con mapas que le pertenecían esos predios, y nosotros tenemos mapas y documentos de hace 100 años. Lo que analizamos es que hay un acuerdo entre los dos gobiernos panistas; es lamentable que el presidente Salvador Coyotécatl esté dejando perder parte importante del municipio”, señaló el diputado.

En ese sentido, dijo que una vez que su gobierno estableció los límites entre Coronango y Cuautlancingo, al menos 17 de las 40 empresas instaladas en el parque industrial Finsa, entre ellas una parte de Volkaswagen, pagan ahora sus impuestos en Coronango, y la gente de este municipio puede acceder a empleos que ofrecen las empresas. Desde hace 17 años, dijo, Cuautlancingo daba permisos de instalación, construcción y cambios de uso de suelo, por lo que el ayuntamiento de Coronango “perdió cientos de millones de pesos”.

“Salvador Coyotécalt, Juan Tequipanecatl y Refugio Benjamín Sarmiento son los que deben estar aclarando esta situación”, dijo.

El edil panista de Coronango tiene las facultades legales para venir a las dos obras, solicitar los permisos y clausurar, si así fuera el caso. Sin permiso, esto no puede funcionar, subrayó.

Se deslindó de su sucesor en la alcaldía, Pedro Azucena, quien gobernó esa demarcación el último medio año del trienio de Avelino Toxqui; dijo desconocer si en ese lapso de tiempo se dieron autorizaciones.