Fenómeno Atmosférico Sorprende a poblanos
La mañana de este miércoles, el municipio de Atlixco amaneció con un espectáculo inusual en el cielo: un gran agujero circular rodeando al sol, conocido científicamente como “fallstreak hole” o agujero de caída. Este raro fenómeno meteorológico, captado desde múltiples puntos del pueblo mágico, generó asombro inmediato entre los habitantes, quienes compartieron fotografías y videos en redes sociales, desencadenando una ola de memes, teorías y comentarios virales.
Lejos de ser un evento sobrenatural, se trata de un proceso natural en el que las gotas de agua supercooling en las nubes altocúmulos se congelan repentinamente al contacto con cristales de hielo, expandiéndose y cayendo, lo que deja un vacío perfectamente delimitado en la capa nubosa. La claridad del cielo atlixquense, libre de contaminación lumínica y con poca obstrucción visual por edificaciones altas, facilitó su observación nítida desde temprano, convirtiéndolo en un evento fotográfico masivo.
Aunque inicialmente algunos especularon con tormentas geomagnéticas o incluso intervenciones artificiales, expertos confirmaron que en esta ocasión el fenómeno ocurrió de forma espontánea, sin la intervención de aeronaves —a diferencia de casos donde el paso de aviones desencadena el efecto al perturbar las nubes—. Para muchos residentes, la aparición del agujero fue interpretada como un presagio de un invierno particularmente frío en 2025, alimentando conversaciones sobre el clima en la región.
Este tipo de formaciones, aunque poco frecuentes, son más visibles en zonas de altitud media como Atlixco, donde las condiciones atmosféricas favorecen su desarrollo. El suceso no solo entretuvo a la población, sino que recordó la belleza y los misterios de los procesos naturales del cielo, impulsando el interés por la meteorología local entre niños y adultos por igual.
Foto: cortesía de Charolet Rodolfo
Lejos de ser un evento sobrenatural, se trata de un proceso natural en el que las gotas de agua supercooling en las nubes altocúmulos se congelan repentinamente al contacto con cristales de hielo, expandiéndose y cayendo, lo que deja un vacío perfectamente delimitado en la capa nubosa. La claridad del cielo atlixquense, libre de contaminación lumínica y con poca obstrucción visual por edificaciones altas, facilitó su observación nítida desde temprano, convirtiéndolo en un evento fotográfico masivo.
Aunque inicialmente algunos especularon con tormentas geomagnéticas o incluso intervenciones artificiales, expertos confirmaron que en esta ocasión el fenómeno ocurrió de forma espontánea, sin la intervención de aeronaves —a diferencia de casos donde el paso de aviones desencadena el efecto al perturbar las nubes—. Para muchos residentes, la aparición del agujero fue interpretada como un presagio de un invierno particularmente frío en 2025, alimentando conversaciones sobre el clima en la región.
Este tipo de formaciones, aunque poco frecuentes, son más visibles en zonas de altitud media como Atlixco, donde las condiciones atmosféricas favorecen su desarrollo. El suceso no solo entretuvo a la población, sino que recordó la belleza y los misterios de los procesos naturales del cielo, impulsando el interés por la meteorología local entre niños y adultos por igual.
Foto: cortesía de Charolet Rodolfo



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