Hallan con vida al ciclista José Leroy en Ozolco tras cuatro días de búsqueda; aún sin esclarecerse las causas de su desaparición
El ciclista José Leroy Mata Sánchez, de 50 años y residente de San Andrés Cholula, fue localizado con vida la tarde del martes 4 de junio en las inmediaciones de San Mateo Ozolco, junta auxiliar del municipio de San Andrés Calpan, luego de permanecer desaparecido durante casi cuatro días. Las autoridades estatales confirmaron que presentaba deshidratación y algunas lesiones menores.
El hallazgo, confirmado por la Secretaría de Gobernación del estado, se produjo tras un despliegue coordinado entre corporaciones de seguridad pública y brigadas ciudadanas. Pese al alivio que representa su localización con vida, las autoridades no han determinado hasta el momento si Mata Sánchez fue víctima de algún delito, y han optado por reservar detalles en respeto a la privacidad del ciclista y su familia.
Desaparición y contradicciones
La desaparición del ciclista se reportó desde el viernes 31 de mayo. Según versiones iniciales, José Leroy habría salido de su domicilio alrededor de las 5:30 horas con dirección al Cerro Zapotecas, supuestamente acompañado por un grupo de ciclistas rumbo al Paso de Cortés.
Sin embargo, esta versión fue desmentida por el grupo Balak Team, quienes aclararon que Mata Sánchez no formaba parte de su organización y que no realizaron ninguna rodada ese día. Esta contradicción obligó a ajustar el enfoque de la búsqueda y generó incertidumbre sobre los movimientos exactos del ciclista en las horas previas a su desaparición.
El 2 de junio, dos días después de su reporte como desaparecido, fue localizada una bicicleta de montaña marca GIANT, color azul con detalles grises, en la zona montañosa entre los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. El hallazgo del vehículo —confirmado como propiedad del ciclista por sus familiares— permitió enfocar los esfuerzos de búsqueda en la zona de San Mateo Ozolco, donde finalmente fue ubicado.
La otra cara: extorsiones y falta de claridad
Durante el fin de semana, familiares de José Leroy difundieron su ficha de búsqueda en redes sociales. No obstante, el material fue eliminado posteriormente tras reportarse intentos de extorsión y llamadas anónimas con información falsa, una práctica recurrente en casos de personas desaparecidas y un reflejo de la vulnerabilidad en la que quedan las víctimas y sus seres queridos.
Según la ficha, el ciclista vestía una sudadera oscura, pantalón de mezclilla azul marino, guantes y zapatos negros, además de portar una mochila de acampar azul. Se detallaron también señas particulares como cicatrices en la muñeca y espalda, así como el uso de lentes.
Operativo institucional
La búsqueda fue encabezada por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de San Pedro Cholula. También participaron autoridades de San Andrés Cholula y municipios aledaños, como Nealtican. La presidenta municipal de San Pedro, Tonantzin Fernández, confirmó el despliegue de elementos en el Cerro Zapotecas, último punto conocido donde se tuvo rastro del ciclista.
Asimismo, el secretario de Seguridad Pública estatal, Francisco Sánchez González, informó que se revisaron videograbaciones y se analizó la última ubicación registrada por el teléfono móvil del ciclista. La hija de José Leroy proporcionó datos clave durante la investigación.
Sin conclusión clara
A pesar del operativo, las versiones sobre lo ocurrido durante los días en que José Leroy estuvo desaparecido permanecen sin aclarar. La reserva informativa de las autoridades, si bien comprensible en ciertos aspectos, deja abiertos cuestionamientos sobre las condiciones en las que fue encontrado y si hubo omisiones o fallas en las primeras horas tras su desaparición.
El caso se suma a una serie de desapariciones recientes en zonas de alta actividad deportiva y turística en las faldas del Popocatépetl, lo que ha reavivado el debate sobre la seguridad en rutas de senderismo y ciclismo, así como la capacidad institucional para reaccionar con prontitud ante situaciones de emergencia.
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