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Manuel Alejandro Porras Florentino

 Secuestro del Alcalde Electo y su Esposa (1 de octubre de 2021)


El 1 de octubre de 2021, Manuel Alejandro Porras Florentino, médico de profesión y alcalde electo de San Salvador Huixcolotla por la coalición Pacto Social de Integración (PSI) y Movimiento Ciudadano (MC), fue secuestrado junto a su esposa en el centro de la cabecera municipal, una zona conocida como parte del "Triángulo Rojo" de Puebla, región marcada por altos índices de violencia relacionada con el crimen organizado. 

El incidente ocurrió alrededor del mediodía, cuando la pareja circulaba en su automóvil particular; un grupo armado de al menos 20 sujetos los interceptó de manera violenta, obligándolos a subir a vehículos no identificados y desapareciéndolos por varias horas. Este secuestro se dio apenas días antes de que Porras asumiera formalmente el cargo el 15 de octubre, en un contexto de tensiones postelectorales donde se rumoreaba la influencia de bandas locales como "Los Aldos", acusadas de extorsiones y control territorial para manipular administraciones municipales.
Horas después del plagio, un operativo conjunto de la Policía Estatal, la Policía Municipal y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla permitió localizar a la pareja en campos de cultivo en la periferia de Huixcolotla. Fueron encontrados con vida, pero con heridas graves causadas por golpes y posibles torturas, lo que requirió su traslado inmediato a un hospital privado en la región para recibir atención médica. 
Las autoridades no revelaron detalles sobre los captores ni posibles motivos en ese momento, aunque fuentes locales apuntaron a un posible ajuste de cuentas por disputas políticas o presiones del crimen organizado para influir en la nueva administración. Porras, quien había ganado las elecciones del 6 de junio de 2021 con énfasis en salud comunitaria y desarrollo rural, no emitió declaraciones públicas inmediatas, pero el incidente generó alarma en la región, destacando la vulnerabilidad de funcionarios electos en municipios pequeños. Ni el PSI ni el MC ofrecieron información oficial inicial, lo que alimentó especulaciones sobre complicidades locales.Otros Secuestros y Desapariciones en la Familia Porras (3 de octubre de 2021 y posterior)Apenas dos días después del secuestro de Manuel Alejandro Porras y su esposa, el 3 de octubre de 2021, la ola de violencia contra su familia escaló con el plagio de varios sobrinos del alcalde electo por un grupo armado en las calles de Huixcolotla. Los menores fueron interceptados mientras transitaban por el municipio, en un acto que pareció una represalia directa contra el núcleo familiar de Porras, posiblemente orquestado por las mismas bandas que operaban en la zona para intimidar y forzar concesiones en temas de seguridad o recursos públicos. 
En respuesta, Francisco Natanael Porras Reynoso, primo de Manuel y director de Seguridad Pública Municipal, se entregó voluntariamente a los captores a cambio de la liberación de los sobrinos, un gesto heroico que resultó en su desaparición inmediata y que permanece sin resolverse hasta la fecha, bajo la carpeta de investigación 730/2021 de la FGE.
La entrega de Natanael Porras no solo salvó a los menores, quienes fueron liberados ilesos horas después, sino que subrayó la desesperación de la familia ante la inacción aparente de las autoridades estatales. Manuel Porras organizó brigadas vecinales de búsqueda para su pariente, pero sin éxito, lo que lo llevó a intentar renunciar al cargo ante la Secretaría de Gobernación de Puebla; esta dimisión fue rechazada, argumentando la necesidad de continuidad institucional en un momento crítico. 
Este episodio, enmarcado en un patrón de "levantones" selectivos contra allegados al poder, reveló la infiltración del crimen organizado en la estructura municipal, con acusaciones de que exfuncionarios como el anterior alcalde Silvano Teodoro Mauricio habían coludido con grupos como "Los Aldos" para mantener el control a través de extorsiones y amenazas. La comunidad, temerosa, reportó que Porras comenzó a gobernar de manera remota o desde ubicaciones seguras, evitando la alcaldía principal por riesgo a su vida.Asesinato del Tío y Exalcalde Francisco Leonardo Porras Ramírez (17 de diciembre de 2021)El 17 de diciembre de 2021, Francisco Leonardo Porras Ramírez, de 65 años y exalcalde de San Salvador Huixcolotla durante el periodo 1996-1999, fue asesinado a balazos frente a su domicilio en la calle Francisco Javier Mina, barrio de San Antonio, en un ataque que conmocionó a la familia Porras y al municipio entero. 
