Lomas de Angelópolis residencia de personajes de la narco alianza

Alfonso Ponce de León - Porqué los Muertos Corren Rápido

 

Desde el martes pasado la solicitud de cateo, acompañada de una copia de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEDO/17404/2008, llegó a uno de los Juzgados de Distrito que están radicados en territorio poblano, la petición era permitir la entrada de agentes de la Subprocuraduría de Investigaciones de Delincuencia Organizada (SIEDO), a la casa 888 de la calle Cluster, en la zona residencial Lomas de Angelópolis.

Por alguna razón la orden de cateo no fue autorizada de inmediato, por lo que un nutrido grupo de federales y elementos del Ejército Mexicano tuvieron que permanecer en las instalaciones de la 25 Zona Militar.

Fue hasta el domingo cuando se autorizó el ingreso a la mentada residencia, de inmediato llegaron las fuerzas federales acompañados de personal de la SIEDO, forzaron la puerta y al entrar no encontraron nada, lo que se dicen nada, ni muebles, ni ropa, ni basura, la casa estaba totalmente desabitada, la conclusión fue sencilla, de nuevo la información se fugó, nadie sabe cómo ocurrió pero todos opinan lo mismo, la información fue vendida.

La casa de Cluster 888, de acuerdo a rumores que se han regado tras el fallido cateo, pertenece a uno de los personajes de la familia de Osiel Cárdenas Guillen, uno de los líderes del cártel del Golfo que recientemente formaron alianza con el cártel de Tijuana, liderado de lo que quedó de los Arellano Félix.

Por cierto, uno de los habitantes de esa misma calle, pero en el 666, es el secretario de Seguridad Pública del estado, el general Mario Ayón, su residencia que consta de trece casas pequeñas está bien custodiada por personal de la Policía estatal.

 

Correo de los muertos….

 

Abusos en el hospital de La Mujer

primera parte

“En el mes de agosto de 2006, el personal de enfermería del Hospital de la Mujer de esta ciudad, le enviamos al Sr. gobernador del estado de Puebla un escrito de forma personal, donde respetuosamente le manifestábamos nuestra situación laboral que era oprimida y abusada por parte de las jefas de enfermería de dicho Hospital donde no nos daban trato humano.

”Esperábamos una mejor respuesta a nuestras peticiones pero enviaron a la jefa estatal de Enfermería de ese entonces la maestra Odilia Bustos, la cual sólo dejó en claro que lo que la jefa ordenaba ella la apoyaría mencionando que ‘la ropa sucia se lava en casa’ y que nosotras nos acatáramos a sus órdenes, ya que como personal de contrato no tenemos derecho a nada.

”Ahora, la nueva jefa maestra María Guadalupe Castillo González sigue con el mismo trato, sino es que peor que la anterior jefa. Se nos obliga a usar un uniforme que no es proporcionado por el Hospital el cual lo tenemos que comprar. También, bajo derecho, gozamos de 15 minutos de tolerancia a la entrada de la jornada laboral, pero dicha jefa ha indicado que no se nos permita registrar nuestra entrada si llegamos después de los 10 minutos de tolerancia, sin derecho a ingresar si lo hiciéramos. Los días festivos no nos los hacen válidos, aunque por Ley a todos los trabajadores nos corresponden, sin que posteriormente nos repongan esos días; pero ella sí goza de esos días presumiéndonos que ella tiene base y es la única que falta sin que pase nada. Sumando a esto, que el demás personal de las otras áreas (médicos, camilleros, administrativos, etcétera) sí gozan de los días festivos, y existe un oficio de Oficinas Centrales pegado fuera del área de Recursos Humanos que señala los días festivos por Ley, entonces nos preguntamos que quién estará infringiendo la Ley el Responsable de Recursos Humanos, el director del Hospital el Dr. Cázarez o la jefatura de Enfermería. Además, que ella dice ser la única que sus días de descanso son sábados y domingos, y el personal de enfermería no tiene ese derecho por ser de contrato.

”También, no tenemos derecho a seguir nuestros estudios profesionales porque ahora dependemos de la decisión de la jefa Guadalupe”.

En la siguiente entrega la última parte

 

 

Nos vemos cuando nos veamos

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