Crescencio pasará 50 años en prisión por el asesinato de su esposa en Atlixco
Por Carlos Charis y José Herrera
Eprensa / 9 de mayo de 2025
El fallecimiento de Crescencio N. será el único que se celebre en el penal de Atlixco, tras ser sentenciado a 50 años de prisión por el asesinato de su esposa en San Jerónimo Coyula, una junta auxiliar de Atlixco. El crimen, ocurrido hace casi ocho años, no sólo impactó a la comunidad, sino que marcó un capítulo sombrío en la historia reciente de la violencia doméstica en la región.
En 2017, Crescencio N. cegado por celos, asesinó a su esposa, la golpeó y la asfixió, antes de ocultar el cuerpo en el patio de su casa. El intento de hacer desaparecer los rastros fue tan frío como calculado: la tierra de su propia propiedad fue el último refugio de su víctima. En su mente, parecía que la muerte de su pareja sería un secreto enterrado, pero la justicia no lo dejó escapar.
La Fiscalía General del Estado presentó pruebas irrefutables que desmontaron la versión del acusado. No hubo margen para mentiras ni evasivas: el cuerpo fue encontrado y las huellas del crimen, claras como el aire, llevaron la justicia a su puerta.
Tras ser detenido y sometido a juicio, el proceso judicial avanzó sin impugnaciones por parte de la defensa ni de la acusación. La sentencia fue ratificada por el juez, y ahora, Crescencio N. se verá obligado a pasar medio siglo tras las rejas, pagando por su brutal acto.
Este caso, además de ser un final legal, deja una marca indeleble en la memoria colectiva de Atlixco. Los ecos de la violencia de género siguen retumbando en las calles y el crimen de Crescencio N. se convierte en un sombrío recordatorio de que el abuso nunca debe quedarse impune. La condena no regresa a su esposa, pero sí marca el principio de una justicia que, aunque tardía, llega para cerrar una herida.
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