Las aspiraciones de Mario Bracamonte González de recuperar la dirigencia estatal de Morena terminaron, toda vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desechó la queja que había interpuesto por su destitución, evitándo que continúe con la usurpación de funciones que le otorgaron a Edgar Garmendia de los Santos.
En sesión ordinaria, los magistrados avalaron el desechamiento de la queja que puso el morenista, misma que se encontraba identificada con el expediente SUP-JDC-10173/2020.
Dicha demanda iba en contra de la determinación de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena sobre los nombramientos que se realizaron para las representaciones del Comité Ejecutivo Nacional en las delegaciones.
Esto debido a que Bracamonte González aspiraba a mantenerse como el delegado del CEN morenista en la entidad poblana; sin embargo, su lugar fue ocupado por Edgar Garmendia, quien encabeza las actividades del partido en la entidad.
Según el órgano electoral, la demanda fue desechada debido a que esta carecía de una firma autógrafa, por lo que no era posible que esta pudiera proceder tras el análisis que se le había hecho al expediente. De esta manera, se agotaron las instancias electorales en las cuales podía apelar su destitución.
Junto con Bracamonte González, también estaban impugnando sus destituciones Eduardo Carreño Ortiz, Viridiana Aguayo Lara, Jorge Hernández Aguilera, Adriana Celia Pineda López y Ernesto García Martínez, que ocupaban distintas secretarías.
Cabe recordar que en días pasados Mario Bracamonte continuó organizando reuniones entre la militancia de Morena en la entidad, además de dar nombramientos en los comités municipales y firmando como el dirigente estatal en el partido, incurriendo en usurpación de funciones.
Fue febrero cuando Bracamonte González fue destituido de la dirigencia estatal a través de un acuerdo realizado por Alfonso Ramírez Cuéllar en ese mismo mes y en septiembre que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena exhibió que no era militante del partido, al no tener registro de su solicitud de afiliación en ninguna secretaría.
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