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Denunció tentativa de feminicidio y ahora enfrenta cargos por ciberacoso

Denunció tentativa de feminicidio y ahora enfrenta cargos por ciberacoso

Por JosĆ© Herrera 
MiƩrcoles 2 de julio de 2025

En un giro perverso del sistema judicial poblano, Tannia SÔnchez, mujer en situación de calle y sobreviviente de múltiples agresiones, enfrenta hoy una posible orden de aprehensión por el delito de ciberacoso, luego de haber denunciado públicamente a su expareja Leopoldo N., propietario de la cadena de farmacias Perla del Carmen, por tentativa de feminicidio y robo patrimonial.

El expediente que ella promovió por tentativa de feminicidio lleva mĆ”s de un aƱo sin avance. En contraste, la denuncia presentada por su presunto agresor por “hostigamiento digital” ya tiene fecha de audiencia de imputación: este jueves. Tannia asegura que teme ser encarcelada, y en el peor escenario, asesinada en prisión.

“Esa carpeta de investigación avanza mĆ”s rĆ”pido que la mĆ­a”, declaró la noche del martes 1 de julio afuera de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales, en la capital poblana.

La acusación contra ella se ampara en el artĆ­culo 278 Nonies del Código Penal de Puebla, que tipifica como ciberacoso cualquier hostigamiento a travĆ©s de medios digitales que altere “la paz o dignidad personal”. Tannia —quien ha hecho pĆŗblicos varios videos para relatar su situación— podrĆ­a enfrentar hasta tres aƱos de cĆ”rcel, a pesar de carecer de abogado y de recursos económicos, pues actualmente vive en la calle y enfrenta un diagnóstico de cĆ”ncer.

Juez con antecedentes

El caso estĆ” en manos del juez Aarón HernĆ”ndez Chino, quien en aƱos recientes ha sido seƱalado por liberar a al menos seis presuntos pederastas, entre ellos el pĆ”rroco Gerardo Espinoza RubĆ­, acusado de abuso sexual infantil en Aquixtla. En cĆ­rculos judiciales y entre organizaciones civiles, el juez HernĆ”ndez ya es conocido con un mote escalofriante: “el juez que no protege a las infancias”.

Ahora, en lugar de procurar justicia a una vĆ­ctima de larga data, el Poder Judicial podrĆ­a castigar a la denunciante, al permitir que el agresor revictimice a quien ha hecho pĆŗblicas las violencias que ha sufrido.

“Esta ley estĆ” siendo usada por los agresores para callarnos. Yo lo Ćŗnico que he hecho es mostrar su rostro”, dijo Tannia en un video transmitido en vivo este miĆ©rcoles.

Diez aƱos de violencia impune

SegĆŗn los testimonios y denuncias de Tannia, la violencia de Leopoldo N. se remonta a mĆ”s de una dĆ©cada e incluye agresiones fĆ­sicas, psicológicas, económicas y familiares. Incluso denunció pĆŗblicamente un nuevo intento de feminicidio ocurrido el 20 de diciembre de 2024, cuando fue interceptada por dos hombres —uno con un arma y otro con un bate— afuera de su domicilio. Aseguró que un policĆ­a municipal presenció los hechos sin intervenir.

Cuatro dĆ­as despuĆ©s, el 24 de diciembre, fue desalojada por falta de pago. “Me quedĆ© en la calle, no tengo comida, no tengo dinero. Lo perdĆ­ todo”, expresó entre lĆ”grimas en un video que permanece en su perfil de Facebook.

AdemÔs de las agresiones físicas, acusó a su expareja de haberle robado una herencia de 500 mil pesos, dejada por su padre. La situación de Tannia se agrava por su delicado estado de salud: tiene un diagnóstico de cÔncer y múltiples afectaciones psicológicas, documentadas por el Ôrea de psiquiatría del Hospital General del Norte.

Un patrón: usar la justicia como arma

No es la única. Otra expareja de Leopoldo, Nadia, también lo denunció por violencia y despojo patrimonial. Ambas mujeres sostienen que el empresario usó las relaciones sentimentales como herramienta de abuso económico y control. Las dos hoy enfrentan procesos penales iniciados por el propio agresor, mientras que ninguna de las carpetas por violencia ha avanzado con eficacia.

En redes sociales, colectivos feministas han comenzado a movilizarse en apoyo a Tannia, cuestionando cómo es posible que una ley diseñada para proteger a víctimas de acoso en línea termine siendo un instrumento legal al servicio del agresor.

“Si piso la cĆ”rcel, me van a matar. No tengo protección, no tengo abogado, no tengo nada”, reiteró Tannia este miĆ©rcoles en un mensaje pĆŗblico.

La historia de Tannia es, en última instancia, una denuncia viva contra el sistema judicial: un sistema que prioriza la reputación de los poderosos por encima del derecho a la vida, a la integridad y a la justicia de las mujeres.

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