Zona metropolitana prioridad para todos

 

Rodolfo Herrera Charolet

Zona metropolitana prioridad para todos

Los candidatos serán los principales protagonistas de la contienda


Aun cuando Morena aventaja en las preferencias electorales, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador no estará en la boleta electoral y la gran fuerza electoral de la que goza el líder político y moral de la 4ª Transformación, podría no responder al llamado de votar todo por la causa.

Para entender a los poblanos, sin duda, se debe vivir y trabajar dentro de la entidad, por si acaso “saltar” a la Ciudad de México a cumplir con algún cargo (Senador y Diputados), lo cual requiere una gran actividad, traslados, esfuerzo y resistencia. Lo que pocos pueden acumular.

Tenemos el claro ejemplo que el amigo más cercano de AMLO no logró concretar sus aspiraciones, no obstante el gran despliegue de la publicidad, de la que inclusive fue acusado por el despilfarro y los montos excesivos. Sin embargo, esa publicidad ocurrió antes del inicio del proceso electoral y por lo tanto es competencia de los órganos internos de Morena, cuyos dirigentes no se daría un balazo propio en un pie. Dicho más simple, puestos de acuerdo los protagonistas, todos juntos harán historia.

 

Los Candidatos de la zona conurbada

Ahora toca la elección de candidatos, al menos de la zona conurbada, en donde no se pueden dejar a la libre especulación de las encuestas, en los hechos; el triunfo estará en la suma de los muchos para la disponibilidad de los pocos cargos posibles de elección popular.

La construcción de acuerdos y equilibrio de las fuerzas internas, que participan dentro de Morena, representa un claro ejemplo de lo que se debe hacer a la mayor brevedad posible, evitando con esto alimentar disidencias.

Los candidatos en la zona conurbada son parte clave de la fórmula que garantizará el triunfo electoral. No se pueden tomar decisiones aisladas, ni tampoco partir de marcos teóricos que se antojan viables o estratégicos, pero que en la realidad podrían fracasar por la falta de un verdadero espíritu obradorista.

 

Los errores comunes

Uno de los marcos teóricos utilizados en el 2021, que provocó la entrega del poder a la oposición y en contra de la 4T en Puebla, fue partir de la idea peregrina de que un candidato fuerte podría ser del bando contrario, porque traería los votos y simpatías del partido origen para sumarlos.

Como si los obradoristas fueran reclusos del partido, fincado en la premisa de que la mayoría se fieles a la causa gracias al beneficio de los programas sociales que reciben. Olvidando la actuación y acuerdos de las fuerzas internas y que van más allá de las cúpulas de partido.

Así tenemos que la intentona de reelección de Claudia Rivera en Puebla fue un fracaso rotundo, siendo el municipio que mayor margen porcentual en contra que obtuvo Morena, seguido de San Pedro Cholula, con Julio César Lorenzini Rangel, quien superaba por 17 puntos porcentuales de conocimiento a la candidata panista, aún desconocida por la mayoría de los ciudadanos cholultecas. En San Andrés Cholula la idea de reelección de Carina Popoca se enfrentó también a la división interna de los morenistas, en donde el PES le restó votos. Los triunfos del PAN en Juan C. Bonilla y otros, son el claro ejemplo de errores en la selección realizada por las dirigencias.

El triunfo electoral del PAN y del PRI en el 2021 se robusteció con la asignación de candidaturas de conformidad con la ventaja de estructura y cotos de poder.

 

Puebla el nodo de las decisiones

Esta realidad, la de Puebla en su zona metropolitana, fue bien estudiada y operada por el morenovallismo, quien logró arrebatarle el poder a un PRI consolidado durante décadas, partiendo de la base de captar chapulines inconformes con estructura suficiente para sumar votos a la causa. El resultado fue evidente, el morenovallismo duró 10 años en Puebla y murió junto con su creador.

Lo que ocurra en Puebla se replica hacia los municipios de la zona conurbada, con algunas acotaciones y particularidades específicas de cada municipio, en especial San Pedro Cholula y San Andrés Cholula, derivado de su peso electoral en los distritos, tanto local como federal.

Chapulines Vs. Obradoristas.


Si esas élites pensantes creyeron que incluir a Liz Vilchis, como tercera en discordia de los dos candidatos punteros de Morena, hacia la presidencia municipal de Puebla. Se equivocaron. En virtud de que su relación de cercanía con el primer mandatario, no es garantía de triunfo electoral en una metrópoli de conformación multiétnica y social. Al mismo tiempo que se tienen colonias y comunidades en pobreza y pobreza extrema, existen fraccionamientos cerrados en donde la pobreza únicamente es un dato que se percibe cuando sus moradores transitan hacia sus burbujas residenciales o cuando son asaltados por algún delincuente que los despoja de sus autos o pertenencias y que puede ser aspiracionista.

