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La colectiva feminista Marea Púrpura ha levantado la voz para exigir justicia por el brutal feminicidio de Rosa Isela Hernández Rivera, una joven de 23 años y madre de tres hijas, asesinada el 3 de octubre en la localidad de Atencingo, municipio de Chietla, Puebla. La víctima fue atacada dentro de su propio domicilio con un machete, recibiendo más de diez heridas en el cuello, rostro y tórax, lo que le provocó lesiones fatales. A pesar de los esfuerzos de su familia por trasladarla con vida a la clínica 26 del IMSS, Rosa Isela falleció poco después debido a la gravedad de las heridas.
Según información preliminar, el ataque fue perpetrado por tres menores de edad, todos vecinos de la misma comunidad, uno de ellos de apenas 12 años. Sin embargo, a pesar de la existencia de testigos que señalan a los presuntos responsables, las autoridades no han reportado avances significativos en la investigación ni detenciones, lo que ha generado una profunda indignación entre los habitantes de Atencingo y colectivos feministas. Marea Púrpura participó en una manifestación durante el entierro de la joven y planea nuevas movilizaciones para presionar por resultados.
En un pronunciamiento público, el colectivo demandó que el caso se investigue con perspectiva de género y que la edad de los agresores no sea utilizada como excusa para garantizar impunidad. “Hacemos un llamado a las autoridades para que este feminicidio no quede impune y se le haga justicia a Rosa Isela”, enfatizaron, destacando que la Fiscalía General del Estado mantiene abierta una carpeta de investigación bajo el protocolo de feminicidio, pero sin avances concretos hasta la fecha. La falta de acción ha llevado a especulaciones de que los responsables podrían haber huido a Estados Unidos, incrementando la urgencia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
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