La mañana del 1 de octubre de 2025, la tranquilidad de la colonia Adolfo López Mateos en Puebla se vio interrumpida por un hallazgo perturbador: una narcomanta colgada en las instalaciones de la Escuela Primaria Emperador Moctezuma, ubicada en la calle 5 de Mayo número 5204. Este mensaje amenazante, escrito con lenguaje crudo y directo, iba dirigido especÃficamente a Rubén Sarabia Sánchez, conocido como "Simitrio", el controvertido lÃder de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) "28 de Octubre".
La lona acusaba a Sarabia de extorsionar a sus agremiados mediante el cobro de cuotas diarias obligatorias, de forzar a los miembros de su organización a participar en marchas y bloqueos callejeros, y de mantener supuestos lazos corruptos con autoridades municipales. Firmada presuntamente por el grupo criminal La Familia Michoacana , esta acción no solo escaló las tensiones en el ámbito sindical, sino que introdujo un elemento de terror en un entorno educativo, donde cientos de niños inician su dÃa a dÃa.
Elementos de la SecretarÃa de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla acudieron rápidamente al lugar para retirar la manta y acordonar el área, abriendo de inmediato una carpeta de investigación para rastrear a los responsables y evaluar riesgos potenciales . Este incidente resalta cómo el crimen organizado se infiltra en espacios cotidianos, utilizando sÃmbolos públicos para enviar mensajes que trascienden lo personal y se convierten en advertencias colectivas.
La elección de una escuela primaria como escenario para esta narcomanta no fue casual; generó una ola inmediata de inquietud entre padres de familia, maestros y residentes de la zona, quienes expresaron su temor por la seguridad de los alumnos en un contexto donde la violencia narco parece normalizarse. Vecinos de Adolfo López Mateos, un barrio de clase media con presencia histórica de mercados ambulantes, demandaron mayor vigilancia policial y medidas preventivas, como patrullajes reforzados y protocolos de emergencia en planteles educativos.
Fuentes locales reportaron que, aunque no se suspendieron clases, el ambiente en la escuela se tornó tenso, con padres optando por recoger a sus hijos más temprano y cuestionando la capacidad de las autoridades para contener estas amenazas . Este suceso se suma a una serie de eventos similares en Puebla, donde mantas amenazantes han aparecido en puntos estratégicos para maximizar el impacto psicológico.
En este caso, el mensaje no solo ataca a Simitrio, sino que cuestiona el modelo de la "28 de Octubre", una organización que representa a miles de vendedores informales y que ha sido tanto alabada por defender derechos laborales como criticada por prácticas coercitivas. La intrusión del narco en un espacio infantil subraya una erosión de los lÃmites entre el activismo social y el crimen organizado, dejando a la comunidad en un estado de alerta constante.El Perfil de "Simitrio" y el Legado Conflictivo de la 28 de OctubreRubén Sarabia Sánchez, alias "Simitrio", es una figura polarizante en la escena social y polÃtica de Puebla, al frente de la UPVA "28 de Octubre" desde hace décadas. Fundada en honor a la histórica huelga de vendedores ambulantes de 1978, la organización agrupa a más de 20 mil locatarios en mercados como el de La Acocota y el centro histórico, luchando por espacios de trabajo dignos en una ciudad donde el comercio informal es vital para la economÃa local. Sin embargo, Simitrio ha enfrentado múltiples acusaciones de autoritarismo: desde el cobro de "derechos" que algunos llaman extorsión, hasta la movilización forzada de afiliados en protestas que paralizan el tráfico, como las recientes marchas contra desalojos en el bulevar 5 de Mayo.
Su historial incluye detenciones controvertidas, como la de 2017 por presunto narcomenudeo —de la que salió bajo prisión domiciliaria alegando persecución polÃtica— y recientes tensiones con el gobierno estatal de Sergio Salomón Céspedes, quien lo ha acusado de tolerar influencias delictivas en sus filas. En septiembre de 2025, Simitrio negó categóricamente cualquier vÃnculo con el narco, afirmando que su grupo es "vÃctima" de presiones criminales para reclutar a sus miembros, en medio de un homicidio no resuelto de una activista cercana, Arely Ruiz. Hasta el momento del incidente, ni Sarabia ni la "28 de Octubre" han emitido un comunicado oficial, lo que ha alimentado especulaciones sobre una posible escalada interna o externa en la disputa por el control territorial en los mercados poblanos.
Esta narcomanta firmada por La Familia Michoacana —un cártel originario de Michoacán con presencia creciente en Puebla, conocido por su control de extorsiones y huertos de amapola— sugiere una guerra por cuotas en el bajo mundo comercial. Reportes indican que al menos otras dos mantas similares aparecieron ese mismo dÃa en puntos clave de la capital, como el bulevar Norte y 15 Norte, repitiendo las acusaciones y cuestionando propiedades lujosas supuestamente financiadas por estos cobros.