Estas grandes diferencias, deben ser evaluadas, los primeros (los pobres) a los que van dirigidos los programas sociales, se identifican más con los obradoristas o un candidato con presencia morenista. Los otros, a los que el presidente llama fifís se identifican más con la oposición a la 4T y que no votarán por Morena ni partidos aliados, pero que en la encuesta del partido guinda bien pueden palomear como bueno a uno que se identifica como de los suyos.

Entonces, si se hizo una encuesta de buceo en aguas intermedias de tinte electoral, se habrán dado cuenta de que la candidatura a Liz Vilchis, representaba un alto riesgo de provocar la continuidad del gobierno PANista, por la sencilla razón de que es una persona conocida, pero no tiene trabajo político realizado en la ciudad que pretende gobernar y AMLO no estará en la boleta electoral para respaldarla.

Los poblanos, los votantes, no tendrían candidatos propios o identificados con sus causas, que les permitan sentirse atraídos por Morena y la polarización existente llevaría al fracaso electoral a la Ciudad de Puebla, jalándose los municipios conurbados y de paso poner en peligro el triunfo en la Entidad. Recordando lo sucedido con Mario Montero Serrano y Javier López Zavala. En donde la gran derrota en la Ciudad Capital, también recogió la pérdida de los cholulas.

López Obrador confirmó este miércoles, que Liz Vilchis se queda a su lado, platicando o comentando fiel a su estilo, quien es quien en las redes, para bien o para mal. Lo que sí podría suceder, es que Liz sea candidata a una curul federal, en caso de que el presidente decida impulsarla en la política de la lucha electoral.

Ahora el debate, estará en el perfil que requiere Morena para recuperar la Ciudad Capital, garantizar los votos necesarios para consolidar a la 4T y de paso apoyar a los cholulas para recuperarlas.


Obradorismo una solución

No obstante que ya se conocen las preferencias electorales en los dos sectores polarizados, tenemos la indecisión del jamón en el sándwich político. Resulta que tenemos ya la inclinación de cada tapa, nos falta conocer, cuál de los bandos puede atraer los votos de los aspiracionistas, aquellos que no se identifican con los Fifís de Lomas ni tampoco son pobres. Me refiero a los comerciantes, transportistas, empresarios medianos y pequeños, arrendadores, profesionistas y amas de casa que aún acuden al mercado o de plano se van al súper los días de quincena.

Ninguno de los mencionados anteriormente, les importa que el posible candidato esté relacionado con Carlos Slim o la élite empresarial, que sea un poderoso empresario o que le deba más de mil millones a la Secretaría de Hacienda, mucho menos que sea o no amigo del gobernante en turno.

Ellos, los aspiracioncitas, votarán por aquel que les garantice mejorar su situación económica, que no atropelle sus derechos y que les permita con adecuadas políticas públicas realizar lo que siempre han hecho. Negocio, tener empleo, clientes y oportunidades, entre otras aspiraciones.

 

Decisión de equilibrios y fuerzas

Así que la decisión, con base en encuestas estratificadas por nivel social  con el cruce de preferencia electoral partidista, dará la idea de lo que se necesita, como candidato idóneo, tomando el comportamiento de esas “tapas” del Sándwich. En cuanto a la clase aspiracionista y que de acuerdo al peso electoral decidirá la elección, puede equilibrarse en la conformación de la planilla y de los candidatos a diputados locales y federales.

En mi opinión, el candidato de corte Fifí, sería en donde la mayoría del desarrollo inmobiliario ha llevado a la metrópoli y zona conurbada hacia ese estrato social. Los candidatos identificados más con los aspiracioncitas en donde las vidas comerciales y residenciales no cerradas se han asentado. Obradoristas, en donde la pobreza y falta de servicios han pegado duro y los gobiernos de oposición a la 4T poco atienden, canalizando recursos a cuenta gotas u obras simuladas o decorativas.

El otro equilibrio, el político de intereses hacia el interior del partido Morena y aliados, podría dirigirse hacia algunas regidurías o candidatos fuera de los municipios de la zona conurbada. A menos que alguno de sus aspirantes, cumplan las características que se requieran.

Una tarea de inteligencia y pragmatismo puro.

¿O no lo cree usted?

Derecho de Réplica y precisiones.

Aun cuando no lo solicitaron, me adelanto en el pedido con relación a mi comentario de “Las Tribus Cholultecas”.

ANAYANZI BEATRIZ CUAUTLE GOMEZ.- Licenciada en Derecho, egresada de la Universidad Cuauhtémoc, 1999.

SAMUEL MATA RINCÓN.- Licenciado en Derecho BUAP 2014. Hijo de Samuel Mata Rubio. Oficial Mayor del Registro Civil (2018-2021).

RICARDO MATA PEREZ. Secretario de Gobernación Municipal (2021-2022).

MARIA GUADALUPE TIRO ANTONIO.- Licenciada en Ciencias de la Computación. BUAP 2012. Candidata a la Presidencia Municipal PANAL (2021) con 539 votos (1.22%) y aspirante MORENA a una regiduría.

CARLOS CARRILLO CORTES. Ingeniero Industrial Mecánico. Instituto Tecnológico de Puebla (ITR) 1991.