José Herrera
Amigos del cosmos, contemplen el lienzo infinito del universo, donde los ciclos celestes pintan historias que trascienden el tiempo. La noticia que nos llega desde Puebla, en este 21 de agosto de 2025, nos habla de un evento singular: la Luna Negra, un fenómeno que, aunque no deslumbra con su presencia, nos invita a sumergirnos en la profundidad del firmamento.
El sábado 23 de agosto, según nos relata el portal e-consulta, la Luna Negra estacional hará su aparición, siendo la tercera luna nueva de esta temporada. No es un espectáculo de luces, sino una ausencia que resalta la magnificencia del cosmos. La Luna, en su fase nueva, se alinea entre la Tierra y el Sol, ocultando su rostro iluminado y dejando el cielo en una oscuridad sublime. Esta penumbra, lejos de ser un vacío, es una oportunidad: un telón negro que permite a las estrellas, los meteoros y otros fenómenos celestes brillar con mayor intensidad.Imagina, por un momento, un cielo sin la interferencia de la luz lunar. La lluvia de meteoros Perseidas, que aún danza en el firmamento hasta finales de agosto, podrá ser observada con una claridad que roza lo poético. Hasta 25 meteoros por hora, según el Instituto de Astrofísica de Canarias, cruzarán el cielo, siempre que busquemos un rincón alejado de las luces urbanas, donde la contaminación lumínica no opaque esta sinfonía estelar.La Luna Negra, que ocurre cada 33 meses, es un recordatorio de la armonía de los ciclos cósmicos. No es un evento que se imponga, sino uno que susurra. Nos invita a reflexionar sobre las ausencias que dan sentido a las presencias, sobre la oscuridad que exalta la luz. En 2027, el 31 de agosto, este fenómeno regresará, pero por ahora, el 23 de agosto de 2025 es nuestra cita con el universo.Así que, queridos observadores del infinito, preparen sus ojos y sus corazones. Busquen un horizonte despejado, lejos de las ciudades, y permitan que la oscuridad de la Luna Negra revele los secretos del cielo. Porque, como nos enseña el cosmos, incluso en la ausencia hay belleza, y en la quietud, un universo entero por descubrir.Levanta la mirada al cielo, con un gesto de asombro y reverencia.
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