Bandoleros famosos


La banda del automóvil gris


Un peligroso asaltante, ágil, fuerte, con una cara de ojos redondos, oscuros y hundidos, rematada por una nariz aguileña; aseguraba que obedecía a su padre porque le tenía miedo. Proto Cota León, inició su carrera delictiva a los 20 años cuando su padre lo obligó a ello, a los 27 ya acumulaba una larga cadena de ilícitos, hijo del terrible bandolero Manuel Cota quien se encontraba prófugo.

El negro historial de “La banda del automóvil gris” había iniciado en 1937, las actividades del grupo eran dirigidas con ferocidad y audacia por Manuel Cota alias “el viejo”, quien perpetró una serie de asaltos, homicidios y robos, muchos de ellos impunes.

La historia de sus crímenes se inició cuando en las calles de Tordo en Tacubaya, fue ultimado un agente de la Lotería Nacional, a quien le arrebataron un portafolio con 25 mil pesos. La fechoría ocurrida en agosto de 1937, puso al descubierto a la feroz banda que usaba un automóvil gris, cuando la viuda de la víctima identificó a los asesinos. Tras el crimen días después la banda asaltó a un cobrador de una cervecería en pleno día, en la calzada de Nonoalco, en donde interceptaron al conductor de un camión de la cervecería y lo asesinaron a sangre fría, pero antes de lograr su cometido la víctima se defendió alcanzando a disparar su arma y matando a uno de los asaltantes. El hampón muerto fue plenamente identificado y relacionado con los crímenes, integrante de la banda que desde ese momento su estrella de buena suerte dejó de brillar. Otro integrante de la banda, Ignacio Sandoval alias “El Murciélago” perdió la vida cuando opuso resistencia, tras una persecución y refugiándose en una casucha de Santa María La Ribera.
Para “El Viejo” Cota el aire de México se había vuelto en su contra y era momento de poner tierra de por medio, porque no era bueno para su salud. Así que sin decir nada a sus cómplices, desapareció un día abandonándolos, inclusive a su propio hijo quien junto con otros seis integrantes de la banda fue aprehendido y sentenciado a 25 años de cárcel.

Cota se inspiró en la película “El automóvil gris” dirigida por Enrique Rosas entre marzo y noviembre de 1919, un filme, que posiblemente se trate de la más importante del cine mudo mexicano. Una serie de doce episodios en tres jornadas con pretensiones documentales. Narraba los atracos cometidos desde 1915 en residencias de familias adineradas por unos asaltantes con uniformes militares y viajaban en un Fiat de color gris. La serie se divide claramente en dos partes: La primera muestra los diversos robos cometidos por la banda y, la segunda, las pesquisas. 

Cuando los malhechores cayeron se descubrió que eran comandados por Francisco Granda, los pillos llegaban a las casas de sus víctimas quienes abrían sus puertas a la supuesta autoridad, ya dentro sometían a los moradores y robaban la plata, el oro y las joyas de las familias.

Su primer golpe fue el secuestro de una joven y hermosa mujer llamada Ernestina, pero por el destino difícil de predecir, la secuestrada se enamoro de uno de los delincuentes y se unió a los asaltantes. La policía infiltro a uno de sus elementos al penal en donde estaba recluido uno de los miembros de la banda, quién haciéndose amigo de él obtuvo información que ayudo a capturar a la mayoría de la banda, solo dos de ellos lograron esfumase de la historia.

Algunos de los miembros de “La banda del automóvil gris” quedaron recluidos en penosas cárceles de México, otros más fueron fusilados. Sólo el jefe Francisco Granda y su cómplice quién la hacía de su mano derecha, Francisco Oviedo, ambos, lograron evadir a la policía y desaparecieron del mapa delictivo. Nunca se supo de sus paraderos, todo hace indicar que cambiaron de identidad pudiendo hacer una nueva vida con el producto de sus fechorías.

Aunque la película partió de las escenas documentales del fusilamiento  el 24 de diciembre de 1915  de algunos miembros de la llamada banda del automóvil gris rodadas por Enrique Rosas (incluidas en Documentación histórica nacional 1915-1916, 1916). La banda de Cota emuló las actividades delictivas. En la película la impunidad de los bandoleros tenía varias causas: por un lado, la confusión reinante en la capital que permitió a los dirigentes de la banda incrustarse en los destacamentos de las diversas fuerzas de seguridad (militares, policíacas, "reservada"), de las diferentes facciones revolucionarias que se sucedieron en el dominio de la capital (convencionistas, villistas, zapatistas, carrancistas) y, por otro, la convivencia con algunos jefes de tales destacamentos. No cometió todos los delitos que le imputaron, pero el rumor y la voz popular deformaron los hechos y se los atribuyó a "La banda del automóvil gris", señalando de paso al general carrancista Pablo González de ser el autor intelectual de los delitos.

Aunque la censura impidió la exhibición de algunos episodios. En 1933, al hacerse una sonorización de la cinta, se redujo la serie a un largometraje convencional de 111 minutos. Con tal reducción, la cinta de “El automóvil gris” sufrió mutilaciones irreparables, perdió su sentido original y varias escenas quedaron inconclusas o incomprensibles. Sin embargo los argumentos básicos fueron captados por Cota quien llevó al extremo tales circunstancias, transformándose de un imitador a un maestro del crimen.
Manuel Mendoza, un detective del Servicio Secreto, procuró con mucho empeño que “El Viejo” Cota pagara sus crímenes sin tener éxito, sabiendo que el hampón tendría una nueva identidad en algún lugar, porque avezado en el ilícito no habría duda de que pasaría por un hombre honrado. 

El 8 de agosto de 1939, el cachorro de “El Viejo”; Proto Cota León y algunos de sus secuaces escaparon de la penitenciaria, limando los barrotes del área médica. Fueron reaprehendidos el 26 de abril de 1941, cuando trataban de cambiar documentos robados.

Fuentes consultadas:
Con información publica en La Prensa, 13 de mayo de 1941.