15 millones de pesos costará falso positivo a la CONADE

Tres años después de llevar a cabo su denuncia, esta semana se dio a conocer que la esgrimista de origen mexicano, Paola Pliego, quien se naturalizó como habitante de Uzbekistán, venció legalmente a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) con la que la dependencia comandada por Ana Gabriela Guevara deberá pagar 15 millones de pesos por comprobarse un falso dopaje positivo con el que la deportista fue bloqueada de participar en los Juegos Olímpicos de Río 2016, representando a la delegación de México.

24 de enero de 2020
A través de su cuenta oficial de Twitter la atleta reveló su victoria en los tribunales y pidió que, más allá de lo económico, sea el primer paso para que los deportistas mexicanos reciban un trato justo por parte de la dependencia.



“Para mí nunca se trató de lo económico, porque los sueños, el trabajo que ponemos día a día por alcanzar nuestra metas, los sacrificios y el sentir que estás haciendo algo especial con tu vida no tiene precio (…) nadie puede regresarme lo que me quitaron, nada puede compensar por lo que he pasado, lo hecho hecho está”.

Por otro lado, la esgrimista que desea participar en Tokio 2020 aseguró que desea que su caso se convierta en un ejemplo de que el sistema judicial de México puede funcionar y que los deportistas pueden tener justicia.

"Jamás debemos aceptar ser víctimas siempre debemos de luchar por nuestros derechos y nuestra dignidad”.

Paola Pliego, víctima de la CONADE
En Agosto de 2016, días antes de arrancar los Juegos Olímpicos de Río 2016, la esgrimista mexicana fue notificada por la Conade que tuvo doping positivo por modafinil, sustancia utilizada como neuroestimulante, la cual está prohibida, motivo por el que a pesar de haber ganado su boleto para representar a México en la justa veraniega, este le fue negado.

Tras darse a conocer el hecho ante los medios, la deportista se declaró inocente  y decidió apelar los resultados del laboratorio.

Meses después, pudo obtener el premiso para que sus pruebas fueran analizadas en un laboratorio de Alemania, en donde se comprobó que el resultado era negativo y que el laboratorio de la Conade había cometido un error.

Por ello, durante la administración de Alfredo Castillo, la esgrimista interpuso una demanda contra la Conade “por daños y perjuicios”.

A mediados del año pasado, la deportista nacida en Querétaro decidió cambiar de nacionalidad y optó por representar a Uzbekistán, país con el que ahora busca su pase a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.