Coronango: coche bomba, restos humanos y ocho granadas
La guerra no declarada en Puebla deja otro campo minado en una de sus zonas rurales. La Operativa Barredora, nuevamente en escena.
Por José Herrera
1 de julio de 2025
En un terreno baldÃo de Coronango, entre las calles Guerrero y Camino Viejo a Mihuacán, la muerte se estacionó en silencio. Adentro de un coche con reporte de robo, tres bolsas negras rezumaban sangre: eran restos humanos. Y afuera, el verdadero infierno apenas comenzaba.
Ocho granadas fueron encontradas en el perÃmetro. Dos explotaron. Se trató de un atentado.
El lunes 30 de junio, cuerpos de seguridad municipal y estatal respondieron a un reporte ciudadano que alertaba sobre un vehÃculo sospechoso abandonado. Lo que hallaron no fue sólo un crimen más en la lista del horror poblano, sino una trampa mortal perfectamente colocada para atacar a las fuerzas de seguridad.
Durante las primeras diligencias, dos granadas hicieron explosión. Una oficial de la PolicÃa Municipal resultó lesionada. La escena fue contenida a tiempo por elementos del Ejército Mexicano, quienes con apoyo de unidades de desactivación de explosivos identificaron otros seis artefactos en inmediaciones del vehÃculo.
El automóvil —que además del contenido macabro tenÃa reporte de robo— fue convertido en un señuelo. Una trampa de guerra. Y aunque la prensa local tituló con frialdad burocrática, lo ocurrido en Coronango apunta a un acto de terrorismo criminal, ejecutado por un grupo que ya no se esconde ni respeta los códigos tácitos del pasado.
¿Una firma conocida?
Aunque ninguna autoridad lo ha confirmado de forma oficial, todo apunta a que detrás del atentado está La Operativa Barredora, el mismo grupo que ha intentado en dos ocasiones ejecutar a Gustavo Alonso “Sauce”, actual director de Operaciones y LogÃstica de la FiscalÃa General del Estado. El mismo que ha sobrevivido a balaceras, emboscadas y explosivos. El mismo que, por alguna razón, sigue siendo protegido en lo alto.
¿Fue este ataque una represalia, una advertencia o un mensaje? La respuesta aún se cuece en los escritorios de la FGE.
Escenario inédito: terrorismo narco en Puebla
El hallazgo de ocho granadas, dos de ellas detonadas, no es un hecho menor. La colocación deliberada de explosivos junto a cadáveres desmembrados no sólo es una práctica propia de carteles en zonas de alto conflicto como Michoacán, Guerrero o Zacatecas. Su aparición en Puebla marca un nuevo umbral: el del narco terrorismo urbano-rural, una fase donde el crimen organizado no sólo busca matar, sino sembrar terror entre civiles y autoridades por igual.
La escena fue contenida, sÃ. Pero el mensaje no pudo ser desactivado.
La zona sigue bajo resguardo de fuerzas estatales y federales. La investigación está en curso. La FiscalÃa guarda silencio. Y en Coronango, como en muchas otras zonas grises del estado, la muerte ya no avisa: se estaciona, espera y detona.
0 Comentarios