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Una Noche de Alcohol y Rabia que Terminó en Horror

Una Noche de Alcohol y Rabia que Terminó en Horror


El 20 de septiembre de 2024, alrededor de las 20:34 horas, en un modesto domicilio del fraccionamiento Río Dorado –un barrio residencial de clase media en la capital de Durango–, Karla Nallely Reyes Parada, de 23 años, y su pareja Jonathan Salomé Hernández Gueta, de 26 años (aunque algunas fuentes iniciales lo reportaron como 21 o 28, la FGED confirma 26), compartían una velada que parecía rutinaria. Ambos, compañeros de trabajo en una maquiladora de cables en la zona industrial de Durango, habían regresado de sus turnos vespertinos. Según la reconstrucción de la FGED, la pareja ingería bebidas embriagantes –cervezas y posiblemente licor fuerte, como se desprende de testimonios de vecinos y análisis toxicológicos postmortem– cuando surgió una discusión.La pelea, según peritajes forenses y la confesión parcial de Salomé durante interrogatorios, escaló rápidamente por motivos banales: celos infundados de él sobre interacciones de Karla en el trabajo, agravados por el alcohol. "Empecé a golpearla de manera repentina", admitió Salomé ante el Ministerio Público, describiendo un arrebato de furia donde la agredió físicamente en la cabeza con golpes manuales y posiblemente objetos contundentes cercanos, como una botella o el borde de una mesa. La autopsia reveló trauma craneal severo, fracturas en el cráneo y hemorragia interna como causa directa de muerte, con signos de asfixia parcial por estrangulamiento durante el forcejeo. Karla, de complexión delgada y 1.60 metros de estatura, no tuvo oportunidad de defenderse efectivamente; el ataque duró minutos, pero fue letal.En pánico post-delito, Salomé mutiló el cuerpo con herramientas punzocortantes –cuchillos de cocina y posiblemente una sierra de su taller improvisado en casa– para dificultar la identificación y búsqueda. Fragmentó los restos en al menos siete partes, dispersándolos en puntos estratégicos de Durango capital: un tambor oxidado en la colonia Buenos Aires, una zanja junto al río Tunal, contenedores en vías férreas abandonadas y basureros periféricos en las colonias Praderas y El Edén. También destruyó o ocultó evidencia: la vestimenta de Karla (un uniforme de maquila y jeans), su teléfono celular y las armas usadas, arrojándolas en ríos o incinerándolas parcialmente. Esta "desaparición forzada por particulares" –calificada como agravada por la relación íntima– buscaba simular una fuga voluntaria, pero alertó a las autoridades al activar el Protocolo Alba.La familia de Karla –su madre María y hermana Claudia Berenice– denunció la desaparición el 23 de septiembre a la 01:29 horas, tres días después de su salida matutina al trabajo (06:20 horas del 20). Volantes con su foto –sonriente, con aretes plateados y cabello en coleta– circularon en redes y calles. El hallazgo inició el 23 de septiembre por la noche, cuando un recolector de basura reportó restos en un basurero; para el 24 de septiembre por la mañana, equipos forenses de la FGED habían recuperado el 90% del cuerpo, confirmando su identidad vía ADN y dental. Este caso, el feminicidio número 12 en Durango ese año, generó protestas masivas en la Plaza de Armas, con velas y consignas como "Ni una menos", impulsando auditorías a maquiladoras por fallas en protocolos de seguridad laboral.
La Relación de la Pareja: Un Vínculo Laboral Enraizado en Control y Violencia LatenteKarla Nallely y Jonathan Salomé se conocieron en 2022 en la maquiladora de cables, un entorno de turnos extenuantes donde ambos operaban maquinaria en la línea de ensamblaje. Ella, originaria de una familia humilde en la colonia Praderas, soñaba con abrir un salón de belleza; él, con antecedentes de mudanzas entre empleos precarios y un historial delictivo previo (lesiones agravadas, robo y posesión de narcóticos, según registros de la FGED), representaba estabilidad aparente. Su romance inició como una amistad laboral, evolucionando a convivencia en el domicilio de Salomé en Río Dorado, pero pronto se tiñó de toxicidad.Fuentes cercanas, citadas por POSTA México y Excélsior, describen a Salomé como "posesivo y volátil": revisaba el teléfono de Karla, cuestionaba sus interacciones con compañeros varones y había episodios de gritos públicos en la maquila. Compañeras de Karla reportaron a la FGED "celos exacerbados" y al menos dos incidentes previos de empujones en el estacionamiento laboral, no denunciados por miedo a represalias económicas –común en maquilas duranguenses, donde el 60% de feminicidios involucran parejas o exparejas, per datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. No hay registros formales de denuncias previas bajo la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pero testigos afirman que Karla minimizaba los abusos: "Él cambia cuando bebe", decía, según su hermana Claudia.El patrón encaja en la "violencia vicaria" –control psicológico que precede al físico–, agravado por el alcoholismo de Salomé, documentado en su expediente penal. Tras el crimen, él simuló preocupación: compartió la ficha de búsqueda de Karla en redes con el mensaje "Por favor, mandar mensaje", un intento de alibi que la FGED usó como evidencia de dolo. Esta relación, de dos años, ilustra fallas sistémicas: solo el 30% de denuncias por violencia doméstica en Durango derivan en órdenes de protección efectivas, per Conavim.
El Proceso Penal: De la Detención Rápida a una Sentencia EjemplarEl proceso penal, bajo la Unidad Especializada en Delitos de Personas Desaparecidas de la FGED, fue ágil y con perspectiva de género, culminando en un procedimiento abreviado que evitó un juicio oral prolongado. Cronología clave:
Fecha
Etapa
Detalles Principales
20 sep 2024
Hecho delictivo
Agresión mortal y mutilación en Río Dorado.
23 sep 2024
Denuncia y hallazgo inicial
Familia reporta desaparición; primeros restos encontrados. FGED activa Protocolo Alba y obtiene orden de aprehensión por desaparición agravada.
24 sep 2024
Hallazgo completo y detención
Recuperación de restos; detención de Salomé en su domicilio. Análisis forense confirma feminicidio (trauma craneal, mutilación).
7 oct 2024
Imputación y vinculación
Ministerio Público formula cargos por feminicidio y desaparición forzada. Juez impone prisión preventiva en Cereso No. 1. Pruebas: ADN, geolocalización, confesión parcial y testimonios laborales.
10-14 oct 2024
Procedimiento abreviado y sentencia
Salomé acepta responsabilidad. Juez dicta 77 años, 5 meses y 28 días de prisión (45 por feminicidio agravado + 32 por desaparición); multas de 976,912 pesos (651,311 por desaparición + 325,601 por feminicidio); reparación del daño: 1,259,434 pesos (moral y material a familia). Pendiente: reparación adicional por desaparición (resuelta el 16 oct).
30 sep 2025
Deceso en prisión
Salomé hallado ahorcado en celda 204. Depresión recurrente documentada; autopsia confirma autolesión. No homicidio, per Secretario de Seguridad Óscar Galván.
La sentencia, superior al promedio estatal (45 años), incorporó agravantes por género y ocultamiento, estableciendo precedente para maquilas: obliga a capacitaciones anti-violencia. La familia de Karla optó por reserva, pero activistas renovaron demandas por fondos estatales contra feminicidios. Tras la muerte de Salomé, la FGED evalúa ejecución de reparaciones vía bienes decomisados, asegurando continuidad a la justicia restaurativa.

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