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Trasiego de gas en San Gabriel Chilac

Trasiego de gas en San Gabriel Chilac: la economía del riesgo que nadie regula

Por José Herrera
San Gabriel Chilac, Puebla | Viernes 11 de julio de 2025

En San Gabriel Chilac, municipio ubicado en la región de Tehuacán, la compra callejera de gas LP se ha vuelto una práctica cotidiana. Desde hace meses, vecinos adquieren cargas mínimas —de 50 a 100 pesos— directamente de pipas estacionadas en plena vía pública. La escena, repetida frente a escuelas, viviendas y comercios, no sólo es ilegal: es una bomba de tiempo tolerada a la vista de todos.

La informalidad del trasiego de gas no es nueva, pero su normalización sí lo es. Los habitantes lo justifican por razones económicas —"es lo que alcanza"—, pero detrás del argumento de la necesidad se esconde una realidad más preocupante: la inexistencia de mecanismos seguros y accesibles para obtener combustible doméstico en pequeñas cantidades. El vacío institucional ha dado paso a una práctica peligrosa y creciente.

El presidente municipal, Jorge Alberto Lezama Martínez, reconoce el problema, aunque con un tono que mezcla resignación y evasiva. “Sabemos que esto ocurre, que hay gente que va y compra gas directo de la pipa, pero lo hacen como un ahorro. Estamos buscando generar conciencia”, dijo. La autoridad municipal ha recibido múltiples reportes, pero hasta ahora la respuesta se limita a exhortos.

Mientras tanto, en calles estrechas y sin señalización, ciudadanos se acercan con garrafones, bidones y tanques portátiles para comprar el gas que usan para cocinar, calentar agua o mantener negocios pequeños funcionando. Algunos lo hacen frente a escuelas primarias. Otros, a metros de viviendas familiares. Ninguna autoridad se ha hecho presente para regular, sancionar o al menos delimitar las zonas donde se realiza esta actividad.

Una tragedia latente

El riesgo no es menor. El trasiego de gas en condiciones inadecuadas puede provocar fugas, incendios o explosiones, especialmente en zonas densamente pobladas. En otros municipios de Puebla —como Acajete o Amozoc—, ya se han registrado tragedias por el manejo inadecuado de hidrocarburos. En Chilac, de momento, la desgracia se sigue esquivando por centímetros y por suerte.

Lezama Martínez asegura que sólo se permite el uso de pipas para abastecer tanques estacionarios en comercios formalmente establecidos. El problema, sin embargo, no es el comercio formal, sino la economía del menudeo que ha crecido a falta de alternativas. “No hay lugares donde se venda gas en pequeñas cantidades”, admite el edil. La mayoría de las unidades provienen de Tehuacán, sin controles visibles ni supervisión técnica en su operación diaria.

Un caso fue canalizado a Protección Civil estatal, pero hasta ahora no se ha informado de sanciones ni acciones específicas. Las pipas siguen llegando. La gente sigue comprando. Las autoridades siguen mirando.

En San Gabriel Chilac, la precariedad energética se mide en litros de gas comprados en la calle y en la fragilidad de un sistema de regulación que, una vez más, llega tarde. Si llega.

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