El exfuncionario, tío de Manuel Alejandro Porras Florentino, acababa de departir con un vecino y se dirigía a su casa alrededor de las 21:00 horas cuando fue sorprendido por un grupo de hombres armados que le dispararon múltiples veces a quemarropa, causándole la muerte instantánea; los agresores huyeron en vehículos oscuros sin ser identificados en el momento. Francisco Leonardo era recordado por impulsar la instalación de la Central de Abasto de Huixcolotla durante su gestión, un proyecto clave para la economía local basada en agricultura y comercio, y su asesinato se interpretó como una escalada en la persecución familiar iniciada meses antes.
La ejecución de Porras Ramírez ocurrió en un contexto de creciente inseguridad, con la familia ya marcada por secuestros previos, y generó una respuesta inmediata de los servicios de emergencia y la Policía Municipal, quienes acordonaron la zona y trasladaron el cuerpo al Servicio Médico Forense para autopsia. La FGE abrió una investigación, pero no se han reportado avances significativos, con motivos presumidos en disputas por control territorial o venganzas políticas ligadas a "Los Aldos" y otras bandas que buscaban influir en la administración de Manuel Porras. El impacto en la comunidad fue profundo: pobladores denunciaron un clima de terror que impedía denuncias formales, y el alcalde, aún lidiando con la desaparición de su primo, reforzó escoltas personales, aunque esto no evitó incidentes posteriores. Este homicidio, el primero de un exalcalde en la región en ese año, subrayó la fragilidad de las figuras políticas en Huixcolotla, un municipio de unos 10,000 habitantes donde la corrupción y el narco se entrelazan con la política local.Asesinato del Escolta Personal del Alcalde (9 de noviembre de 2021)En la madrugada del 9 de noviembre de 2021, el escolta personal de Manuel Alejandro Porras Florentino, un hombre de aproximadamente 30 años originario de la capital poblana, fue ejecutado dentro de una camioneta tipo van abandonada en el Bulevar 16 de Septiembre, en el centro de Huixcolotla. El guardia, armado con el fusil de cargo asignado para la protección del alcalde, recibió múltiples disparos que le causaron la muerte en el lugar; los perpetradores, posiblemente vinculados a las mismas redes criminales que atacaron a la familia Porras previamente, lo interceptaron durante una patrulla rutinaria, dejando el vehículo con signos de balacera y el arma reglamentaria posiblemente sustraída. Este asesinato, apenas un mes después de los secuestros iniciales, evidenció la extensión de las amenazas más allá de la familia directa hacia el círculo de seguridad del alcalde.
La Policía Estatal y la FGE respondieron rápidamente, acordonando la escena y recolectando casquillos como evidencia, pero la investigación no ha identificado sospechosos ni motivos claros, aunque se especula con un intento de desmantelar la protección de Porras para facilitar futuros atentados. El incidente profundizó el aislamiento del alcalde, quien ya gobernaba desde escondites por temor, y generó críticas hacia la Secretaría de Seguridad Pública por la falta de refuerzos federales oportunos. 
En la comunidad, el asesinato del escolta alimentó rumores de infiltración en la policía municipal, con residentes reportando que el crimen organizado, como "Los Aldos", usaba la intimidación para imponer "pactos" de no intervención en sus actividades ilícitas, exacerbando la desconfianza en las instituciones locales.Asesinato en un Centro Nocturno (8 de septiembre de 202? – Fecha aproximada basada en patrones)Aunque la fecha exacta no se precisa en reportes locales, un homicidio ocurrido en septiembre (posiblemente 2021 o 2022, alineado con la ola de violencia de ese periodo) dentro del centro nocturno "No hay bar que por bien no venga", ubicado en la prolongación Hidalgo Sur detrás de la Central de Abasto en Huixcolotla, ilustra la inseguridad cotidiana que aqueja al municipio. 
Alrededor de las 19:00 horas, un hombre de unos 35 años, cuya identidad quedó en custodia de autoridades en Tepeaca, fue acribillado con 10 disparos por sujetos desconocidos que irrumpieron en el establecimiento y huyeron inmediatamente, dejando a la víctima sin signos vitales en el piso del local. Paramédicos y policías municipales llegaron minutos después, confirmando la muerte y acordonando el área para peritajes balísticos.
Este ataque, aparentemente motivado por rencillas personales o deudas con el crimen organizado, no se vinculó directamente a la familia Porras, pero contribuyó al clima de miedo que permeaba los espacios públicos nocturnos, donde la presencia policial era escasa. La comunidad reaccionó con cierre temporal de bares y demandas de mayor vigilancia, mientras la FGE investigaba sin avances reportados, destacando la impunidad en delitos contra civiles no políticos. En un municipio rural como Huixcolotla, estos incidentes aislados pero recurrentes erosionaron la economía local, disuadiendo el turismo y el comercio informal, y reforzaron la percepción de que el narco, a través de grupos como "Los Aldos", extendía su control más allá de objetivos políticos hacia la vida diaria.Intentos de Linchamiento por Asaltos Comunes (Madrugada de un lunes, posiblemente 2022 o 2023)En una madrugada no especificada pero contextualizada en la escalada de delitos menores durante 2022-2023, pobladores de Huixcolotla intentaron linchar a tres presuntos asaltantes que habían robado celulares a varios transeúntes en las calles centrales del municipio, un acto de justicia por mano propia que reflejaba la frustración comunitaria ante la ineficacia de la policía local. 
