Cuautlancingo: el ultimátum de Omar Muñoz a Lupita Daniel por crisis hídrica
“Si no puede con el cargo, se va”, sentenció el alcalde de Cuautlancingo, Omar Muñoz Alfaro, refiriéndose a la directora del SOSAPAC, Lupita Daniel Hernández, quien ha sido incapaz de garantizar el abasto de agua potable en el municipio a seis meses de haber asumido el cargo.
La escena no pudo ser más elocuente: gritos de “¡Fuera Lupe, fuera Lupe!” se escucharon en las inmediaciones del Palacio Municipal. Decenas de ciudadanos, hartos de la escasez crónica del líquido vital, exigieron la remoción inmediata de la titular del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Cuautlancingo (SOSAPAC). A ello respondió el edil con una advertencia pública que marca un punto de quiebre en su relación con la funcionaria: o resuelve el problema o será removida.
El alcalde —quien en su momento fue aliado político de Daniel Hernández, expresidenta municipal— ha comenzado a tomar distancia ante el desgaste público que genera la crisis. En declaraciones ofrecidas a medios locales, anunció la creación de un comité ciudadano encargado de dar seguimiento a las medidas propuestas por el SOSAPAC. Sin embargo, dejó claro que no tolerará más ineficiencias: “Si en su momento es preciso el cambio, se va a tener que realizar”, puntualizó.
Una crisis que se agrava
Desde hace meses, la población de Cuautlancingo ha tenido que recurrir a la compra de pipas privadas para abastecerse de agua, una carga económica que golpea especialmente a las colonias más vulnerables. Las promesas de solución, hasta ahora, han quedado en el papel.
Diversos sectores ciudadanos acusan a Daniel Hernández de incapacidad operativa, desinterés institucional y falta de transparencia en la asignación de recursos. A ello se suma el rumor —difundido por voces críticas en el cabildo— de posibles irregularidades en la contratación de servicios para pozos y redes de distribución.
¿Fractura política en Cuautlancingo?
El conflicto también revela tensiones internas al interior del gobierno municipal. Lupita Daniel, exalcaldesa con ambiciones de regresar a la arena electoral, fue colocada en el cargo por afinidades políticas más que por experiencia técnica en gestión hídrica. Su permanencia parece pender ahora de un hilo, especialmente si el comité técnico que se instalará en próximos días falla en presentar resultados concretos y verificables.
Detrás del ultimátum, asoma un escenario político más amplio: la reconfiguración de fuerzas dentro del municipio rumbo a 2027. El alcalde Muñoz Alfaro, quien busca consolidarse como figura independiente dentro de Morena, podría estar preparando terreno para deslindarse de aliados incómodos y capitalizar el descontento ciudadano.
Por ahora, la ciudadanía sigue esperando respuestas. El agua no llega y la paciencia se agota.
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