Ahuazotepec: irregularidades millonarias en la cuenta pública 2021 revelan daño al erario
Por José Herrera
AHUAZOTEPEC, PUE. — En un país donde los desfalcos a las arcas públicas se han convertido en norma y no en excepción, el municipio serrano de Ahuazotepec se suma a la larga lista de administraciones bajo sospecha. Una auditoría realizada por la Auditoría Superior del Estado (ASE) a la cuenta pública del ejercicio 2021 reveló un presunto daño patrimonial por más de 3.2 millones de pesos, monto que el propio órgano fiscalizador considera pendiente de solventar.
Según los pliegos de observaciones emitidos por la ASE, se detectaron dos anomalías graves en los informes financieros del municipio. La primera, por $2,184,462.50 pesos, corresponde a una diferencia entre los ingresos registrados en el Estado Analítico de Ingresos por Fuente de Financiamiento (particularmente los ingresos propios) y los depósitos reales en las cuentas bancarias municipales. En otras palabras: el papel reporta más dinero del que ingresó realmente a las arcas.
La segunda observación, por $1,028,329.66 pesos, se relaciona con inconsistencias en el Estado Analítico del Presupuesto de Egresos, específicamente en el desglose por objeto del gasto. El dictamen de la ASE es tajante: “se presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública”.
Los oficios, las cifras y el silencio institucional
La documentación remitida por el municipio —incluyendo el oficio HAATM/004-11/2022 y auxiliares contables— no logró justificar plenamente las diferencias detectadas por el órgano de fiscalización. Aunque la administración municipal intentó subsanar las observaciones preliminares, la ASE consideró que las explicaciones ofrecidas resultaron insuficientes para disipar las sospechas de manejo irregular del presupuesto.
A pesar de la gravedad de los hallazgos, la presidencia municipal ha evitado pronunciarse públicamente. Hasta ahora no se ha informado de procedimiento administrativo o penal alguno, ni hay indicios de sanciones contra funcionarios involucrados en el manejo financiero del Ayuntamiento.
Un patrón que se repite
Las observaciones a Ahuazotepec no son un caso aislado. En los últimos tres años, municipios serranos y rurales de Puebla han registrado observaciones recurrentes por irregularidades contables, subejercicios inexplicables, y en el peor de los casos, desvíos de recursos etiquetados para obra pública o programas sociales. La opacidad financiera ha permeado incluso en ayuntamientos de baja densidad poblacional, donde el margen para la vigilancia ciudadana es escaso o inexistente.
El contexto en Ahuazotepec no es favorable. Desde 2020, diversas voces locales —incluidas regidoras inconformes, habitantes organizados y medios comunitarios— han denunciado falta de transparencia en la asignación de obras, vínculos con contratistas favorecidos y una gestión presupuestaria cerrada al escrutinio público. La reciente revelación de la ASE podría ser apenas la punta de un iceberg que permanece sumergido.
¿Y la rendición de cuentas?
Aunque la ASE ha cumplido con su papel técnico al emitir pliegos de observaciones, la verdadera prueba está en la capacidad institucional del Congreso local y la Fiscalía Anticorrupción para convertir las auditorías en consecuencias legales y políticas. Mientras eso no ocurra, las observaciones seguirán siendo letra muerta en documentos oficiales, y los montos observados —como los más de tres millones en Ahuazotepec— se esfumarán sin que nadie rinda cuentas.
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