Que le pregunten a Fedhra: la oposición dispara sin pruebas y exige renuncias sin sustento
En un episodio más del desgaste político fabricado desde la oposición, el secretario general del Congreso del Estado, Julio Leopoldo de Lara Valera, fue blanco de acusaciones infundadas por parte de legisladores del PAN y Movimiento Ciudadano, quienes, sin presentar evidencia alguna, exigieron su renuncia bajo el argumento de que se habrían vertido críticas desde un medio de comunicación en su contra.
La supuesta ofensiva mediática —atribuida sin prueba a Factor Radio— fue negada tajantemente por De Lara Valera, quien recordó que desde octubre del año pasado se separó formalmente de dicho espacio. “Me separé del medio a partir de octubre del año pasado”, declaró, señalando que su trayectoria en medios ha sido pública, profesional y siempre al margen de su actual encargo legislativo.
Con tono mesurado pero firme, el secretario general dejó claro que su trabajo es técnico, institucional y no partidista, y que las declaraciones que se buscan atribuirle no son de su autoría. “Siento un gran respeto por los medios y también por los diputados (…) deberían de preguntarle a ella (diputada Fedhra Suriano), no me corresponde declarar al respecto”, dijo en relación con la legisladora mencionada por sus críticos como presunta fuente del señalamiento.
La oposición, en su estilo ya conocido, no tardó en montar el espectáculo mediático, más interesado en desgastar perfiles técnicos que en debatir el fondo de los asuntos legislativos. En lugar de argumentar con evidencia, apelan al ruido y la victimización para desviar la atención de su propia ineficacia parlamentaria.
En contraste, la postura de Julio Leopoldo de Lara —también conocido como Polo de Lara— se sostiene sobre hechos y fechas comprobables. En momentos donde el Congreso necesita seriedad y temple, la figura del secretario general ha sido una constante de profesionalismo frente al circo político que algunos actores, con afán protagónico, insisten en montar.
Tic tac… El reloj corre, y las máscaras de la simulación legislativa empiezan a caerse. ¿Quién pone las palabras en la boca de la oposición y luego finge escándalo? Que le pregunten a Fedhra.
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