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Asesinato de Julio Armando Torres: Empresario de Tecamachalco con Pasado Delictivo, Víctima de Secuestro y Decapitación en Acatzingo

 Asesinato de Julio Armando Torres: Empresario de Tecamachalco con Pasado Delictivo, Víctima de Secuestro y Decapitación en Acatzingo



Martes, 30 de septiembre de 2025

El empresario Julio Armando Torres Dolores, de 30 años, propietario del Grupo Cartotec Cartones de Tecamachalco, fue víctima de un brutal secuestro que culminó en su asesinato, con el hallazgo de su cabeza el 28 de septiembre en el zócalo de Acatzingo, Puebla. Este macabro descubrimiento, acompañado de un narcomensaje amenazante, no solo conmocionó a la región sino que reavivó el controvertido historial delictivo de la víctima.

 En febrero de 2021, Torres fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla junto a su entonces pareja, Guadalupe Saharait, en la carretera Tecamachalco-Quecholac. Según el boletín oficial de la dependencia, la pareja fue acusada de vínculos con el robo a transporte de carga, una práctica que azota las vías federales de la zona centro del estado. 

Durante la intervención, las autoridades aseguraron un automóvil Chevrolet Camaro amarillo en el que viajaban, junto con 93 dosis de cristal y 50 mil pesos en efectivo. La SSP detalló que los detenidos intentaron sobornar a los agentes, y se les imputó dedicarse a la venta y distribución de estupefacientes, así como a asaltos sistemáticos contra transportistas. Este antecedente ha generado especulaciones sobre posibles ajustes de cuentas entre grupos criminales, aunque las autoridades mantienen la investigación abierta sin confirmar vínculos directos con su muerte reciente. 

La desaparición de Torres fue reportada el 23 de septiembre en Tecamachalco, su lugar de origen, donde era conocido por su doble vida: un empresario exitoso que proyectaba una imagen de opulencia en redes sociales, con publicaciones de automóviles de lujo, viajes y detalles operativos de su empresa de cartones, contrastando con sus presuntos lazos criminales. Según versiones extraoficiales corroboradas por fuentes cercanas a la familia, un grupo delictivo exigió un rescate que los allegados pagaron íntegramente, bajo la promesa de su liberación. Sin embargo, cinco días después, el 28 de septiembre, su cabeza fue abandonada frente al Santuario de Nuestra Señora de los Dolores, en el corazón de Acatzingo, junto a una cartulina con un mensaje que aludía a disputas entre bandas como "Los Tepeacas", y acusaba a Torres de negarse a pagar cuotas de protección ("derecho de piso"). El secretario de Seguridad Pública de Puebla, Francisco Sánchez González, confirmó la identidad de la víctima y detalló que policías municipales alteraron la escena del crimen al trasladar los restos antes de la llegada del Servicio Médico Forense, lo que complicó la recolección de evidencias; posteriormente, la SSP recuperó el cráneo en la autopista Puebla-Orizaba. La Fiscalía General del Estado (FGE) asumió el caso, explorando líneas de investigación que incluyen sus actividades empresariales y relaciones personales, con la hipótesis principal de un móvil delincuencial. Este homicidio se inscribe en una ola de violencia en Puebla, donde el último fin de semana de septiembre registró seis ejecuciones, contribuyendo a 36 en los 15 días previos, posicionando al estado en el cuarto lugar nacional en homicidios dolosos. 

Amigos y familiares de Julio Torres habían convocado una movilización para exigir justicia y visibilizar la inseguridad en la región, programada para la mañana de este martes 30 de septiembre en el Parque Ávila de Tecamachalco. Sin embargo, la iniciativa fue cancelada de última hora, y en su lugar, los organizadores invitaron a la comunidad a acompañar el velorio del empresario, establecido para las 19:00 horas sobre la carretera Tecamachalco-Tochtepec. De manera extraoficial, se ha trascendido que el resto del cuerpo de Torres ya fue localizado, permitiendo así los preparativos fúnebres, aunque ni la familia ni las autoridades han emitido una confirmación oficial al respecto. La SSP y la FGE continúan con operativos de búsqueda y análisis forense, coordinando esfuerzos para esclarecer el crimen y prevenir represalias en una zona marcada por la disputa entre carteles por el control de rutas de tráfico de drogas y extorsiones a empresarios. Este caso resalta la vulnerabilidad de figuras locales ante la criminalidad organizada, generando llamados a fortalecer la seguridad en municipios como Acatzingo y Tecamachalco, donde la incidencia delictiva ha escalado en los primeros meses de 2025. 

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