Hallazgo Macabro en el Cerro de Tepontla
En un viernes marcado por el terror en la capital poblana, el cuerpo sin vida de un hombre fue descubierto en una cuneta junto al cerro de Tepontla, en la zona de Los Lavaderos, alertando a los residentes locales que reportaron el hallazgo alrededor del mediodía cuando un transeúnte notó la presencia inusual en el área boscosa y semidesértica frecuentada por caminantes y trabajadores informales.
El cadáver, correspondiente a un varón de aproximadamente 30 a 35 años con complexión media y vestimenta casual que incluía jeans desgastados y una camiseta oscura, presentaba signos evidentes de violencia extrema, con múltiples impactos de arma de fuego en el torso y extremidades, así como huellas de arrastre que sugieren un intento de ocultamiento apresurado por parte de los responsables, quienes aparentemente abandonaron el sitio en las horas previas al amanecer para evitar detección temprana.
Las autoridades municipales y estatales, alertadas de inmediato por la llamada al 911, desplegaron un perímetro de seguridad amplio para preservar la escena del crimen, mientras peritos forenses iniciaron el levantamiento de evidencias balísticas, huellas dactilares parciales y muestras biológicas dispersas en el terreno irregular, confirmando preliminarmente que la muerte ocurrió entre la medianoche y las primeras horas de la mañana debido a hemorragia masiva por las lesiones de bala de alto calibre.
Este suceso, que evoca patrones de ejecuciones sumarias vinculadas a disputas territoriales o deudas en el bajo mundo criminal de la metrópoli, ha intensificado las patrullas en las periferias urbanas como Tepontla, donde el relieve montañoso facilita el descarte de cuerpos en cunetas y barrancas, y las indagatorias avanzan con cruces de datos de personas reportadas como desaparecidas en las últimas 72 horas para identificar a la víctima y rastrear a los perpetradores a través de testimonios recolectados en comunidades aledañas. ***Redacción
El cadáver, correspondiente a un varón de aproximadamente 30 a 35 años con complexión media y vestimenta casual que incluía jeans desgastados y una camiseta oscura, presentaba signos evidentes de violencia extrema, con múltiples impactos de arma de fuego en el torso y extremidades, así como huellas de arrastre que sugieren un intento de ocultamiento apresurado por parte de los responsables, quienes aparentemente abandonaron el sitio en las horas previas al amanecer para evitar detección temprana.
Las autoridades municipales y estatales, alertadas de inmediato por la llamada al 911, desplegaron un perímetro de seguridad amplio para preservar la escena del crimen, mientras peritos forenses iniciaron el levantamiento de evidencias balísticas, huellas dactilares parciales y muestras biológicas dispersas en el terreno irregular, confirmando preliminarmente que la muerte ocurrió entre la medianoche y las primeras horas de la mañana debido a hemorragia masiva por las lesiones de bala de alto calibre.
Este suceso, que evoca patrones de ejecuciones sumarias vinculadas a disputas territoriales o deudas en el bajo mundo criminal de la metrópoli, ha intensificado las patrullas en las periferias urbanas como Tepontla, donde el relieve montañoso facilita el descarte de cuerpos en cunetas y barrancas, y las indagatorias avanzan con cruces de datos de personas reportadas como desaparecidas en las últimas 72 horas para identificar a la víctima y rastrear a los perpetradores a través de testimonios recolectados en comunidades aledañas. ***Redacción
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