Alfonso Ponce de León - Porqué los Muertos Corren Rápido
Hace un par de semanas la Secretaría de Seguridad Pública y la Policía Judicial realizaron un aparatoso (aunque estéril) operativo en Tehuacán.
Desde un principio apuntamos que el despliegue policiaco iba a fracasar por las filtraciones que haría la propia Policía municipal.
Y efectivamente así sucedió.
Los resultados fueron magros.
Sólo dos cabarets y dos discotecas fueron momentáneamente clausuradas. Pagaron sus multas y siguieron trabajando sin problema alguno. Uno de estos cabarets cerrado fue “El Guajiro”.
Fue hace más de un año que esta columna dio a conocer la red de lenocinio y trata de blancas que opera en Tehuacán y que encabeza Virginia Meza Cabrera, alias “Doña Vicky”, una mujer sexagenaria propietaria del cabaret “El Guajiro”, ubicado en la junta auxiliar de San Pedro Acoquiaco.
Asimismo apuntamos que el citado antro de vicio era el principal empleador de mujeres centroamericanas que llegan a prostituirse a Tehuacán.
De igual manera dimos reseña que en el lugar son explotadas sexualmente menores de edad. “El Guajiro” es el principal centro lenón de esa ciudad.
Otros lugares menores son “Los Pinos” en la colonia Niños Héroes, “El Bar del Güero Palma” en la colonia Serdán, y “El Premier” en la junta auxiliar de Santa María Coapan.
En todos estos se ejerce la prostitución sin ningún tipo de control. Pero ninguno fue tocado en el operativo estatal dado que fueron oportunamente alertados.
El despliegue sólo evidenció la corrupción municipal.
Y es que a decir de los propios lenones la mayor corrupción se ha dado precisamente en el ayuntamiento de Félix Alejo, ya que son tres los altos funcionarios municipales que exigen pagos por debajo de la mesa. Uno de ellos además pide que cuando se presente en uno de estos cabarets se le brinden botellas y mujeres sin costo alguno.
Asesinato en El Guajiro
El fracaso del operativo estatal quedó evidenciado hace unos días con el asesinato del taxista Víctor Manuel Aguirre Sandoval, ocurrido precisamente a las afueras de “El Guajiro”.
La madrugada del pasado sábado 7 (a sólo quince días del operativo estatal) el trabajador del volante junto con otros dos de sus compañeros estaban a la salida del citado antro en espera de pasajeros cuando un sujeto que salió del lugar disparó contra ellos en por lo menos cinco ocasiones.
En el lugar cayó el taxista Aguirre Sandoval al tiempo que se agarraba el pecho con ambas manos. Un proyectil le entró en la caja toráxica causándole la muerte instantánea.
En la averiguación previa 1888/2008 no se tienen ni sospechosos, ni líneas de investigación.
Todo apunta a que un hombre en avanzado estado de ebriedad salió del cabaret y nada más se le ocurrió disparar contra los taxistas. Todo ocurrió en un lugar que ya es conocido por su alta peligrosidad.
Si la clausura se hubiera sostenido o se hubiera procedido a consignar a los propietarios de este lugar por los delitos de lenocinio y corrupción de menores los crímenes se hubieran detenido, pero ya vimos que no.
Siguen trabajando gracias a la complacencia del ayuntamiento de Félix Alejo.
Padres de familia del campus Tehuacán de la UAP, desesperados
Padres de familia del campus Tehuacán de la benemérita buscarán en los próximos días una audiencia con el rector Enrique Agüera y con el director de la Facultad de Derecho, Guillermo Nares Rodríguez.
Y es que pese a que la denuncia se hizo pública en esta columna, la venta de enervantes continúa en el referido campus.
La supuesta estudiante de Derecho, Jazmín Domínguez de Jesús, detenida hace unas semanas por “narcomenudista” y quien llevaba varias docenas de envoltorios de marihuana, sigue tan campante y como si nada en sus “actividades extracurriculares” de siempre. Por supuesto, Jazmín cuenta con el apoyo de “Alejandra”, una de sus principales “narcodistribuidoras”.
De buena fuente se sabe que Nares Rodríguez exigió a María Victoria Rivera Caruso, responsable del plantel, una tarjeta informativa, pero la médico veterinario sólo minimizó el hecho de la venta de enervantes.
Nos vemos cuando nos veamos.
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