Un hombre privado de la libertad en el penal de San Miguel, identificado como Armando, fue encontrado muerto en la cama de su celda, aparentemente, sin huellas de violencia, menos de 24 horas después de que otro recluso se desmayó y fue atendido en la enfermería.
Aunque se presume que la muerte fue por causas naturales, el cuerpo fue llevado a la morgue para descartar que se haya tratado de un homicidio.
El deceso ocurrió la tarde del miércoles, cuando corrió el rumor de que un interno se había dado a la fuga, pero más tarde se descubrió que estaba en la enfermería luego de sufrir un desmayo.
La muerte de Armando, de 36 años, fue dada a conocer antes de las 17 horas del 3 de agosto, ya que en un recorrido de revisión uno de los custodios lo encontró inmóvil en su cama.
El hombre estaba en el dormitorio A de la celda 6, por lo que el custodio pidió el apoyo del personal de enfermería y este confirmó que el reo estaba muerto.
Del caso se dio parte a la Fiscalía General del Estado (FGE), la cual envió a peritos y a un grupo de agentes para que encabezaran las diligencias del levantamiento del cuerpo.
Las pesquisas iniciales presumen que se trató de una muerte por causas naturales, y en la celda se encontró un vaso y un bote con limpiador o desinfectante.
Elementos de la Unidad de Traslado y Recuperación de Cadáveres (UTREC) llevaron el cuerpo a la morgue para la necropsia de ley y con ello establecer la causa de muerte.