El titular de la SSC, Félix Pallarés, negó cualquier protección oficial a Simitrio durante una rueda de prensa improvisada, enfatizando que las investigaciones apuntan a rivalidades entre facciones criminales que buscan desestabilizar organizaciones como la "28" para infiltrarlas . Históricamente, Puebla ha sido un caldo de cultivo para estas intersecciones: en 2023, un atentado contra ambulantes en el Estadio Cuauhtémoc dejó tres heridos y expuso nexos entre sindicatos y grupos armados, un patrón que se repite ahora con esta escalada verbal que podrÃa derivar en violencia fÃsica.Implicaciones para la Seguridad y la Sociedad PoblanaEl episodio de la narcomanta en la Escuela Emperador Moctezuma trasciende lo local y pone en jaque la estrategia de seguridad del gobierno poblano, que ha prometido erradicar la extorsión en el sector informal bajo el lema "Puebla Seguro". Con más de 12 mil escuelas en operación en el estado , la vulnerabilidad de estos espacios educativos a mensajes delictivos genera un precedente alarmante, recordando incidentes pasados como las amenazas en planteles de la zona metropolitana en 2022.
Padres y colectivos vecinales, a través de redes sociales, han exigido no solo la identificación de los autores —posiblemente mediante videovigilancia de la Red estatal de cámaras—, sino también reformas para blindar barrios como Adolfo López Mateos, donde la pobreza y la densidad comercial facilitan la infiltración narco . La ausencia de respuesta inmediata de Simitrio podrÃa interpretarse como una táctica de contención, pero también como debilidad, abriendo la puerta a disidencias internas en la "28 de Octubre", que ya enfrenta fisuras por el asesinato de lÃderes emergentes.
En un Puebla marcado por la transición polÃtica —con elecciones locales en el horizonte de 2027—, este suceso amplifica el debate sobre el rol de los lÃderes sindicales:
¿Defensores de los marginados o facilitadores de la impunidad?
La Familia Michoacana, con su expansión desde Guerrero y Michoacán, ve en las organizaciones como la "28" un botÃn para el "cobro de piso" en mercados y transporte, un modelo que ha costado vidas en estados vecinos. Mientras la FiscalÃa General del Estado (FGE) avanza en su pesquisa, la sociedad civil urge una alianza entre gobierno, sindicatos y comunidades para desmantelar estos ciclos.
Si no se actúa con celeridad, incidentes como este podrÃan multiplicarse, transformando escuelas en escenarios de guerra y erosionando la confianza en instituciones que parecen incapaces de proteger lo más vulnerable: la infancia y el tejido social de una capital en ebullición.
La lona acusaba a Sarabia de extorsionar a sus agremiados mediante el cobro de cuotas diarias obligatorias, de forzar a los miembros de su organización a participar en marchas y bloqueos callejeros, y de mantener supuestos lazos corruptos con autoridades municipales. Firmada presuntamente por el grupo criminal La Familia Michoacana , esta acción no solo escaló las tensiones en el ámbito sindical, sino que introdujo un elemento de terror en un entorno educativo, donde cientos de niños inician su dÃa a dÃa.
Elementos de la SecretarÃa de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla acudieron rápidamente al lugar para retirar la manta y acordonar el área, abriendo de inmediato una carpeta de investigación para rastrear a los responsables y evaluar riesgos potenciales . Este incidente resalta cómo el crimen organizado se infiltra en espacios cotidianos, utilizando sÃmbolos públicos para enviar mensajes que trascienden lo personal y se convierten en advertencias colectivas.
La elección de una escuela primaria como escenario para esta narcomanta no fue casual; generó una ola inmediata de inquietud entre padres de familia, maestros y residentes de la zona, quienes expresaron su temor por la seguridad de los alumnos en un contexto donde la violencia narco parece normalizarse. Vecinos de Adolfo López Mateos, un barrio de clase media con presencia histórica de mercados ambulantes, demandaron mayor vigilancia policial y medidas preventivas, como patrullajes reforzados y protocolos de emergencia en planteles educativos.
Fuentes locales reportaron que, aunque no se suspendieron clases, el ambiente en la escuela se tornó tenso, con padres optando por recoger a sus hijos más temprano y cuestionando la capacidad de las autoridades para contener estas amenazas . Este suceso se suma a una serie de eventos similares en Puebla, donde mantas amenazantes han aparecido en puntos estratégicos para maximizar el impacto psicológico.
