Perdió Puebla mil 177 hectáreas de áreas verdes en 30 años

En un periodo de 30 años, el municipio de Puebla perdió unas mil 177 hectáreas de áreas verdes debido al crecimiento urbano y a la erosión del suelo
Leopoldo Aguilar Cruz /La Jornada de Oriente

Actualmente solamente hay 167 hectáreas, manifestó Héctor Juárez Paulino, integrante del Colegio de Urbanistas y miembro del Consejo de Participación Ciudadana del ayuntamiento de Puebla; este dato fue obtenido a partir de un análisis realizado por ambos organismos y documentado con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los planes de Desarrollo Urbano de las diferentes administraciones que han gobernado la capital en ese tiempo.

Cinco de los 22 presidentes del citado consejo exigieron al gobierno del estado y a la Federación que se mantenga el uso de suelo de las últimas 60 hectáreas de zonas verdes de la Reserva Territorial Atlixcáyotl–Quetzalcóatl; el gobierno del estado pretende cambiarlo y “regularizarlo” para poder autorizar la construcción de nuevos centros comerciales y fraccionamientos residenciales.


También se pronunciaron contra la construcción de una nueva tienda de la cadena Wal Mart en la unidad habitacional La Margarita, y aunque dijeron no oponerse al desarrollo de la zona, criticaron la política ambiental del estado y el municipio, que obliga a los particulares “a sembrar plantas por cada árbol que es cortado, cuando lo que debe reponerse es el equivalente a la masa forestal derribada. No es lo mismo que tumbes un tronco de 50 años y de varias toneladas de peso a que siembres unos arbolitos que no van a sobrevivir porque nadie los riega”.


Propusieron nuevas tecnologías y el uso de materiales alternativos, como el bambú, en la industria de la construcción, lo que impediría el avance del cemento en la capital poblana.


En rueda de prensa, ofrecida la mañana de ayer en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Víctor Hernández García, Francisco Romero Levet, Gerardo Spezzia Sánchez, Federico Fresse Rodríguez, Teresita Rojas Ortiz y Leopoldo Muro Gutiérrez, presidentes de los consejos ciudadanos de Desarrollo Urbano, Ecología, Obra Pública, Vialidad y Transporte, Centro Histórico y Patrimonio Edificado y vocal de Ecología, respectivamente, lamentaron que la administración estatal haya hecho de la Reserva Territorial Atlixcáyotl–Quetzalcóatl un negocio de unos cuantos y se hayan dejado de lado las políticas integrales de planeación de los municipios de Puebla y San Andrés Cholula, los cuales ahora se encuentran enfrascados en una disputa territorial de la pudiente zona comercial de Angelópolis.


Afirmaron que tuvieron una entrevista con el personal que administra el fideicomiso de la reserva, el cual se negó a proporcionar los nombres de los beneficiarios y el precio al que les fueron vendidas cientos de hectáreas.


Juárez Paulino estimó con base en el Programa Municipal de Desarrollo Urbano Sustentable que actualmente existen 160.97 hectáreas de áreas verdes en el municipio de Puebla, que dividido por el millón y medio de habitantes de la capital significaría que aproximadamente a cada ciudadano le corresponderían 1.08 metros cuadrados de área verde, lo que estaría por debajo de los 9 metros cuadrados recomendados por la Organización Mundial de la Salud. La ONU recomienda 16.


Esta situación es preocupante agregó, si se considera que para el año 2010 esta capital debería contar con mil 452.28 hectáreas de áreas verdes, y para el año 2015 deberían ser mil 548.40; en 2020 deberán existir mil 630.70 hectáreas. Lamentó que las actuales 167 hectáreas de áreas verdes registradas sólo producen oxigeno necesario para menos del 1 por ciento de la población de la capital.


“La estrategia consiste en recuperar 21 áreas verdes y parques urbanos con una superficie aproximada de 505.79 hectáras, así como las riberas de los ríos Atoyac y Alseseca, complementados con 13 escurrimientos superficiales, lo que representa una longitud de 233.94 km aproximadamente. Los beneficios ambientales serán producidos en el corto, mediano y largo plazo, con un horizonte de 10 a 15 años.