▪️En un año, la empresa Comercializadora de Productos y Servicios Coprose, recibió tres contratos por un monto total de 4,978,343 pesos
MARCOS H. VALERIO / EL BOCÓN - 7 de julio de 2025
Si el gobierno municipal de Campeche se ha coronado como campeón en la contratación de empresas de papel, aquellas que sólo existen en registros fiscales, pero que en la práctica operan desde locales vacíos, lotes baldíos, residencias habitacionales o plazas comerciales sin maquinaria, mobiliario ni personal, el gobierno del Estado no se queda atrás. La opacidad y el dispendio parecen una constante compartida entre ambas administraciones.
En entrevista con el investigador y escritor, Rodolfo Herrera Charolet, un caso ilustrativo es el de la empresa Comercializadora de Productos y Servicios Coprose, S.A. de C.V., registrada con el RFC CPS141113HX6, que entre agosto de 2023 y agosto de 2024 recibió tres contratos por un monto total de 4,978,343 pesos, destinados, según los documentos oficiales a la adquisición de un espectrofotómetro, trajes de bioseguridad y uniformes quirúrgicos.
“Sin embargo, al acudir a su supuesto domicilio fiscal en avenida Adolfo López Mateos, colonia Petrolera, en Coatzacoalcos, Veracruz, no se encontró rastro alguno de una comercializadora en operación”.
Lo que sí se halló, agregó el entrevistado, fue una construcción residencial sin señalética, personal ni infraestructura comercial que avalara la existencia física o logística de la empresa beneficiada. En otras palabras: Coprose existe solo en el papel.
Tal es el caso de Txat Latam, S.A.P.I. de C.V., anteriormente conocida como Abre Defense Group, con RFC ADG131002UZ5, la cual recibió del gobierno estatal cuatro contratos en 2023 por un monto total de 424,195,953 pesos.
Se trata de una cifra escandalosa, incluso dentro de los estándares del gasto oficial en el concepto que señalan los contratos, dijo el entrevistado Herrera Charolet.
Txat Latam, según el contrato, debía operar desde un domicilio ubicado en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, también se buscó la empresa en el domicilio indicado en el padrón de proveedores del gobierno estatal, el cual indica
“Sin embargo, en el lugar no se encontró ninguna oficina corporativa: la dirección corresponde a un inmueble habitacional de alto nivel, sin rótulos, personal, infraestructura tecnológica o cualquier otra señal de actividad empresarial relacionada con comunicación institucional o servicios tecnológicos”.
La pregunta es obligada: ¿Quién o quiénes están detrás de estas adjudicaciones? ¿Qué funcionario avaló los expedientes? ¿Quién supervisó la entrega de los productos o servicios? En un estado con altos índices de marginación y necesidades apremiantes, la captura del presupuesto por medio de empresas de papel no es sólo un delito: es una traición al pueblo.
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