En este caso, el mensaje no solo ataca a Simitrio, sino que cuestiona el modelo de la "28 de Octubre", una organización que representa a miles de vendedores informales y que ha sido tanto alabada por defender derechos laborales como criticada por prácticas coercitivas. La intrusión del narco en un espacio infantil subraya una erosión de los lÃmites entre el activismo social y el crimen organizado, dejando a la comunidad en un estado de alerta constante.El Perfil de "Simitrio" y el Legado Conflictivo de la 28 de OctubreRubén Sarabia Sánchez, alias "Simitrio", es una figura polarizante en la escena social y polÃtica de Puebla, al frente de la UPVA "28 de Octubre" desde hace décadas. Fundada en honor a la histórica huelga de vendedores ambulantes de 1978, la organización agrupa a más de 20 mil locatarios en mercados como el de La Acocota y el centro histórico, luchando por espacios de trabajo dignos en una ciudad donde el comercio informal es vital para la economÃa local. Sin embargo, Simitrio ha enfrentado múltiples acusaciones de autoritarismo: desde el cobro de "derechos" que algunos llaman extorsión, hasta la movilización forzada de afiliados en protestas que paralizan el tráfico, como las recientes marchas contra desalojos en el bulevar 5 de Mayo.
Su historial incluye detenciones controvertidas, como la de 2017 por presunto narcomenudeo —de la que salió bajo prisión domiciliaria alegando persecución polÃtica— y recientes tensiones con el gobierno estatal de Sergio Salomón Céspedes, quien lo ha acusado de tolerar influencias delictivas en sus filas. En septiembre de 2025, Simitrio negó categóricamente cualquier vÃnculo con el narco, afirmando que su grupo es "vÃctima" de presiones criminales para reclutar a sus miembros, en medio de un homicidio no resuelto de una activista cercana, Arely Ruiz. Hasta el momento del incidente, ni Sarabia ni la "28 de Octubre" han emitido un comunicado oficial, lo que ha alimentado especulaciones sobre una posible escalada interna o externa en la disputa por el control territorial en los mercados poblanos.
Esta narcomanta firmada por La Familia Michoacana —un cártel originario de Michoacán con presencia creciente en Puebla, conocido por su control de extorsiones y huertos de amapola— sugiere una guerra por cuotas en el bajo mundo comercial. Reportes indican que al menos otras dos mantas similares aparecieron ese mismo dÃa en puntos clave de la capital, como el bulevar Norte y 15 Norte, repitiendo las acusaciones y cuestionando propiedades lujosas supuestamente financiadas por estos cobros.
El titular de la SSC, Félix Pallarés, negó cualquier protección oficial a Simitrio durante una rueda de prensa improvisada, enfatizando que las investigaciones apuntan a rivalidades entre facciones criminales que buscan desestabilizar organizaciones como la "28" para infiltrarlas . Históricamente, Puebla ha sido un caldo de cultivo para estas intersecciones: en 2023, un atentado contra ambulantes en el Estadio Cuauhtémoc dejó tres heridos y expuso nexos entre sindicatos y grupos armados, un patrón que se repite ahora con esta escalada verbal que podrÃa derivar en violencia fÃsica.Implicaciones para la Seguridad y la Sociedad PoblanaEl episodio de la narcomanta en la Escuela Emperador Moctezuma trasciende lo local y pone en jaque la estrategia de seguridad del gobierno poblano, que ha prometido erradicar la extorsión en el sector informal bajo el lema "Puebla Seguro". Con más de 12 mil escuelas en operación en el estado , la vulnerabilidad de estos espacios educativos a mensajes delictivos genera un precedente alarmante, recordando incidentes pasados como las amenazas en planteles de la zona metropolitana en 2022.
Padres y colectivos vecinales, a través de redes sociales, han exigido no solo la identificación de los autores —posiblemente mediante videovigilancia de la Red estatal de cámaras—, sino también reformas para blindar barrios como Adolfo López Mateos, donde la pobreza y la densidad comercial facilitan la infiltración narco . La ausencia de respuesta inmediata de Simitrio podrÃa interpretarse como una táctica de contención, pero también como debilidad, abriendo la puerta a disidencias internas en la "28 de Octubre", que ya enfrenta fisuras por el asesinato de lÃderes emergentes.
En un Puebla marcado por la transición polÃtica —con elecciones locales en el horizonte de 2027—, este suceso amplifica el debate sobre el rol de los lÃderes sindicales:
¿Defensores de los marginados o facilitadores de la impunidad?
La Familia Michoacana, con su expansión desde Guerrero y Michoacán, ve en las organizaciones como la "28" un botÃn para el "cobro de piso" en mercados y transporte, un modelo que ha costado vidas en estados vecinos. Mientras la FiscalÃa General del Estado (FGE) avanza en su pesquisa, la sociedad civil urge una alianza entre gobierno, sindicatos y comunidades para desmantelar estos ciclos.
Si no se actúa con celeridad, incidentes como este podrÃan multiplicarse, transformando escuelas en escenarios de guerra y erosionando la confianza en instituciones que parecen incapaces de proteger lo más vulnerable: la infancia y el tejido social de una capital en ebullición.


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