Con olor a cempasúchil

Con el olor inconfundible de la cempasúchil, cientos de familias poblanas creyentes de la festividad de Día de Muertos, despidieron a sus fieles difuntos.

Prácticamente todos los camposantos que conforman los municipios de la región de Cholula mostraron la misma estampa: decenas de personas limpiando tumbas, colocando flores sobre ellas, pero sobre todo recordando a sus seres queridos que ya se "adelantaron en el camino".

En algunos pasillos de los camposantos no dejaron de escucharse canciones nostálgicas que eran dedicadas a los fieles difuntos, aunque las melodías entonadas por integrantes de mariachis, tríos y hasta pequeñas bandas norteñas, también formaron parte de la festividad.

No obstante, mientras al interior de los panteones algunas de las personas rezaban, otras lloraban y muchas más meditaban o simplemente recordaban a sus seres ya fallecidos, en las zonas exteriores de estos inmuebles, muchos otros habitantes disfrutaban de los antojitos mexicanos.

Y es que año tras año, la festividad de Día de Muertos, una de las tradiciones mexicanas más importantes para la comunidad católica, se ha convertido en una actividad económica para el sector comerciante, cuyos integrantes en el marco de esta tradición optan por vender desde comida, antojitos, así como la flor de cempasúchil, que es la más demandada por los feligreses.

"Este año despide a mi mamá, pero no sé si Dios me prestará vida para el otro año, la vida es incierta", comentó en un breve comentario doña Margarita, quien limpiaba la tumba de uno de sus hijos, de quien lo único que contó fue que hace dos años fue llamado por Dios.

Como ese comentario, al menos ayer miles fueron transmitidos entre las familias poblanas que, fieles a sus creencias, despidieron con flor de cempasúchil a sus muertos.