Casa de inquisición en Zacatlán

Casa de Inquisición en Zacatlán, Puebla, México.
Por Eduargo Gómez Oropeza


ZACATLAN, Pue.- Uno de los atractivos turísticos con que cuenta este municipio de la Sierra Norte de Puebla es la Casa de la Inquisición, de la que se cuentan muchas historias.
Ubicada en la calle José Dolores Pérez número 8, a una cuadra del palacio municipal, la Casa de la Inquisición es un testimonio de las torturas que se llevaron a cabo, llena de sufrimientos humanos, la cual era manejada por las autoridades locales y por el clero.
Han pasado cerca de 278 años y aún se conserva la entrada principal de la que fue la Casa de la Inquisición en este lugar. Su puerta de madera reforzada con chapones y sus goznes de acero, así como un logotipo empotrado en cantera de piedra, que desde su entrada se siente escalofrío al haber escuchado los relatos de los ancestros que lo comunicaron a sus familiares por generaciones.
La Inquisición en tierras americanas comenzó a funcionar a través de las órdenes religiosas y los obispos, luego fueron creados tribunales de amplia jurisdicción en México y Perú. El Tribunal del Santo Oficio se instaló en l57l, al cual la región centroamericana le correspondía.
Eñ tribunal del Santo Oficio tenía la misión de juzgar y penar delitos, tales como herejías, brujería, amancebamientos, delitos de sexo. supersticiones y maleficios, así como otros. Los denunciados y juzgados eran españoles, negros, mulatos curas y mujeres y aunque sabemos que el Santo Oficio no juzgaba a la población india, existen registros documentales que hablan de indios acusados. 
Cabe recordar que el primer asentamiento de Zacatlán se ubicó en Otlatlán y Tenamitec, en el año de 1583. En el año 1115 los Chichimecas de Xolotl se adueñan de la región gobernada en l249 por el Tlacatecutli,Chihuitlpopoca, Atenacatzin. 
Los franciscanos dirigieron la obra y cementerio, en l66l el convento fue secularizado. En l676 se conoce como República de Zacatlán.
Un hijo del capitán Manuel Antonio Sánchez de Tagle, que había sido alcalde mayor, promovió una conspiración para independizar a México pero fue delatado (l776) y condenado a muerte en la Ciudad de México, murió en la horca.
Los zacatecos viejos recuerdan historias de sus padres y confirman que los indígenas y gente que estaba contra la Corona Española sufrieron horrendos castigos, por el solo hecho de haber sido acusados de no ser creyentes de la religión católica.
Los pobladores de este lugar recorren la calle de la Casa de la Inquisición, también conocida como "Cárcel de los tormentos", mientras la noche transcurre una la pesada neblina atrapa la casa, y de ella se desprenden varias leyendas.
Dicho inmueble durante años fue utilizado para una primaria y por varios particulares y hasta donde se sabe, algunos fueron destruyendo y quemando los instrumentos de tortura que había en ese lugar. 
En esta cárcel había aparatos de tortura tales como el potro, la doncella, el chicote y otros más, que servían para atormentar a los infelices indígenas que tenían la desgracia de caer en sus garras de aquellas autoridades que eran acusados por diversos delitos, fueran ciertos o falsos que tenían que atemorizar a la población por tan semejante lugar de suplicio,
Existe hasta la actualidad una "leyenda de esta Cárcel de la Inquisición", la cual es: "la noche parecía muy oscura y lóbrega que en otras ocasiones solo reinaba el silencio".
"De pronto la puerta de la cárcel rechinó al abrirse lentamente asomándose una cabeza cubierta con un capuchón, oteando el ambiente para que nadie percibiese su nefasta y maligna presencia.
"La puerta rechinaba como sintiendo un profundo dolor que le causara a lo que iba a pasar aquella noche, la puerta se abrió por completo. Varias siluetas negras se dibujaron al salir de ahí y se encaminaron resueltamente hacia un patio que se encontraba frente a aquella cárcel de la inquisición."
"El monje que iba al frente de la comitiva llevaba un libro, un rosario y una cera encendida, Atrás de él iban otros monjes o frailes, llevando a un sujeto a un individuo apenas cubierto con una especie de camisa rota y pantalón negro. Iba erguido, resuelto con las ideas que dan certeza de realización de las metas.
El convicto era nada menos que el hijo del capitán don Manuel Sánchez de Tagle, quien había sido Alcalde Mayor de Zacatlán, su hijo, en combinación con conspiradores del lugar, trató de levantar a los indios zacatecos para que se libraran del yugo español y de la ignominia de la cual eran tratados, mas habiendo sido sorprendido, fue hecho prisionero, y según unas versiones, conducido a la Ciudad de México.
Mientras tanto, otros cuentan que se le confinó en la cárcel de Zacatlán, donde fue juzgado, encontrándose el delito de su majestad y de donde salió procesado y condenado a la horca. Esa noche, los frailes lo conducían hasta donde se encontraba levantado el patíbulo.
La muerte vino por él. Los años han pasado y algunas familias que han vivido en ese lugar han escuchado misteriosos ruidos, lamentos, ruidos de grillos, pasos que produce una persona, el arrastre de cadenas, sonidos de objetos que ruedan, la sensación que produce cuando algo o alguien está en un cuarto y no se le ve".
La puerta de esta casa atestigua la época que fue construida, en la parte alta se encuentra una especie de escudo religioso donde se pueden notar dos llaves cruzadas y una especie de gorro de obispo de aquellas épocas. Y entrando a la casa, por el lado izquierdo hay un escalera de madera que conduce al tapango de la casa. Al pie de esta escalera dicen los moradores que pueden percibir un tenue velo que nace desde el piso hasta alcanzar una altura como de un metro y medio y donde pueden distinguir aunque borrosamente un rostro. 
No se sabe qué significa la aparición, no hay indicios que se puedan aclarar. Pues ello se ha perdido con el paso del tiempo, sólo levísimos recuerdos, sólo una pequeña porción del pasado, en ocasiones es posible rescatar, mientras tanto, ¿será acaso una manifestación incorpórea del hijo de don Antonio Sánchez de Tagle