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SSP Puebla alerta sobre llamadas de extorsión desde penales de otros estados; esto debes hacer

 SSP Puebla alerta sobre llamadas de extorsión desde penales de otros estados; esto debes hacer



9 de mayo de 2025

José Herrera y Carlos Charis

En el día a día de esta ciudad maldita, las llamadas de extorsión resuenan como un eco que se niega a morir. Los malditos de siempre, desde la prisión, en cualquier rincón olvidado del país, siguen haciendo de las suyas. Llaman, amenazan, se burlan del miedo ajeno, como si fueran dueños del tiempo y el espacio, como si el miedo fuera su dios.

El Vicealmirante Francisco Sánchez, de la SSP Puebla, acaba de confirmar lo que todos temíamos: estas llamadas vienen de penales lejanos, de lugares que nadie quiere recordar, pero que todos temen. No es el vecino de la esquina. No es un problema local. No. Es mucho más grande. Son cárceles en otras partes del país. En algún lugar donde las puertas nunca se cierran por completo y los criminales siguen operando, como sombras que no pueden ser atrapadas. La delincuencia atraviesa fronteras, se desliza entre paredes y barrotes, y nos arrastra.

Puebla, como siempre, es el blanco. Nos llaman. Nos dicen cosas, amenazan, y el miedo nos consume. Pero el Vicealmirante no es tonto. Recibió las denuncias. Habló con San Martín Texmelucan. El alcalde le pasó los números, y ahora lo que tenemos son alertas que resuenan como el lamento de las víctimas atrapadas en sus propios hogares, vulnerables a esta tormenta de amenazas telefónicas.

¿Qué hacer? En un mundo tan jodido, las respuestas son simples, aunque no fáciles.

  1. Mantener la calma. Lo dicen como si fuera tan sencillo. Pero es necesario. El miedo es el peor enemigo.

  2. No dar información personal. ¿Por qué debería alguien pedirte tu vida en una llamada? No tienes por qué darles nada.

  3. Verificar la información. Llama a tus familiares, a tus conocidos. Duda de todo, porque este juego está diseñado para destruirte.

  4. Denunciar. Lo peor que puedes hacer es callar. Denunciar es el único acto de resistencia contra esta mierda.

Así que, puebla, ya sabes. Estamos atrapados en una telaraña que nos persigue desde lejos. Los penales están lejos, pero el miedo es más cercano que nunca.

Mantente alerta, o serás parte de la próxima víctima.

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