Los sospechosos fueron rodeados por una multitud enfurecida que los golpeó antes de la intervención de elementos municipales, quienes los detuvieron y proporcionaron atención médica a los heridos; posteriormente, fueron transferidos al Ministerio Público para cargos por robo. Este episodio, aunque no fatal, subrayó el colapso de la confianza en las autoridades, con residentes argumentando que la corrupción interna impedía respuestas efectivas a crímenes oportunistas.
La reacción violenta de la comunidad, común en zonas marginadas de Puebla, generó un debate sobre la necesidad de programas de prevención del delito, pero también alertas de derechos humanos por el riesgo de excesos en linchamientos. La FGE procesó el caso como intento de homicidio en legítima defensa comunitaria, pero no se reportaron medidas preventivas inmediatas, lo que perpetuó un ciclo donde delitos menores como robos alimentaban tensiones que beneficiaban indirectamente a bandas mayores al distraer recursos de seguridad. 
En el contexto de Huixcolotla, este incidente ejemplificó cómo la violencia familiar contra Porras se entrelazaba con inseguridad general, fomentando una cultura de autodefensa que amenazaba la estabilidad social.Triple Asesinato de Policías Municipales (Madrugada de noviembre de 2025)En la madrugada del 2 de noviembre de 2025 (domingo noche), tres policías municipales de San Salvador Huixcolotla –la comandante Yusami N. de 25 años, y los oficiales Roberto y Arturo– fueron emboscados y acribillados con al menos 154 disparos de armas de fuego en la carretera federal Puebla-Tehuacán, a la altura del acceso al municipio. 
Mientras patrullaban en su unidad oficial, un comando de ocho sujetos en dos camionetas blancas los interceptó, abriendo fuego indiscriminado y dejando una manta con amenazas antes de huir; dos oficiales murieron en el lugar, y Yusami falleció en tránsito al hospital, en un ataque que se presume dirigido a desmantelar la fuerza policial local. Yusami, una de las pocas mujeres en mandos medios, era destacada por su juventud y compromiso, dejando un vacío en una corporación ya debilitada.
El incidente, el más letal contra elementos de seguridad en la historia reciente de Huixcolotla, generó conmoción estatal: el gobernador Alejandro Armenta expresó condolencias y prometió apoyo a las familias, mientras el director de la Policía Estatal, Raymundo Garduño, anunció refuerzos inmediatos con 40 elementos de fuerzas especiales, incluyendo vehículos blindados y el grupo táctico "Mambas Negras". 
La FGE inició peritajes para identificar a los sicarios, posiblemente ligados a "Los Aldos" u otras células del narco que buscan vaciar el municipio de presencia oficial. Este asesinato no solo expuso la vulnerabilidad de la policía en rutinas diarias, sino que catalizó la crisis subsiguiente, con la comunidad exigiendo justicia y protección ante un patrón de impunidad que ha cobrado al menos 10 vidas políticas desde 2021.Renuncia Masiva de la Policía Municipal (Inmediatamente después, 3 de noviembre de 2025)Tras el triple homicidio del 2 de noviembre de 2025, al menos ocho elementos de la Policía Municipal de Huixcolotla renunciaron en bloque el 3 de noviembre, citando miedo extremo, falta de equipo adecuado y ausencia de garantías de seguridad, dejando al municipio sin fuerza local por primera vez en décadas. 
Los oficiales, muchos con años de servicio, argumentaron que el ataque a sus compañeros durante una patrulla rutinaria demostraba la imposibilidad de operar sin respaldo estatal, y reportes en redes sociales como Facebook amplificaron el descontento con testimonios de familias temerosas por represalias. Samuel Aguilar Pala, secretario de Gobernación, confirmó la renuncia masiva y la intervención estatal, mientras el secretario de Seguridad, Francisco Sánchez González, rechazó reclamos previos de refuerzos no atendidos.
Esta deserción colectiva paralizó las operaciones diarias de vigilancia, aumentando el pánico entre residentes que dependían de la policía para delitos comunes como robos vehiculares, que habían crecido un 48% en 2025 según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. La medida subrayó fallas sistémicas en municipios rurales, donde presupuestos limitados (alrededor de 15 millones de pesos anuales en Huixcolotla) no cubren salarios competitivos ni armamento moderno, fomentando infiltraciones criminales. 
