Arde Tlapanalá; en vilo la mixteca

Rescata procuraduría a ochos secuestradores 

Alfonso Ponce de León Salgado

Foto Carlos Pacheco

Ocho miembros del crimen organizado conocieron la ira de los habitantes de la población de Tlapanalá, que a punto estuvieron de lincharlos tras interceptarlos en la junta auxiliar de Santa Catarina Coatepec, cuando se retiraban llevando en su poder a un sospechoso de “narcotráfico”, oriundo de la inspectoría de Las Palmas, a quien hirieron en cuatro ocasiones con disparos de “cuerno de chivo” y de R15.

Los sospechosos de secuestro llevaban uniformes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), se transportaban en una camioneta Durango y una Ram, y al menos dos de éstos llevaban credenciales de esa corporación federal, de las que se dijo eran falsas, en tanto que otros maleantes escaparon en tres vehículos disparando contra la multitud que ya había colocado barricadas en las salidas de la población.

Desde las 21:00 horas del sábado y hasta las 18:00 del domingo, los delincuentes estuvieron en poder de la población, en ese tiempo fueron lesionados con machetes y otras armas blancas, se dijo que dos de ellos se reportan como graves y tras ser liberados y trasladados en un convoy de más de 400 policías fueron internados en un hospital de la ciudad de Puebla, donde colocaron vigilancia especial para tratar de evitar que sean rescatados por sus compañeros de felonía.

Se dijo que para que la población de Tlapanalá decidiera dejar libres a los pseudofederales fue necesaria la intervención de Víctor García, director de la Cruz Roja en Izúcar de Matamoros, quien convenció a José Luis Villalba, el presidente municipal priista de Tlapanalá a que entregara a los sospechosos al subprocurador de Averiguaciones Previas y Control de Procesos, Víctor Pérez Dorantes, y al director de la Policía Judicial del Estado (PJE), Hugo Isaac Arzola Muñoz, a fin de que fueran trasladados a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), para que se realicen las respectivas investigaciones.

Se dijo que desde que se conoció que los sospechosos de secuestro se encontraban en poder de los habitantes de una comunidad que no permite la presencia de policías ajenos a su comunidad, al lugar arribaron 300 elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), de las bases regionales de Izúcar de Matamoros, Chiautla de Tapia, Tepexco, Coatzingo, Tehuitzingo y Acatlán de Osorio; además de cien agentes de la Policía Judicial del Estado y otro tanto de la Dirección Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (DIEDO).

 

El secuestro de un sospechoso de narcotráfico

La tarde del sábado a la región de la Mixteca Poblana arribaron cinco vehículos de diversos modelos, donde se transportaba un nutrido grupo de hombres armados con rifles de asalto y con uniformes federales.

Los desconocidos interceptaron el vehículo donde viajaba José Vargas, quien es un conocido “narco” de la zona, quien se resistió a ser “levantado” y fue herido en cuatro ocasiones por el grupo armado, quienes intentaron darse a la fuga por el camino que va de Santa Catarina Coatepec a la comunidad de Jantetelco que pertenece al estado de Morelos.

Los habitantes de Tlapanalá de inmediato se comunicaron con los de Santa Catarina y éstos colocaron una barricada y se armaron de machetes, pistolas y escopetas para esperar al grupo armado suscitándose un enfrentamiento a tiros donde un grupo de sicarios logró escapar en tres camionetas, en tanto que los restantes fueron detenidos y trasladados a Tlapanalá donde iban a ser linchados.

Durante siete horas los habitantes de Tlapanalá, representados por su presidente municipal, dialogaron con autoridades de la PGJ y de la PJE; y, tras enterarse de que el grupo armado pretendía llevarse a un sujeto relacionado con delitos contra la salud, decidieron entregar a los secuestradores a la justicia para que ellos se encarguen de juzgarlos.