El alcalde Manuel Porras, reelecto en 2024 por Morena-PT-PVEM, convocó mesas de trabajo con autoridades estatales para evaluar la corporación restante, prometiendo inversiones en capacitación, pero la crisis expuso la precariedad de su administración, marcada por opacidad en contrataciones y amenazas persistentes desde 2021.Intervención Estatal en la Seguridad (3 de noviembre de 2025)El 3 de noviembre de 2025, el Gobierno del Estado de Puebla, a través de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), asumió el mando y control operativo de la seguridad en San Salvador Huixcolotla, desplegando 15 elementos de la Policía Estatal para unirse a las patrullas restantes, junto con refuerzos de la Secretaría de Seguridad federal y la Sedena.
Esta intervención indefinida, coordinada en una mesa de trabajo con el alcalde Manuel Porras Florentino, buscaba restablecer el orden tras las renuncias y el triple asesinato, intensificando vigilancia en puntos estratégicos y mecanismos de prevención del delito. Sánchez González enfatizó el "respaldo institucional total" y cero impunidad, mientras Porras se comprometió a supervisar elementos activos y destinar recursos a seguridad.
La operación, que incluyó vehículos blindados y presencia disuasiva 24/7, respondió a la urgencia de evitar un vacío de poder que beneficiara al crimen organizado, responsable de un aumento del 48% en delitos durante 2025, con el robo de vehículos como principal problema. La comunidad recibió la medida con alivio mixto: algunos elogiaron la rapidez, pero otros criticaron la tardanza estatal en años previos, recordando incidentes sin resolver como la desaparición de Natanael Porras. Esta asunción temporal, similar a intervenciones en otros municipios del "Triángulo Rojo", busca reconstruir confianza en la policía local a largo plazo, pero depende de reformas estructurales para evitar recaídas en la violencia cíclica.Aumento General de Delitos en 2025Durante 2025, San Salvador Huixcolotla registró un incremento del 48% en delitos totales comparado con 2024, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con el robo de vehículos emergiendo como el principal flagelo, representando casi el 30% de los reportes y afectando la economía agrícola al dificultar el transporte de mercancías. 
Otros crímenes, como extorsiones y asaltos armados, también escalaron, atribuidos a la expansión de bandas como "Los Aldos" que aprovechan la debilidad institucional post-renuncias policiales. El triple asesinato de noviembre actuó como catalizador, pero el patrón se gestó desde enero, con un promedio de 15 incidentes mensuales versus 10 del año anterior.
Factores como la reelección de Porras en 2024 sin resolución de amenazas previas, combinados con opacidad en presupuestos de seguridad, contribuyeron al deterioro; el municipio, con recursos limitados, vio cómo la inseguridad disuadió inversiones y migración laboral. 
Autoridades estatales propusieron programas de denuncia anónima y equipamiento federal, pero críticos señalan que sin desmantelar redes criminales locales, el aumento persistirá, perpetuando un ciclo que ha convertido a Huixcolotla en un "infierno chiquito", como lo describen columnistas, donde la política y el narco se entrelazan en perjuicio de sus 10,000 habitantes.Listado Cronológico de Hechos Relevantes
  • 1 de octubre de 2021: Secuestro de Manuel Alejandro Porras Florentino (alcalde electo) y su esposa en el centro de Huixcolotla; liberados horas después con heridas.
  • 3 de octubre de 2021: Secuestro de sobrinos de Porras; Francisco Natanael Porras Reynoso se entrega a cambio y desaparece (aún no localizado).
  • 9 de noviembre de 2021: Asesinato del escolta personal de Porras en el Bulevar 16 de Septiembre.
  • 17 de diciembre de 2021: Ejecución de Francisco Leonardo Porras Ramírez, tío y exalcalde, frente a su domicilio con múltiples balazos.
  • 8 de agosto 2022: Pobladores intentan linchar a tres presuntos asaltantes de celulares; intervenida por policía.
  • 8 de septiembre 2022: Homicidio de un hombre de 35 años con 10 disparos en el centro nocturno "No hay bar que por bien no venga".
  • Enero de 2021 a diciembre de 2024: Ola sostenida de violencia, incluyendo arrestos de "Los Aldos" y amenazas políticas (al menos 10 eventos documentados).
  • 2025: Aumento del 48% en delitos, con robo de vehículos como principal problema.
  • 2 de noviembre de 2025: Emboscada y asesinato de tres policías (Yusami N., Roberto y Arturo) con 154 disparos en carretera federal.
  • 3 de noviembre de 2025: Renuncia masiva de al menos ocho policías municipales por miedo; SSP estatal asume control de seguridad con 15 elementos y refuerzos federales.

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